Pero cuando se disponía a irse con el vicepresidente a cuestas, un tirón de su uniforme le llamó la atención.
El mayor de los Minamoto volteo a su derecha para saber quién era el responsable de detenerlo y para su sorpresa se encontró con un chico de la edad de su hermanito mirándolo con determinación y miedo.
Ahora que se daba cuenta, le temblaba la mano que sujetaba su camisa.
Por otra parte, el temblor fue involuntario, por un momento Amane solo pudo presenciar a su padre en uno de sus constantes ataques de ira.
Pero a pesar del miedo que sentía, no quería que algo le pasara a Aoi-senpai por algo que no pudo predecir cómo el hecho que Mirai-chan escapara.
- ¿Puedo ayudarte en algo? – Pregunto Teru con suavidad al ver que el menor le tenía miedo.
Era algo inesperado que un estudiante le temiera, estaba más acostumbrado al temor de los sobrenaturales y del vicepresidente.
- F-fue mi culpa – Dijo Amane inseguro solo para tomar más seguridad. – Fue mi culpa que Mirai escapara del límite del primero –
Akane al notar que el pelinegro planeaba echarse la culpa de todo, no dudo en intervenir.
- Oye, oye, eso no es cierto Yugi-kouhai – Intentó frenarlo, le había dicho con anterioridad que él no deseaba culpar a nadie por sus errores. – Es mi culpa por no haber verificado que la puerta estuviese cerrada antes de irnos –
Además, quién sabría qué cosas podría hacer el presidente si se enteraba que Yugi Amane estaba destinado a convertirse en un misterio escolar.
Y no cualquier misterio, sino en su líder.
- Pero fue mi idea ir a limpiar antes de que comenzara las clases -
- No tenías idea de que algo así iba a pasar –
- Debí pensar que algo así podría pasar –
- ¡Woah! Creo que estoy algo perdido con lo que está sucediendo aquí – Interrumpió Teru llamando la atención de los presentes. – Sin embargo, creo que puedo entender entre líneas lo que está pasando –
Su mirada se centró de nuevo en el pelinegro que intentaba mantenerse fuerte en el transcurso de su discusión con Aoi-san, pero sus años como hermano mayor lo alertaron de su mentira.
Con lentitud alzó su mano hacia su cabeza y con la misma suavidad y calidez que solo mostraba a sus hermanos menores, empezó acariciar su cabeza.
- No te preocupes, solo hablaremos – Apaciguó al chico.
- ... ¿Lo prometes? – Dijo casi en forma de murmullo.
- Lo prometo – Dijo mostrándole una leve sonrisa de confianza.
Después que ambos se fueran, los tres se quedaron un rato más en la entrada de la escuela.
- Teru-nii es increíble – Dijo Kou asombrado por la forma en que su hermano se ganó la confianza del menor en cuestión de segundos.
Incluso pudo acariciar su cabeza, algo que ya está apuntado en su lista de cosas por hacer.
Yashiro por su parte asintió en confirmación a lo que dijo Kou.
Platicaron un rato más hasta que ya fuera hora de irse a sus hogares, lo que sacó a relucir un tema de controversia entre los adolescentes.
- ¿No quieres que te acompañe hasta tu casa? – Pregunto el rubio preocupado por Amane.
- Incluso solo puede ser hasta la estación si así lo quieres – También propuso Yashiro en caso que intentara rechazarlos.
Con todo lo que ha pasado, no estaban listos para alejarse del chico.
De ser preferible, ellos querían cubrirlo en montones de mantas y almohadas suaves y no dejarlo fuera de su vista para siempre.
Lejos de saber los pensamientos de sus amigos, Amane dejo de revisar su teléfono y volteo a verlos con una pequeña sonrisa.
- No se preocupen por mí y vayan a sus hogares, de todos modos, hoy me quede con verme con alguien después de la escuela – Hablo el pelinegro con emoción, algo inusual en él.
- ¡Oh! ¿Es algún amigo de otro colegio? – Pregunto Nene curiosa por este misterioso amigo.
- Si es de otro colegio, podemos quedarnos para hacerte compañía – Ofreció Kou al recordar que la única escuela cercana a la suya está a dos horas de distancia.
En automóvil, cabe mencionar.
- No es necesario me acaba de mandar un mensaje que está cerca de aquí – Y como si esa fuera una señal, desde lo lejos se empezó a escuchar un grito.
- ¡AAAAAAAAA! –
- ¡Oh! Parece que ya llego - Dijo el pelinegro ya acomodando sus cosas para irse.
- ¡MAAAAAAAA! –
- Es increíble lo rápido que corre – Hablo sorprendida Yashiro al ver que el punto negro se acercaba a gran velocidad hasta que tomó la silueta de una persona.
- ¡NEEEEEEEE! –
Esa misma silueta llegó pronto hasta donde estaban ellos y se lanzó hacia Amane para poder abrazarlo con cuidado.
- ¡Amane! – Grito su nombre un adolescente idéntico a él. Quien no perdió tiempo de tomarlo de la cintura y empezar a girar con él en sus brazos.
- Jajaja, basta Tsukasa me voy marear – Se rio por el entusiasmo de su hermano gemelo e hizo falsos intentos para detenerlo.
Era agradable estar con su hermano menor.
Una vez que su hermano lo bajo y que sintiera que todo el mundo ya no giraba a su alrededor, se hizo a un lado para presentarle a sus senpai a su gemelo.
Gracias a eso, Yashiro y Kou confirmaron que realmente el otro se parecía a Amane en apariencia.
Lo que llevó a dos reacciones distintas.
- ¡Woah! Es la primera vez que veo a gemelos en la vida real – Se acercó la peliblanca a los dos hermanos.
Eran como dos gotas de agua, la única diferencia que tenían era el estilo del uniforme. Estaba Amane-kun con el uniforme de la escuela y su hermano con un uniforme gakuran negro, o imaginaba que era ya solo vestía una camisa blanca de manga corta con pantalones negros y una sudadera de color morado amarrado alrededor de su cintura.
Para Yashiro era emocionante saber más de su amigo, y por otro lado Kou.
- Querido señor, se está multiplicando – Habló sin darse cuenta que hablo en voz alta.
Hubo una pausa mientras las palabras se registraban y por el rabillo del ojo, Kou vio a Yashiro sonreír de una manera que indicaba que se estaba controlando para no estar rodando por el suelo riendo en este momento.
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Curiosidad que mata#32
Se me olvidó mencionar en el capítulo anterior que la relación de Akane y Lemon está siendo igual que un piloto que sacó Aida Iro, mismo piloto en que me baso para la apariencia de Ao-chan en el fic de "Aquella transmisión".