Capitulo 42: Preguntas confusas

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No sé qué le ocurre a Mikhail. Está algo raro hace unas tres semanas. No está muy comunicativo y apenas lo veo para dormir. Bueno, digo a dormir, pero en realidad es para follarme mas duro de lo normal. Le he insistido en ir a Pleasure con Sergey y Amanda, pero pone mil subterfugios. Por cualquier cosa pregunta cómo me siento. Me pregunta las cosas que me gustan y lo que no. ¿Que coño le pasa? Pero en fin, al menos el invierno por fin ha cesado en Rusia. Ya se pueden ver las flores florecer en la primavera y Rusia es más bonito de lo que imaginaba. Ninette ha comenzado a tomar sus clases en casa y su ánimo ha mejorado. Tomo un café en la terraza de la casa y Mikhail entra a hacerme compañía

—Buenos días nena, ¿Como estas?

— Bien, me siento muy bien. ¿Y tu?

— El trabajo no cesa. Pero por lo demás estoy bien.

Tomo un sorbo de café

— Oye, ¿Que piensas sobre el matrimonio de Sergey y Amanda?

— Pienso que fue su decisión. Mala o buena, es su decisión.

Aprieto los dientes con fuerza

— Vale, ¿Y no piensas nada mas l respecto?

— En realidad no

Me mira, me mira y finalmente comenta

— Meg, Sergey y yo hemos estado hablando sobre ciertas cosas.

— ¿Sobre?

Su rostro se tensa y veo que lo que quiere decirme es algo complicado.

— Fantasías sexuales

Trago saliva

— ¿Que con ellas?

— Megan, nunca me has dicho si tienes alguna fantasía sexual que quieras cumplir.

Me quedo algo confundida. Realmente yo tampoco había pensado en eso de las fantasías sexuales. Pero por un momento lo pienso y si que tengo algunas. Pero me sentiria algo extraña si las revelo.

— No, ninguna

— No me mientas Megan

Suelto un suspiro

— Me ha dado algo de curiosidad participar en una orgía. También, también ser penetrada por dos hombres a la vez.

Arquea una ceja

— ¿Eso te excita?

— Mucho...

Dice que si con la cabeza

— Y las tuyas, ¿Cuales son?

— Son básicamente las mismas que las de Sergey. Pero, no creo que sea muy prudente decirlas.

— ¿Porque?

Ríe

— Porque tal vez después de escucharlo me digas que soy un loco enfermo desquiciado.

— Ay ya dime, creo haberlo escuchado todo

Me mira y fijamente me dice

— Me encantaría y excitaría ver como tienes sexo con una mujer.

No, yo no he escuchado tal cosa. No, no y no. Me quedo atónita, estupefacta y todo lo que le sigue.

— ¿Estas loco?  ¿Te has escuchado? Obviamente esa fantasía se queda en fantasía. Por dios tu y Sergey son unos morbosos depravados

— Entonces..., ¿No lo harías?

— ¡Obvio no! No me van las mujeres. Es estúpido solo pensarlo.

Tuya Cuando Quieras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora