XXX. I N D A G A R

246 26 191
                                    

[ Martín ]

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

[ Martín ]

El crujido de una puerta siendo abierta me hizo despertar de golpe. No logré ver nada, pues pude sentir la venda sobre mis ojos y la fuerza que ejerce esta sobre mi piel me hizo liberar un gemido... ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?

El dolor en mi cabeza llegó más rápido que las respuestas siendo acompañado de unas ganas intensas de vomitar. Quiero gritar pero mi voz fue silenciada por harapos en mi boca; quiero correr, pero mis tobillos atados por cordeles me obligan a mantener mis -ahora descalzos- pies sobre la tierra, también descubro que he sido despojado de la mayor parte de mi ropa.
Escucho sigilosos pasos acercarse hacia mí, primero lentos y después mucho más rápidos.

Sea lo que sea que está afuera, no pretende ser amigable... Y me siento agradecido de no tener que mirarle, porque no podría soportarlo.
Estoy a punto de ahogarme en mis propias lagunas mentales en un intento desesperado por recordar, que sea mi mente en lugar de mis ojos quien me presenté a mi atacante, porque mis orbes solo están hechas para llorar.

Puedo percibir su presencia en mi delante.

Ya está aquí.

Su aroma afrutado comienza a propagarse por el radio de mi cuerpo postrado.

Su cercana exhalación eriza los vellos de mi cuerpo.

Puedo sentirle palpitar. Puedo escuchar su corazón llenarse, sus latidos se sincronizan con los míos.

Mi corazón galopa cual pura sangre corriendo por un prado, mi respiración también se acelera... Puedo sentir mi pavor ser exhalado en el aire.

Acaricia mi mejilla e intento resistirme, moviendo mis manos juntas por frías cadenas para intentar apartarle.

Puedo escuchar su risa, sentir los escalofríos que me genera... Los alaridos del viento retumban en mi nuca despertando mi sentido de alerta.

Le oigo moverse, ¿A dónde va? ¿Qué está sucediendo?

Volteo alarmado hacia todas partes, buscando encarar su identidad misteriosa a pesar de las vendas, mi cuerpo tiembla y el miedo me regala sus más puros motes de realidad. ¿Dónde estás? ¿Qué quieres de mí?

Descubro que jamás abandonó el sitio, pues sus pasos entaconados se escuchan detrás mío mientras regresa hacia mí. Mi cabeza es taladrada por mis esfuerzos por recordar... Yo estaba en el puente, el vacío estaba a punto de tomarme y hacerme descender hacia la liberación, había decidido caer.

Pero... Alguien me detuvo.

Y ese alguien me ha privado de mí, nuevamente, he vuelto a la cruel realidad en donde no soy mi dueño y alguien más decide los dolores que debo sentir. Mi recapitulación se pausa con el ruido metálico de unas cadenas vibrantes; de pronto, mis muñecas se sienten libres y las cadenas caen a mis pies.

R E V E N G E | Villargas / IsargasWhere stories live. Discover now