R E V E N G E | Villargas / I...

De weymorat

28.5K 2.5K 3.9K

Simón comprende que Juan Pablo no es culpable de las penas y tormentas que han pasado él y su familia durante... Mai multe

I. B O D A
II. A D V E R T I D O
III. M I E D O
D A N T E
[RECUERDOS P.1]
[RECUERDOS P.2]
IV. H A R T O
V. I D I O T A
VI. L O P R O M E T O
[RECUERDOS P.3]
VII. ¿ A L E J A N D R O ?
VIII. S E G U I R
IX. [P.1] N O R M A L
[RECUERDOS P.4]
IX [P.2] M I E R D A
X: O T R A V E Z
XI [P.1] I N T E N C I Ó N
XI. [P.2] D I S C R E C I Ó N
XII. G R A T O
XIII. V I S I T A
XIV. R A R O
XV. C O N F E S I Ó N
XVI. L O S I E N T O
XVII.[P.1] C O N S C I E N C I A
XVII. [P.2] S U F I C I E N T E
XVIII. E N V I D I A
XIX. L E J O S
[RECUERDOS P.5]
XX. [P.1] M O L E S T O
XX. [P.2] A Y U D A
[RECUERDOS P.6]
Historia cancelada
XXI. P E N S A R
XXII: M Í R A M E A M Í
XXIII. P A P Á
XXIV. E S T O Y A Q U Í
XXV. O L V I D A R
XXVI. N O C O M O A N T E S
XXVII. D O L O R
XXVIII. M E Q U E M A
[RECUERDOS P.8]
XXIX. [P.1] P A R A Í S O
XXIX. [P.2] A N T E I N F I E R N O
XXX. I N D A G A R
XXXI. I N F I E R N O
XXXII. S A N A R
XXXIII. A F E R R A R S E

[RECUERDOS P.7]

330 46 115
De weymorat

(Maratón 1/4)

Hola, volví. Y traigo maratón :D (Este capítulo es del día que todo se fue a la mierda con el Isargas, y es bastante largo). 

[ Martín ]

Las palabras se quedaron atoradas en mi garganta una vez que Isaza se fue,  y detrás suyo mi estabilidad también me abandonó. Es como si el bienestar que me invadió en los días más recientes hubiera tomado la mano de mi amigo y junto a él atravesara el umbral de la puerta, dejándome refundido en una gran angustia. 

Una vez escuché el estruendo de la puerta siendo cerrada por Isaza me abracé a mí mismo sobre el sillón.

"¿Me habré equivocado? ¿Simplemente me dejé llevar? Quizá no debí decir tales cosas de Andrea, quizá la juzgué mal..." pensé por un momento, mi cabeza dolía pero la mayor molestia recaía en mi pecho. La incertidumbre me hizo desechar esa idea al momento.

No...─ Me repetí con las lágrimas aún rodando por mis mejillas. ─ Estoy seguro que lo de su abuela fue un invento para estar cerca de Isa. Lo peor es que él es muy tonto como para darse cuenta. ─ Solté un bufido.

En la soledad de la casa vino a mi mente el día que la conocí, la primera vez que tuve una sesión con ella; recuerdo exactamente su figura autoritaria y su gran sonrisa remarcada con un labial rojo. Cuando conversamos me dijo que no tenía ningún familiar, o por lo menos ninguno que ella quisiera recordar, y se encargó de decirme lo afortunado que soy por contar con el apoyo de mi hermano, Isaza y Villamil. Ese día se mostró muy diferente conmigo, pero ahora sé que Andrea no es más que un lobo escondido bajo un disfraz de bondad.  

Dejé de llorar tan pronto como el frío comenzó a colarse en la sala, por lo que apagué todas las luces del piso inferior y me dirigí a la habitación que Isaza había destinado para mí. Esperaba que cuando viera a Isa por la mañana pudiéramos arreglar todo, tal vez con un abrazo o con un delicioso desayuno preparado por mí, realmente no puedo estar tanto tiempo molesto con él. ¿Eso me pone en algún tipo de desventaja? La verdad, espero que no sea así.

Una vez refugiado en la calidez de las mantas tuve tiempo de emitir mi último suspiro de paz. Luego de ese día nada sería igual y lo supe cuando, exactamente media hora después de haber cerrado los ojos, alguien abrió la puerta de mi habitación. No tuve tiempo de reincorporarme, de gritar o buscar algo para defenderme, no tuve tiempo de absolutamente nada razonable en cuanto su respiración tocó mi rostro como una infernal ráfaga de viento. 

Irracionalmente usé las mantas como un escudo, de niño hacía lo mismo para protegerme de los fantasmas de mi habitación, pero estoy seguro que no me protegerán de los demonios que encarnan la piel humana; justo lo que representa Dante para mí. Aún así, dentro de mi angustia me pareció una opción viable.

Temblé cuando su mano tomó posesión de mi muñeca y de un sólo movimiento me hizo abandonar la seguridad de mi cama, estuve a punto de gritar, pero la presencia de una tela extraña en mi nariz y boca me hizo detenerme, en continuidad un olor dulce picó mi nariz y mi entorno se nubló en la más terrible oscuridad.

[ Martín ]

Cuando desperté ya no estaba en el mismo sitio, mis piernas permanecían juntas debido a mi postura y a un par de cuerdas que las sujetaban contra las patas de una silla, mi torso y mis muñecas también se hallaban sujetos por cuerdas, y mis labios permanecían sellados por un pedazo de cinta adhesiva. Miré a mi alrededor encontrándome en una elegante habitación que por la decoración daba pintas de ser ocupada por una chica.

Al darme cuenta de la situación repetí la misma historia de antes, mi soledad me acercó más a mi captor hasta que finalmente me atrapó.

Dante se hizo presente con una sonrisa ladina, no era necesario que se presentara, yo sabía que era él desde que violó la intimidad de mi cuarto; de igual manera cerré los ojos al notar su presencia.

Hola Martín. ─ El tono de su voz me hizo apretar más los ojos. ─ No nos vimos en un buen rato, ¿cierto? Apuesto que estabas tan impaciente como yo por nuestro reencuentro. ─ Sus pasos contra el suelo de madera me indicaron que se acercaba hacia mí.

"Por favor, que esto sea una pesadilla." Deseé con todas mis fuerzas.

Sé lo que estás pensando. ─ Rió. ─ Tú dijiste que somos uno mismo, ¿Lo recuerdas? ─ Se posó justo frente a mí, acarició mi cabello y yo mantuve los ojos cerrados y la cabeza con dirección al piso. 

"Las pesadillas no sólo ocurren en sueños."

Mírame, Marto. ─ Susurró, a lo cual yo negué con un sutil movimiento. ─ ¡MÍRAME! ─ Su voz resonó por toda la habitación, él tiró fuertemente de mi cabello. Solté un gemido por el dolor y con el más terrible miedo circulando por mis venas conecté mis ojos con los suyos.

 ─ Eso es, eres un buen chico...─ Soltó inesperadamente tranquilo. ─... Un buen chico, Martín es un buen chico.

Los siguientes segundos fueron insufribles, decenas de lágrimas descendían de mis orbes mientras Dante acariciaba las largas hebras de mi cabello sin quitarme la mirada de encima.

Admito que eres mucho más lindo que antes. El día que te encontré en el callejón no pude apreciar bien tu rostro. ─ Me sonrió, como si de alguna manera eso me hiciera sentir más tranquilo. ─ Andrea no le hizo justicia a tu lindura con las fotos que me dió.

Abrí los ojos tanto como pude, el miedo en mis entrañas se había elevado a la décima potencia. Dante lo sabía y eso le deleitaba, ¿Por qué? ¿Qué tenía que ver Andrea con mi secuestro? ¿Cómo conocía a Dante? ¿Será posible...?

Pequeño, estás tan confundido, ¿No es así? ─ Ese apodo no podía sonar dulce para mí si provenía de labios ajenos a los de Juan Pablo Isaza. ─ Aclararé todo por ti.

Dante acercó una silla frente a mí, al sentarse tomó mis manos aún atadas y las dirigió a su pecho, su corazón bombeaba sangre a un ritmo elevado. ─ ¿Sientes eso? ¿Sientes todo mi amor hacia ti? Tu sola presencia me provoca estragos.

Dante acercó su mano a uno de sus bolsillos para extraer algo de ahí, pero trataba de mantenerme distraído con leves caricias en mi mejilla. Un brillo metálico cegó el rabillo de mi ojo en cuanto su mano dejó el escondite en su sudadera: era una navaja.

Tomó una de mis muñecas y pese a mi resistencia la acercó rápidamente a la afilada punta del arma. ─ ¡¿PUEDES VERLO YA?! ─ Deslizó el objeto por mi piel y aún con los labios sellados reprimí un grito de dolor. ─ ¡ESTO ES LO QUE SIENTO POR TI!

Mi propia sangre escurrió por mi ropa, mi mirada se posó en la gota viajera que recorría con gran prisa la extensión de mi brazo y dejaba un camino rojo serpenteante a su paso. Me perdí y también perdí las esperanzas de estar soñando.

¿A quién engañaba? El dolor era tan real, mi sangre abandonó mi cuerpo frente a mis ojos y no podía hacer más que admirar su recorrido. Aún cuando Dante me obligó a mirarle, mi mente ya no estaba en este plano, mis ojos no veían su sonrisa y mis lágrimas no podían expresar más dolor.

Tú me obligaste a esto. ─ Expresó. ─ ¡Nada habría pasado si no hubieras abierto la boca por segunda vez! ─ Me gritó a la cara y sólo entonces pude apreciar bien su rostro, había algo de ella en su expresión, en su alma. Habían tantos rasgos en común con Andrea que no pude apreciar antes. ─ Iba a ir por ti, precioso, yo no quería que las cosas fueran así. Tendríamos una buena vida juntos, lejos de toda esta mierda. Lejos de ese idiota... Sólo tenías que confiar.

La herida dejó de sangrar, el rastro se extendió hasta el piso y ensució la ropa de Dante.

Pero preferiste traicionarme, de nuevo. ¿Acaso no quieres que esté junto a ti, precioso? ─ Reservé mi respuesta corporal por mi seguridad; mi respiración estaba agitada, podía sentir el aire salir cuando sujetó mi cuello y acercó la navaja a esa zona. ─ ¿Debería matarte por eso? ─ Nuevamente comenzó a torturarme con la punta. 

Andrea me dijo que sientes algo por él, pero estoy seguro que la locura de sus pacientes se le ha contagiado y ahora tiene delirios sobre su viejo amor. ¿Verdad que es mentira? ¿Verdad que solo me quieres a mí?

"¿Qué mierda es Andrea para Dante?"

¿Verdad que solo son delirios de esa perra loca? Tú me quieres a mí, tu cuerpo tiembla cuando estoy cerca de ti. Es amor Martín, no dejes que esos tres malditos te engañen... Tú me amas tanto como yo a ti. ─ Mis sollozos se intensificaron cuando posó sus asquerosos labios sobre la piel que acababa de marcar, cuando con sus manos tocó mis mejillas mojadas y se atrevió a susurrar que todo estaba bien, que iba a quitar la cinta para probar mis labios.

Pese al ardor en mi boca por el pegamento tuve mi oportunidad de escupir mi desprecio hacia él.

─ ¡Te equivocas, no soy un maldito loco como tú! ¡Escúchate! ¡Haz perdido la jodida y poca cordura que te quedaba! ─ Sentí el impacto de su mano contra mi mejilla.

¡Cállate! ─ La fuerza en la palma de su mano hizo a la silla desequilibrarse y hacerme caer junto con ella. Dante se recostó en el suelo buscando mi mirada, apretó mis mejillas haciendo abultar mis labios. ─ ¡Yo no estoy loco, toda esta mierda la hice por ti! ¡Soporté las jodidas palizas en la cárcel para que no me aumentaran más años! ¡Soborné al maldito juez para que redujera mi condena! ¡Incluso tuve que pedir ayuda a la persona que más odio en mi vida! ¡TODO POR TI!

Dante estrelló sus labios contra los míos en un intento por acallar mi llanto, me besaba con fiereza y yo lo único que quería era alejarme. 

De alguna manera, tenía razón, esto era mi culpa, jamás le dije a mi hermano que logró obtener la libertad condicional, nunca lo alerté de los celos enfermizos de Dante hasta que quiso abusar de mí. De haberlo hecho quizá no estaría aquí esperando un milagro.

Me quise convencer durante los dos años que este no es el Dante del que me enamoré, que este monstruo no es más que una ruin copia del chico pelirrojo y tierno que me cantaba canciones y cuyo hombro me servía para desahogarme... Pero no existe una versión mal lograda, en esa sonrisa que me hacía suspirar ocultaba su verdadera naturaleza. Dante es esto y siempre lo fue, pero fui tan estúpido para notarlo.

Tuve una revelación de cordura mientras sus labios lastimaban los míos con sus movimientos, con mis dientes tomé su labio superior y lo mordí con fuerza, Dante se quejó pero no me detuve hasta que el sabor metálico de su sangre invadió mi cavidad bucal. Me apartó de forma brusca haciendo que mi cabeza se estrellara contra el suelo.

¡Ya no eres un buen niño, Martín! ¡Eres un jodido bastardo! ─ Desde mi posición lo observé limpiarse la sangre. Dante pateó mis costillas con fuerza y todo el aire contenido en mi interior salió por mi boca en forma de mugido. ─ ¡Lo siento, lo siento! Perdóname precioso, no quise hacerlo. Tú sabes que yo solo quiero protegerte, no lastimarte. Pero tú provocas que te haga daño, no te comportas como el niño bueno de siempre. ─ No pude hacer más que fulminarlo con la mirada, nerviosamente soltó una risa tratando de restarle importancia al asunto. ─ No te preocupes hermoso, esto se me quitará con un par de puntadas. No me hiciste tanto daño.

Me sentí tan humillado, el dolor que propicié en Dante no es ni remotamente parecido al que él causó en mí. No tengo posibilidades de nada si se trata de él.

El amor duele. Tiene que doler para que sea bueno. ─ Mencionó como el ser retorcido que es. ─ Andrea me dijo que la mejor forma de demostrarte mi amor es con esto. Y tiene razón, luces particularmente hermoso con mis marcas... Marcas de mi amor.

Con ello pude comprobar que no solo es una manipuladora, sino también una psicópata. No pude evitar preocuparme por su cercanía con Isaza, ¿Y si trataba de hacerle daño?

¿D-De dónde carajos co-conoces a Andrea? ¿Qué mierda te ha di-dicho sobre mí? ─ Pronuncié con dificultad, Dante sólo sonrió y reincorporó la silla donde estaba atado. 

─ Esa loca es nada menos que mi adorable hermana mayor. ─ Fruncí el ceño con sorpresa, ahora todo tiene sentido, la mierda viene de familia. ─ Sé lo que piensas ahora, nuestros apellidos no coinciden. La historia es difícil de explicar pequeño, pero intentaré resumirla para ti... Andrea Solano es mi media hermana, nuestro padre nunca me reconoció y tuve que usar el apellido de mi madre, ya que ella era su amante. Mi padre no supo de mi existencia hasta mis 16 años, y por culpa de esa maldita nunca me vió como su hijo, tampoco me dió su apellido ¡Ella lo manipuló y se olvidó de mí y de mi madre! ¡Mi propio padre me abandonó por su maldita culpa! 

Dante cayó de rodillas frente a mí, para este punto ya había roto en llanto. Tomó mis manos y con ellas acarició su propio rostro.

¡Mi vida es una mierda gracias a ella! Nunca me vió como a un hermano y cuando supo que estaba en la cárcel solo me ayudó para beneficiarse, de no haber estado involucrado ese imbécil de Juan Pablo Isaza en mi caso ella seguramente habría usado el dinero de nuestro padre para refundirme todavía más. Nunca me quiso en la jugada.

¿A-Andrea te ayudó a salir? ─ Pregunté intentando procesar toda la información.

Andrea lo planeó todo, mi corazón. No habría podido traerte aquí, a su casa, si ella no se hubiera encargado de sacar a Isaza de la suya... No habría podido traerte aquí si ella no me hubiese dicho que el enrejado del jardín estaba viejo y era fácil de cortar. Y por supuesto, no habría podido lograrlo si Andrea no estuviera obsesionada con ese imbécil.

No me sorprendió en lo absoluto que todo fuera idea de ella, siempre supe que lo de su abuela era falso. Pero ahora que sabía de su obsesión por mi amigo mi rechazo hacia ella aumentó, ¿Qué mierda de ser humano podía hacer todas esas cosas sintiendo un amor sano?

─ ¡Y si odias tanto a tu hermana, ¿Por qué mierda aceptaste su ayuda?! ¡¿Por qué demonios tuvieron que aparecer y joderme la vida?!

─ Porque tú eres un estorbo para Andrea, así como Isaza es un estorbo para mí. No sé qué demonios le ve a ese idiota, pero lo quiere solo para ella. Así como yo te quiero solo para mí.

─ Estás enfermo... ¡Tú y tu hermana son unos enfermos de mierda!

 Dante se abalanzó sobre mí. Ahora no sólo se limitó a mis labios, dejó marcas por todo mi cuello mientras desataba las cuerdas de mi torso y piernas. ─ Aprovecha los últimos momentos que tienes para gritar de enfado, porque la próxima vez gritarás de...─ Interrumpí su discurso asqueroso con una patada en su entrepierna que lo hizo retorcerse de dolor, me reincorporé como pude y salí corriendo de la habitación.

¡ME LAS PAGARÁS, MOCOSO IMBÉCIL! 

Escuché desde el pasillo, pero sus gritos no fueron un impedimento, solo quería salir de ahí cuanto antes, podía escuchar sus pasos apresurados en la proximidad, mi corazón latía al mismo ritmo que el de Dante; el miedo me hizo tropezar un par de veces, pero pude seguir corriendo a pesar del dolor en mis rodillas. 

Tenía que huir tan pronto como fuera posible y buscar a Isaza para prevenirlo de esa loca. Mi objetivo estaba tan claro  como mi vista en el picaporte de la puerta de entrada... Pero aquella esperanza de salir medianamente ileso de esa maldita casa se vino abajo cuando el picaporte no me dejó abrir la puerta por más que lo giraba.

─ ¡Maldita sea, alguien ayúdeme! ─ Exclamé, ese loco de mierda nos había encerrado. 

No quise perder más tiempo e intenté buscar otra salida, pero su mano encerró mi boca apenas me volteé. Su rostro adornaba la más horrible sonrisa que pude ver en mi vida, intenté morderlo de nuevo, incluso golpearlo pero es evidente que su fuerza rebasaba la mía. 

No debiste hacer eso, precioso.

Sabía lo que iba a pasar, pero estaba demasiado débil para evitarlo.

"Lo siento, Isa. Lo siento, Simón. Lo siento, Villa ... Lo siento mucho mamá, pero no soy tan fuerte.

Y todo a mi alrededor volvió a ser oscuro más allá de lo literal.

[ Martín ]

Cuando volví a despertar, el ambiente estaba naturalmente iluminado, lo que me hacía suponer que la mañana había llegado y con ella el dolor en cada una de mis extremidades, siendo especialmente insoportable en mi cabeza y mi espalda baja; cuando pude ser consciente completamente de mis dolencias supe qué me había pasado y mis lágrimas formaron un mar interminable al verme en tal estado.

Estaba atado de pies y manos, completamente desnudo en la cama de la misma habitación de antes. Las mantas apenas cubrían mi pelvis, pero gran parte de mi cuerpo contenía pequeñas marcas de color violeta, estaban en todas aquellas partes que mis ojos podían divisar, además de uno que otro rasguño. Por más que deseaba gritar las palabras no salían de mis labios, sólo me limitaba a llorar en silencio.

A diferencia de la primera ocasión, Dante se presentó frente a mí, su sonrisa alegre fue lo que culminó la mierda de sentimientos que tenía en ese momento. Traía una bandeja llena de comida y la colocó sobre mis piernas inmóviles.

─  Te traje el desayuno, precioso... Te hice waffles con fruta. ─ Me sonrió. ─ Me tomé la libertad de vendar tu mano, así la herida no se infectará. ─ Levanté la rodilla con fuerza haciendo que la bandeja cayera al suelo. ─ ¡Eres un idiota! ¡Después de todo lo que he hecho por ti, hasta este puto desayuno, sigues siendo un maldito egoísta!

¡Lo único que has hecho es arruinarme la vida desde que apareciste! ¡Abusaste de mí dos veces y has hecho de mi vida un infierno! ¡Cuando salga de aquí regresarás auna jodida celda o a un psiquiátrico de por vida!

Me sentía como la mierda, no podía dejar de llorar. ¿Por qué tiene que ocurrirme esto? ¿Por qué yo? ¿Por qué Isaza?

─ Te equivocas, lindo...─ Sujetó mi barbilla. ─ Claro que saldrás de aquí, no me conviene tenerte conmigo ahora. Al final de cuentas no me quedé con las manos vacías hoy.... Ah, y no hice nada más que apreciar y marcar tu cuerpo si es lo que te preocupa, ya tendremos tiempo para subir de nivel después.─ Sus palabras y su toque me daban ganas de vomitar, me sentí tan impotente por no poder apartarlo. ─ Pero tú no le dirás a nadie lo que pasó hoy.

─ ¡¿Crees que me quedaré callado, hijo de perra?!

No lo creo, estoy seguro. Sobre todo porque...─ Dante se acercó a uno de los muebles, abrió un cajón y tomó un sobre que se encontraba en el interior. Se acercó a mí de nuevo y me lo arrojó a la cara. ─... Tengo esto.

¿Qué se supone que es eso? ¿Alguno de tus trucos? ─ Dante negó.

─ Esto, precioso... Es tu vida. Y la tengo en mis manos. ─ Del sobre extrajo algunos documentos y los colocó en mi campo de visión. ─ Andrea podrá ser una perra, pero es muy astuta y me dió toda la información que necesito sobre ti, tu hermano, el imbécil de Juan Pablo Isaza y el niño estirado con el que se casó tu hermano. Tengo todo lo que necesito para destruirlos... Así como tengo la dirección de la casa de Isaza también tengo la de tu cuñado, ¿Qué pasaría si le hago una visita a él y a tu hermano así como lo hice contigo?

Mi mundo terminó de caerse a pedazos con aquellas palabras. 

Esto es lo que harás si quieres mantenerlos a salvo... Cuando salgas de aquí, quiero que los desprecies, a los tres, quiero que te conviertas en la misma jodida pesadilla que fuiste para mí en estas horas, quiero que seas la causa de su sufrimiento, que los desprecies... Quiero que dejes de ser el niño bueno de siempre.

"Si vuelve a decir "niño bueno" otra maldita vez..."

Tengo formas de comprobar si lo haces o no.

¿Lastimar a las tres personas que más quiero en este mundo? El nudo que se sembró en mi garganta es más doloroso que la herida que este desquiciado me hizo en la mano y seguramente cualquier daño físico no podría compararse al dolor que sentiría si hago lo que me pide.

Cuando ellos ya no te soporten y te alejen, cuando solo seas una maldita carga para ellos... Ahí estaré yo, vendré por ti y ten por seguro que no te extrañarán. Seremos felices los dos alejados de todos los que acabaron con nuestra relación... No falta mucho para que cumplas la mayoría de edad, ¿No es así? Iré por ti en ese momento.

Me quedé estático, no podía hacer nada. Por mucho que me doliera debía procurar a mi familia, ese loco de mierda tiene la sartén por el mango.

─ Si abres la boca los tres caerán. Uno por uno. Y te quedarás solo. ─ Se acercó a mí hasta el punto de que nuestras respiraciones se mezclaron, me sentí tan asustado. ─ Ya no tendrás a nadie. Se irán como tu madre. ─ El dolor en mi pecho se hizo insoportable, él mejor que nadie sabe que hablar de mi madre siempre me pone en desventaja. ─ Y cuando no te quede nada serás mío... Tus ojos me verán solo a mí mientras pisoteo la memoria de quienes nos separaron.

Mi respiración se agitó con los miles de escenarios catastróficos y abrumadores que se sembraron en mi mente al mismo tiempo, mi corazón latía tan rápido, imaginé las caras decepcionadas de los tres. Me imaginé tan pequeño... Tan débil.

Y mi corazón se detuvo por un segundo.

- Actualidad -

Pese a la frialdad del menor, el más alto se había quedado a dormir junto a él en el hospital sobre un pequeño e incómodo sillón que había en su habitación. No era una molestia para él, pues Martín sería dado de alta en la mañana y quería estar presente.  

Aléjate de mí... Déjame.─ Los balbuceos del chico despertaron a Isaza, quien rápidamente se levantó del sillón donde descansaba. 

¿Martín? ─ El adolescente comenzó a hiperventilar aún en un estado de somnolencia. ─ Martín, despierta.

Suéltame... ¡Suéltame─ Los gritos de Martín lo alertaron y presionó el botó de ayuda, el pequeño se retorcía en la cama e Isaza tuvo que abrazarlo a su pecho para evitar que la aguja intravenosa se moviera y se hiciera daño. 

Martín, despierta...─ Era inútil, el castaño no cesaba, su respiración era cada veza más intensa. Su pesadilla había regresado, esta vez en su forma convencional. Como recuerdos dentro de sus sueños. Como miedo en forma de delirios.

Martín volvió en sí cuando la enfermera en turno llegó a su habitación, y mientras esta buscaba un sedante para estabilizarlo se encontró con el amable rostro de Isaza, quien se separó de él inmediatamente al creerlo molesto.

Yo... Lo siento, te vi tan mal que tuve miedo que te lastimaras. Si estás enojado conmigo, yo...─ La enfermera regresó tan pronto como se fue e inmediatamente administró el sedante mientras Martín observaba a su mayor con nostalgia. 

Sabía que a pesar de todo, Isaza estaba siempre para él...

Por favor, abrázame hasta que me duerma. ─ Le susurró. A la mierda Dante, a la mierda el dolor, en ese momento él sólo quería a su Isa... Con ver su rostro preocupado todas sus fuerzas para rechazarlo se desvanecieron. ─ Te necesito, mi gigante.

Isaza sonrió y se atrevió a soltar una lágrima. Lo abrazó con rapidez ante el temor de un arrepentimiento por parte del menor.

Estoy aquí, pequeño. Siempre estaré aquí para ti. ─ Con estas palabras Martín poco a poco cerró los ojos, de igual forma, la calidez de es abrazo no se desvaneció. Sobre todo para el más alto.

Quizá, Isaza había dejado de ver a Martín como un hermano desde hace mucho. Pero era demasiado orgullosos para reconocerlo.

Carajooooo ¿Cómo escribí más de 4000 palabras? :0

Siento si quedó un poco aburrido, pero andaba inspirada y la escena final de esta capítulo me rondaba en la cabeza desde hace mucho, lloré un poco cuando la escribí. Díganme si les gustó.

Bueno, esta es la primera parte del maratón, los siguientes capítulos serán más cortos, en un par de horas subo la siguiente. Nos vemos al rato.

- weymorat :)

Continuă lectura

O să-ți placă și

191K 24.4K 118
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
563K 89.4K 36
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
618K 57.4K 45
"ADAPTACIÓN" Me ví obligado a casarme con el hombre más frío, cruel, orgulloso, prepotente y multimillonario de todo el país solo por un contrato que...
341K 25.4K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.