Jessica: Vaya mierda.
Dije al aire mientras caminaba hacia Midtown High acompañada de mi hermana Trish, la verdad no tenía muchas expectativas de este lugar.
Trish y yo hemos sido obligadas a madurar debido a nuestro entorno 'familiar' y lo digo en comillas porque ellos no solo no son mi familia, también son una mierda con Trish quien si nació allí.
Cada familia tiene sus problemas y defectos por ende, los problemas deberían quedar entre ellos.
Ese es el pensamiento lógico, pero al hacerlo lo único que logré fue que ellos me excluyeran, no me dolió después de todo hace mucho que dejé de verme a mi misma como una niña indefensa, alguien me abrió los ojos de como era el mundo con los débiles.
No he dejado de pensar en él, la única razón por la que incluso sigo estudiando es por nuestra promesa...
Y ya se lo tanto que es pero... cada vez que recuerdo cuanto le debo y a lo que se arriesgó por mi, esos delirios salían de repente.
La sensación de seguridad que tenía cuando estaba cerca, su calor...
Algunas personas me han abrazado hasta ahora pero debido a mi fuerza no puedo devolverlo por completo sin peligro de lastimar a alguien.
Trish: Relájate, además tu príncipe que te salvo dijo que estaría aquí ¿verdad?
Un leve sonrojó se extendió por mi cara junto a el arrepentimiento por haberle hablado sobre él a Trish.
No solíamos llevarnos bien, pero con el tiempo y las cosas por las que hemos pasado realmente la considero mi hermana, mi familia.
Al final ella se abrió conmigo y al igual que yo.
Yo le conté sobre mi anterior familia, lo que pasó cuando me secuestraron y sobre rescate.
Se que John me dijo que no se lo diga a nadie, pero Trish era solo una niña así que no hay problema...
Bueno no creo que John se enoje.
Dejando mis pensamientos de lado, puse una cara estoica y me decidí a entrar con Trish a mi lado.
Mi estilo de vestimenta siempre me ha causado algunas malas miradas, al menos hasta que mi cuerpo empezó a desarrollarse.
Desde entonces todos me miran como si fuera solo un pedazo de carne, odio eso.
Podría patear el trasero de todos los estudiantes aquí pero si lo hago sabrán de mis poderes.
Ignorando esas miradas y los patéticos intentos de coqueteo llevé a Trish conmigo al aula y al parecer ella logró escuchar sobre un chico atractivo que estaría en nuestra clase.
Por un momento la idea de cierto niño de ojos azul marino cruzo mi mente solo para borrarla de inemediato, no quería hacerme ilusiones, la vida no era una novela romántica donde los protagonistas se encuentran tiempo después y se aman inmediatamente.
Entramos en el aula llena de acné, hormonas y el típico bully molestando a un tipo delgado.
Era tan cliché que no era divertido.
El maestro que entró junto a nosotras nos pidió que eligieras un lugar para sentarnos.
Antes de que eligiera un lugar sentí un tirón de mi camisa.
Trish: Jess, vayamos con los chicos del fondo pero no digas nada ¿si?.
Dijo sin quitarle la mirada a los chicos en los asientos de allí mientras susurraba.
Yo solo la llevé allí, quería que este día acabara pronto.
Me senté entre el chico y Trish, ella es una mujer hermosa así que no dudo que alguien dudará en hacer un movimiento.
No soy celosa, simplemente la estoy protegiendo.
Me quedé con la mirada al frente esperando la clase, no soy muy buena en algunas materias así que debía prestar atención de vez en cuando.
Cuando el profesor empezó la clase el chico a mi lado intentó hablarme.
Jessica: No me hables, la única razón por la que me senté aquí y no con la rubia bully fue porque mi hermana quería estar aquí.
Dije sin mirarlo, no detecté una mirada lujurioso o extraña de su parte, aun así el aire a su alrededor es extraño, como un olor que definitivamente te agradará, mi cuerpo empezó a sentir cierto hormigueo y calidez.
Mi hermana me sacó de mis pensamientos cuando susurró un poco alto.
Tish: ¡Dijiste que no lo dirías!
Ella se sonrojó un poco ante la risa entre dientes del chico a mi lado.
?: Sabes, de no ser porque he cambiado mucho me habría enojado contigo por no reconocerme.
Solo entonces gire mi cabeza para mirarlo y entonces por unos segundos mi mente se congeló.
Era guapo...
No, borra eso....
Era hermoso.
Su sonrisa era perfecta, labios de un rosa algo rojo y unos ojos de azul marino que encajaban perfectamente en su rostro afilado.
Su aura era llamativa, ex sudaba confianza y seguridad, su vestimenta era simple y algo holgada pero nadie podría esconder esos músculos definidos bajo esa ropa.
Su madera de vestir me gustó mucho.
Mi corazón se saltó un latido en ese momento al ver esa sonrisa dirigirse a mi.
Pero eso no era todo...
Su rostro me resultaba familiar, la manera de mirarme y esa tonta sonrisa en su cara hacía que mi cerebro diera vueltas y no pueda reconocerlo.
Como mi cerebro no me estaba ayudando decidí preguntar.
Jessica: ... Nos conocemos?
El parecía algo decepcionado por mi pregunta, verlo así me dolía por algún motivo, algo dentro de mi me pedía complacerlo.
?: Duele mucho que no me reconozcas...
Jessica.
Dijo mientras ponía su mano en mi cabeza.
Un recuerdo me golpeó como un rayo.
Un beso en mi frente y una mano en mi cabeza, frente a mi aquel chico que me salvó y una sensación que no he tenido desde ese momento...
Hasta ahora.
Supe de inmediato quien era y mi rostro debió demostrarlo si esa sonrisa burlona en su cara significaba algo.
Finalmente...
Nos volvemos a encontrar.
Aquello que no pude decirle en eso entonces, lo que podía haber sucedió si no nos hubiéramos tenido que separar.
Un montón de posibles escenarios llenaron mi cabeza...
Pero solo había una cosa que quería hacer en ese entonces cuando no tuve el valor.
Me lancé a sus brazos.
Debido a la sorpresa no pude medir mi fuerza así que caímos caímos golpe al duelo conmigo sobre él y por su mala suerte su cabeza al parecer decidió probar el suelo de almohada.
Sentí el deseo de reírme con fuerza, algo que solo Trish ha conseguido hasta ahora.
Pero al mirarlo tan cerca de mi, su rostro a mi alcance, su dulce aroma golpeando con fuerza mi nariz y sentir su respiración agitada mientras estaba sobre el...
Con todas mis fuerzas traté de negarme ese deseo que nacía en mi...
Pero sentir esos duros abdominales y pectorales no me estaban ayudando.
Pero entonces me miró a los ojos, la voz de la lógica en mi cabeza salió a toda velocidad por la ventana.
Me acerqué lentamente y lo besé.
Al principio fue solo un beso inocente, pero mi cuerpo no lo sentía suficiente, mi instinto me rogaba por más.
El beso poco a poco aumentó de intensidad.
Mi lengua se abrió paso por su boca, su saliva tenía un sabor dulce pero algo amargo... como el café...
Me gusta el café.
Pasé mis manos por su abdomen disfrutando la sensación en mis dedos.
Su manos fueron a mis caderas, su tacto me estremeció levemente.
Pasé una de mis manos por su suave cabello ondulado jugando con él.
?: Mierda...
Escuché decir a Tush mientras sentía su mirada fijamente en nosotros.
Solo entonces pude regresar a mis sentidos.
Al separarme de él un fino hilo de saliva unia nuestros labios como un puente y no tuve que ser un genio para saber que la había jodido.
John: Es bueno verte de nuevo también Jess.
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