ENIGMA

By angievts

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corrí y corrí por el extenso bosque. Mis pies me dolían, como si quemaran. Las voces se escuchaban al fondo... More

PRÓLOGO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
CAPÍTULO X
CAPÍTULO XI
CAPÍTULO XII
CAPÍTULO XIII
CAPÍTULO XIV
CAPÍTULO XV
CAPÍTULO XVI
CAPÍTULO XVII
CAPÍTULO XIX
CAPÍTULO XX
CAPÍTULO XXI
CAPÍTULO XXII
CAPÍTULO XXIII
CAPÍTULO XXIV
CAPÍTULO XXV
CAPÍTULO XXVI
CAPÍTULO XXVII
CAPÍTULO XXVIII
CAPÍTULO XXIX
CAPÍTULO XXX
CAPÍTULO XXXI
Azahar
CAPÍTULO XXXII
CAPÍTULO XXXIII
CAPÍTULO XXXIV
CAPÍTULO XXXV
CAPÍTULO XXXVI
CAPÍTULO XXXVII
CAPÍTULO XXXVIII
CAPÍTULO XXXIX

CAPÍTULO XVIII

170 19 6
By angievts

Arienne.

El noticiero local estaba revolucionado con el acontecimiento que sucedió horas atrás en la iglesia del pueblo. Según narraban testigos que presentaron el hecho, se trataba de un hombre que había hurtado los elementos litúrgicos a plena luz del día. La policía había intentado detenerlo, pero el sujeto había sido mucho más habilidoso que esos ineptos. El hombre desapareció dentro del bosque. Lo último que se supo era que había dejado una nota que según rumoreaban decía "volví para quedarme".

El alcalde estaba furioso, maldiciendo a todo el que se atrevía a darle explicaciones sobre cómo pudieron permitir acto tan deshonrador para él y su mandato. El alcalde siempre se había destacado por poner un gran orden al lugar, convirtiéndolo en un pueblo con alta tasa de seguridad para sus habitantes y turistas, pero últimamente todo se estaba saliendo de control, preocupando a la comunidad.

―Esto ya no me gusta­―comentó mi mamá a mi lado, quien observaba la escena horrorizada. En muchos años no se había presentado algo así.

Asentí con mi cabeza. Opté permanecer callada. 

Mi mente viajó al chico de la biblioteca, presintiendo que él podía tener algo que ver como lo que últimamente atormentaba la paz y tranquilidad de nosotros.

Miré hacia los árboles que nos adentraba al extenso bosque que nos rodeaba, pero él no estaba por ninguna parte visible. 

Hace días que no volví a saber de él, como había prometido se mantendría lejos de mí. Me sentía decepcionada ridículamente, y otra parte tenía rabia conmigo misma por ese día haberme acercado a él con la intención de conocerlo cuando Lía ya me había dejado en claro que por más que no se mostrara peligroso era mejor no seguir entrometiéndome en esos asuntos que lo envolvían, pero había sido tan tosco y grosero que no podía evitar querer ir a buscarlo e insultarlo en su cara, pero eso sería humillarme más, y era algo que no estaba dispuesta hacer.

―Ari― me llamó mi madre. Volteé de inmediato―, creo que es mejor que empieces a llegar más temprano a casa. No es seguro que andes sola cuando un delincuente anda merodeando.

Si supieras mamá...

Asentí para que no se preocupara mucho sobre el tema. Sabía que mi mamá podía llegar a estar muy ausente por sus asuntos en la alcaldía, pero siempre había sido muy sobreprotectora conmigo, pero desde que el alcalde cumplió con su promesa de mejorar la calidad y seguridad, se había relajado un poco, pero aun siempre procuraba mantenerme cerca de ella o ponerme horarios que tenía que cumplir.

Ella se dio la vuelta y fue a encontrarse con el alcalde quien la llamaba insistentemente. Busqué a mis alrededores a ver si lograba ver a Lía, pero en la búsqueda de ello, encontré a Luke, el chico del supermercado estaba viendo la zona, mostrando en su rostro preocupación. Nuestras miradas se encontraron. Cuando iba a comenzar a caminar hacia él, fui interrumpida por un grande cuerpo que cubrió mi campo de visión.

― ¿A dónde ibas tan apresurada? ― Esa voz profunda ya la había escuchado antes.

Levanté la vista lentamente para encontrarme con esos ojos grises tan extraordinarios, que dejaban sin habla a cualquiera. Esta vez no se veían enojados o inexpresivos como la mayoría de tiempo. En esta ocasión se veían preocupados y cansados. Como si tuvieran un gran peso sobre sus hombros.

No lo conocía en lo absoluto, pero me hacía acordar a esa reconocida frase tan verídica "los ojos son la ventana del alma" aunque intentáramos siempre ocultar nuestras emociones. Reprimiéramos lo que el corazón gritaba por decir , bastaba con observar la mirada de una persona, profundizar en ellos, tener la capacidad de ver a través de ellos para darnos cuenta de que nos trasmiten todo lo que la boca no se atreve a decir. Como sufren en silencio, como no tienen la valentía de compartir su dolor.

―Yo...― volví a mirar hacia donde estaba Luke, pero ya su lugar se encontraba vacío. Fijé mis ojos en los del sujeto quien me miraba expectante.

― ¿A dónde ibas? ¿Otra vez queriendo entrometerte en lo que no te incube?

Iba refutar. Sin embargo me agarró del brazo desprevenidamente, arrastrándome hacia los árboles como la vez anterior. Alterada, observé a mi madre suplicando para que no estuviera viendo como un chico desconocido con aspecto dudable me llevaba a la fuerza a un lugar oscuro, muy normal por supuesto dada las circunstancias.

Observó detenidamente que nadie estuviera viendo en nuestra dirección y se acercó a mi rostro. Hacía ya varios días que no lo veía en el pueblo, cumpliendo por supuesto las palabras que había pronunciado antes de irse.

― ¿Qué haces aquí? Dijiste que nos mantendríamos lejos y eso hice. No comprendo porque vuelves acercarte a mí.

Sonrió de lado y relamió sus labios. Traté de concentrarme en su mirada para no distraerme en la dentadura y sus labios que podían llegar a entretenerte por completo.

― ¿Qué le ibas a preguntar a Luke?

―Nada que te importe o te entrometa― contesté molesta y no sabía por qué.

Soltó una carcajada y sacando un cigarro de su bolsillo lo interrumpí:

―No, por favor no fumes.

Su ceja se elevó y clavando sus ojos grises en mis simples ojos color café, no le importó. Prendió el cigarro y le dio una calada profunda, acercándose nuevamente a mí con lentitud, examinando con expresión cautelosa. Cualquier reacción mía, cualquier movimiento, él lo analizaba con detalle. Apoyó su mano blancuzca y delgada en la corteza húmeda y expulsó el humo en mi cara generando que mi nariz se arrugara y empezara toser. Cuando pude recomponerme él se encontraba terminando de fumar su cigarro apoyado en otro árbol cerca del mío.

Lo miré furiosa.

― A mí se me hace que buscas excusas estúpidas para hablarme.

Soné segura de mi misma, pero a él mis palabras no parecieron afectarle en lo más mínimo. Encogió sus hombros y se quitó su capota. Era la primera vez que lo veía sin ella con luz de por medio. Si con esa tela lograba verse atractivo a los ojos de cualquier chica que lo mirase, así se veía muchísimo mejor; Con su pelo rebelde, su blanca piel que contrastaba tan bien con su cabello negro y ojos grises. Su nariz roja por el frio le quitaba todo rastro de chico malo que podía llegar a trasmitir con su imponencia y actitud.

―Puede­― contestó sin intenciones de agregar más.

Resoplé.

Este chico era muy difícil para sacarle información. Era como un cofre que estaba persistentemente bien sellado. Imposible entrar. Era como si él se cerrara en sí mismo y no permitiese que nadie viera lo que en verdad sentía. Era un completo enigma. Eso por lo general era de las personas que han sufrido tanto por sentirse solos en este mundo, no confiaban en nada y creen que si expresan su dolor, buscan a alguien para sentirse mejor, desahogarse de todo eso que nos consume por dentro entonces era ceder el poder para que las personas las lastimaran o tuvieran con que ir en su contra. 

Cuando reprimimos tanto dolor y no lo expresamos, nos puede joder tanto que llega un momento donde no podemos con más y estallamos y ya es demasiado tarde, porque el desperfecto en nosotros ya está hecho y muchas veces ya es irreparable.

―De verdad que no te entiendo. Dices que es mejor que me mantenga a kilómetros de ti, pero te veo aquí― reclamé―. La verdad no estoy para sea cual sea el juego que estés haciendo.

―Tus ojos me atraen a ti― dijo, sorpresivamente.

Me quedé estática en el sitio. Confundida lo miré. El seguía recostado en el tronco con su característico porte despreocupado. Aun así demandaba seguridad en todo el sentido de la palabra.

Si él quería atraerme a él con su forma misteriosa, que a decir verdad si me causaba mucha intriga y curiosidad y por eso volvía una y otra vez, porque sus ojos, con su lenguaje corporal y todo lo que tenía este chico era como un imán que captaba la atención, y más la mía que siempre había sido tan fisgona por las cosas inexplicables a simple vista. Sin embargo no iba a permitir que el usara esa debilidad en mi contra. Conocía muy bien como los hombres con esas características podían llegar a enredar mujeres tercas y excesivamente curiosas para su propio bien. Si él quería jugar al caballero arrogante y misterioso, yo podía jugar a la damisela inocente e interesada por poder conocer de él.

―Ya somos dos. Tus ojos a veces trasmiten mucho aunque intentes poner ese rostro de que nada te importa.

Bingo.

Logré descolocarlo por su expresión de confusión, pero como era de esperarse, su semblante volvió a tornarse sombrío, pero ya había tenido la respuesta que quería y él no sabía.

― ¿Si? ¿Qué te trasmiten? ― preguntó.

―Dolor.

Se rió, pero su risa era amarga, dándome a entender que había dado en el punto perfecto.

― ¿Psicóloga?

― No, persona que sabe leer a las personas aunque intenten ocultarse con una máscara de hielo.

Me acerqué a él, y esta vez logré mantenerla la mirada, desafiante, al igual que él.

― No soy yo la que te ha buscado después de ese día de la biblioteca― sonreí burlona―. El que debe plantearse aquí sobre el tema de la curiosidad es otro― le guiñé un ojo y dejándolo sin palabras, me apresuré a salir rápido entre los árboles para llegar a la plaza.

A pesar de que en consideraba un persona que le gustaba enfrentar sus miedos, y más con las personas que le gustaba infundirlo, no podía negar que tenerlo cerca debilitaba mis piernas y hacía bombear mi corazón velozmente.

Descolocaba mis sentidos y no precisamente lo consideraba bueno.


***

chicos hola. yo se que hace dos meses maso menos empece a subir la historia, por lo tanto se que es difícil conseguir votos y lectores es difícil y demorado, por lo tanto les pido que si leen o llegan hasta este punto me animarían mucho con un voto o un comentario en muestra de que les gusta mi historia.

 a partir de este capitulo se empieza a desarrollar en forma la trama.

hasta lueguito.


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