Tuya Cuando Quieras

Capitulo 6: Empezamos con el pie izquierdo

Me quedo viendo mí alrededor con asombro. Siento que Mikhail espera alguna reacción de mi parte y lo único que puedo hacer es sonreír. Veo a Nikolai al fondo con un coche esperándonos. Caminamos hacia el mismo y Nikolai con amabilidad me recibe cordialmente.

— Bienvenida señorita McMillan, es un placer tenerla en Rusia.

— Gracias Nikolai, me emociona mucho estar aquí

Mikhail me abre la puerta del coche, con un gesto me invita a entrar y encantada lo hago. Se sienta a mi lado y no tardo en preguntar.

— ¿Estamos en Moscú?

Sonríe tirando de mi cintura

— No nena, estamos en San Petersburgo

Curiosa como suelo ser abundo en el tema.

— ¿Y aquí vives? Pensé que vivías en Moscú

—Nací en Moscú, pero siempre he vivido en San Petersburgo

Mirando por el vidrio del coche la noche fría que hace en San Petersburgo suspiro toda llena de muchas preguntas que solo Mikhail puede responder.

— Y tu madre, ¿Vive también aquí en San Petersburgo?

Asiente con la cabeza

— Ambos vivimos en Moskovsky

— ¿Eh y que es eso?

— Moskovsky es un distrito de San Petersburgo, ya luego te irás familiarizando con todo acá.

Digo que si con la cabeza. Parezco niña pequeña mirando tras el vidrio. Sé que me mira y estudia mi cada gesto que hago. En el fondo sé que esta tanto o más emocionado que yo de mi presencia en su país. Todo es tan diferente a lo que he visto, no se parece en nada a Seattle, menos a Italia. Es un país frío y difícil de describir. Me recuesto en su hombro y le comento cerrando los ojos.

— Estoy feliz de estar contigo aquí.

— Yo también lo estoy cariño, también lo estoy

— ¿Qué hora es?

— Son las nueve de la noche

No es tanta la diferencia en horarios de Italia a Rusia.  Hay algo que me inquieta, me inquieta mucho y es el hecho de conocer a la sobrina de Mikhail. Por lo que he escuchado no es muy gentil que digamos, es una niña atípica para su edad. Me conozco y con un mocosa jodiendome la vida mi macarra va a salir a dar un pequeño paseo. Mordiéndome los labios inquiero tímida

— ¿Tu sobrina vive contigo cierto?

— Si, ¿Porque lo preguntas?

Entrelazo las manos muerta de los nervios. Luego de soltar un suspiro le argumento

— ¿Que tal y no le caigo bien?

— Ya he hablado con ella sobre ti, sabe que vivirás con nosotros. Nena, no te niego que es una niña algo difícil, pero sé que te la ganaras con el tiempo. A fin de cuentas es solo una niña, nada difícil.

¿Se supone que eso me tranquilice?

— Haré todo lo posible porque así sea

Llevamos alrededor de cuarenta minutos de viaje y comienzo a exasperar. Muevo las manos, luego los pies y termino silbando. Tener a Mikhail al lado, tener unas ganas acumuladas y mi orgullo amenanandome no es buena combinación.

— ¿Estas bien?

— Eh si, solo un poco..., joder estoy..., no sé ni cómo estoy

— ¿Nerviosa?