ÉL Y YO

By briek_

157K 11.9K 4.7K

{Bilogia 'Nosotros'} «Libro 1» [[ TERMINADA ]] ¿Resumen?: Bueno, son dos adolescente... More

N o t a :D
P r ó l o g o.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
19
20
21
22
23
24
25. F i n a l
Libro 2: Tú y Yo
E x t r a 1
E x t r a 2

18

3.6K 318 124
By briek_


SIMPA

• Jessica Allen •

Y sin más, Thom empieza a reírse.

Es tan guapo...

Pienso mientras apoyo mi cabeza en el puño de mi mano.

Y tan inteligente...

suspiro.

El otro día entró a mi habitación por la ventana—como de costumbre—Y me encontró estudiando para mi próximo examen de historia, el cual claramente llevaba fatal, como siempre.
Entonces él me quitó el libro de las manos y empezó a hojear de que iba el tema... Unas dos horas después me lo sabía todo.

Thom parecía un Maestro profesional de Historia, y aunque suene increíblemente loco, me pereció muy interesante por primera vez en años, no sé si fue porque el me lo estaba enseñado o por alguna otra cosa... pero fue impresionante...

—Era muy pequeña y no me fijaba en esas cosas —me defendí.

—Ya veo que lo de torpe viene desde tiempos lejanos—dice con un tono burlón.

—Cállate —puse los ojos en blanco.

—Podría escribir un libro que se llame: anécdotas graciosas de mi novia.

Mi novia...

Cada ves que me llama así no puedo evitar sonreír como una tonta.

—Pues no era gracioso para mi. Me dio pánico.

—Es que sentarte en un hormiguero sin darte cuenta... en algo que solo te pasa a ti —se volvió a reír—Y no solo una, sino dos veces, eres un desastre.

—Oh gracias, muy bonito —digo con sarcasmo, desviando la vista para tomar de mi bebida.

Él de inmediato pone su mano encima de la mía, llamando mi atención.

—Pero eres mi desastre. —sonríe.

Hasta su sonría es perfecta. Dientes rectos y blancos, y lo que más me gusta de ella son esos hermosos hoyuelos que se forman a cada lado de sus comisuras.

le devuelvo la sonrisa.

—Fue horrendo. —parpadeo varias veces al recordar aquel día—Sentir las hormigas por mis pantalones cortos caminando por mis piernas... era aterrador.

—Son tan pequeñas e inofensivas —suspira él, con un tono gracioso.

—¡Pero si son feísimas! —hago una mueca.

Podías verme a mi, a una niña de tan solo seis años presa del pánico, y después a mis amigas de aquel entonces riéndose de mi.

Mónica... Mónica fue la única que me ayudó a quitármelas, ella fue la única niña amable del grupo, fue la única que se detuvo a pensar en que esas hormigas estaban en mi pantalón.

Mónica... ¿Qué te pasó? ¿Qué nos pasó?

—Jess —escucho como me llama—Ey, Jess.

—¿Mhm...?

—¿En que piensas?

—En Monica... —menciono más para mi que para él—¿No te pareció raro que viniera hacia nosotros para darnos la enhorabuena por nuestra relación? Como si fuéramos amigos de toda la vida...

Oh si, eso hizo. la pelinegra se cruzó por nuestro camino un día en el instituto, nos había dedicado una sonrisa falsa de oreja a oreja y había mirado a Thom de una forma... tan... no lo sé, pero se lo estaba comiendo con los ojos. «Tienes un novio muy lindo» Me había dicho con esa sonrisa perversa...

—No entiendo a la chica esa—tensa la mandíbula—Primero te trata mal, luego flirtea conmigo delante de ti... y después nos felicita por la gran pareja que hacemos.

«Hacéis una pareja estupenda, eres la envida de todas las chicas»

¿Qué pretende con decirme eso? ¿La envidia de todas las chicas?  Vale, sí, Thom es muy guapo, —y por eso le digo semidiós...— también es un poco popular... Pero yo no pretendo ser la envidia de nadie...

—Bueno...—Thom interrumpe mis pensamientos—¿Has acabado ya?

La miro, todavía me faltaba un poco. Solo habíamos pedido algo de beber porque luego íbamos a cenar en su casa.

—Sí.

—Entonces, a la de tres salimos corriendo por la puerta.

¿Eh...?

—¿Qué dices? Hay que pagar...

—Vamos hacer un simpa, Jessica —mira a todas las direcciones posibles, atento.

—Pero...

Pues claro, no me deja terminar la frase porque grita solo para nosotros dos: tres.

Mierda...

Sin pensarlo mucho lo sigo, saliendo por la puerta—que por cosas de la vida está abierta—haciendo nuestra huida mucho más fácil.

Y ahí estábamos: Corriendo y riéndonos de la locura que acabábamos de hacer.

Thom empieza a correr tan rápido que yo aumento la velocidad para así estar a la par. Una vez a su lado nuestras miradas chocaron... y podría decir que me perdí en ella porque de la nada ya no estábamos ni la mitad de cerca de la zona comercial.

Comienzo a reparar el lugar, y sin mucho esfuerzo puedo ver que estábamos en "la zona alta" donde las casas ya no son "casas normales", sino más lujosas.

Observo a Thom un poco confundida, yo lo seguí en todo momento, así que él nos había traído hasta aquí.

—¿Que hacemos aquí?—quise saber.

—¿Sabes? Estas casas tienen piscinas.

Asiento, dándole la razón.

—Bueno—se detuvo delante de una totalmente blanca y deslumbrante—Que te parece si nos colamos en esta.

—Vale, vale... primero nos vamos de un lugar sin pagar.

—Ajá.

—Y ¿ahora quieres entrar en una casa que no es tuya?—pregunto— Eso se llama allanamiento de morada, por si no lo sabias—me cruzo de brazos.

—Lo sé.—menciona con normalidad.

—Y eso que yo soy la loca...—susurro.

—¿Que mejor que dos locos juntos?

Sin poder evitarlo recuerdo una frase de una de mis película favoritas...

—Seamos locos y raros, porque aburridos y amargados existen demasiados.—admito para mi, con una sonrisa.

—¿Entonces?

—Vamos Thomy—le doy un beso rápido y nos dirigimos a la valla que rodea la casa.

Uf...

Un rato después estábamos dentro. La casa es impresionante, grande, lujosa y mucho más hermosa en el interior.

Espera...

—¿Y si hay alguien?—me detuve abruptamente.

—Pues... es mejor pensar que no hay nadie.

—¡Thom!—articulo en un susurro—No estoy bromeando.

—Ni yo.—hizo una pausa para mirarme—No va a pasar nada.

—¿Y cómo sabes eso, eh?

—¿Confías en mi?

¿Qué si confiaba en la persona que quiero...?

¿Que quiero? ¿Acabo de pensar eso...?

Oh mierda... A lo mejor es muy pronto...

—¿No confías en mi? —pude notar el tono de su voz.

—Thom, confío en ti—hablo rápidamente, olvidando esos pensamientos.—Claro que confío en mi novio. ¿Sabes? pondría mi vida a tú buen recaudo si quisiera—dije sonriendo.

—Te diría lo mismo... pero estaría mintiendo.—añade—Eres muy torpe.

—Y dale otra vez con eso. Me ha quedado más que claro, Thomas—me cruzo de brazos.

—Te ves hermosa cuando te enfadas.

¡Oh vamos!, no puedes decirme algo como eso cuando estoy enfadada.

—No estoy enfadada—repuse.

—Sí lo estás.

—No.—empiezo a sentir mi cara roja.

El sonrió.

—¿No tienes calor?—se quitó la camisa de un solo movimiento—¿Quieres meterte a la piscina conmigo?

—Debe de estar helada...—artículo con dificultad, viendo su abdomen al descubierto, marcado y tonificado.

—Es bueno para las articulaciones—asegura.

—No sé...

—Aburrida. —resopla.

Bueno... al final salí aceptando. ¡Pero solo porque mis manos no dejaban de cosquillear al ver sus maravillosos abdominales!

Me quite la ropa y solo quedé en ropa interior. Si, tuve algunas dudas: las típicas inseguridades... Pero si quería estar junto a él tenía que hacer un pequeño sacrificio.

—¿Estás seguro? No quiero pillar una hipotermia la noche anterior de mi cumpleaños—Thom no dijo nada porque ya estaba corriendo para tirarse al agua—¡Thomas!—grito cuando el agua me salpica.

—Ven—dice sacudiendo su pelo.

Sin pensarlo mucho cojo impulso y me tiro a la piscina... y...

¡Joder, está congelada!

—Dios... Que frío—nado en su dirección para después juntar inconscientemente su cuerpo al mío en un abrazo. Mis dedos tocan partes de su piel lisa y suave, haciendo que el contacto erice mi piel.

—Pues más te vale siempre tener frío—pasa sus dedos por mi delicadamente, rodeando mi cintura para obtener un mejor agarre.

Nuestras respiraciones se escuchan entrecortadas por el frío. Apoyo mi cabeza en el hueco de su cuello y me relajo en sus brazos. Estar junto a él es eso, relajante, es tranquilidad y felicidad.

Thom me hace feliz.

No se si esto es estar enamorada, pero si lo es, puedo asegurar que es algo que no puedo expresar con palabras... Son los momentos, los lugares, somos nosotros creando algo tan fuerte y bonito que es tan siempre como decir...

—Te... Te quiero—dije en un susurro.

—¿Mhm?

—Que Te quiero, Thomas Wilson.

Pero antes de que él pudiera decir algo, otra voz hablo.

—¿Otra de tus estupideces, Thomas?

¡Oh vamos!

¿Por qué siempre hay otra persona en estos momentos tan importantes? Marisol, Este señor alto enfundado en un traje hecho a medida, con expresión seria y enfadada a la vez...

Espera...

«¿Otra de tus estupideces, Thomas?»

¿Lo conoce?

Justo entonces ese mismo señor me reparó sin vergüenza alguna y volvió a mirar a Thom algo enfadado.

—Papá—dijo finalmente mi novio.

¡Oh fenomenal!, voy en ropa interior y tengo a mi suegro a menos de cinco metros.

~•~••~••~•~
VOTEN y COMENTEN.
Gracias por leer :)
~•~••~••~•~

Continue Reading

You'll Also Like

6.2K 1.7K 25
Pensamientos de un corazón roto: Seguro dirán que hay muchas historias con ese nombre, que es un amor no correspondido y tal vez piensen que es la tí...
12.1K 962 36
Imagina despertarte de la siesta un día y descubrir que tu vida ha dado un giro de 180 grados. Eso es exactamente lo que le sucede a Noelia, una jove...
749K 52.1K 65
Emilia Matthews es una amante jugadora del fútbol, no piensa en otras cosas más que en entrenar y ganar sus partidos, en su vida no importa otra cosa...
409K 10.5K 117
Esta no es una HISTORIA, ¿entonces que diablos es...? Es una lista de todos los libros que he leído, lo cual recomiendo leer,son los que más me han g...