EL PRÍNCIPE DE MEDIO ORIENTE

By Liza120787

16.9K 2.2K 320

Secretos, una infancia triste y llena de reglas y obligaciones. A veces la realeza no es tan feliz como se pi... More

Prólogo
Capitulo 1: Serenity Black
Capitulo 2: Mi mejor amiga
Capitulo 3: El viaje
Capitulo 4: Secuestro
Capitulo 5: ¿Estoy muerta?
Capitulo 6: El caballero de la Luna
Capítulo 7: Peligro en el Palacio
Capitulo 8: ¡Gritos de auxilio!
Capitulo 9: Secretos
Capítulo 10: Un trágico pasado
Capítulo 11: Libertad entre muros
Capítulo 12: Encuentro fallido
Capítulo 13: Un cambio positivo
Capítulo 14: Pacto amistoso
Capítulo 16: Un enigma llamado Luna
Capítulo 17: La chica indicada
Capítulo 18: Revelaciones
Capítulo 19: ¿Estará convencida?
Capítulo 20: Una mágica velada
Capítulo 21: Una gran responsabilidad
Capítulo 22: Sentimientos sorpresivos
Capítulo 23: ¿Quien es ella?
Capítulo 24: Cuídalo bien
Capítulo 25: Sentimientos encontrados
Capítulo 26: Señales De vida
Capítulo 27: Reencuentro
Capítulo 28: ¿En Donde Están?
Capítulo 29: Reflexiones tardías
Capítulo 30: De vuelta a casa
Capítulo 31: Declaraciones
Capítulo 32: Confesiones
Capítulo 33: Una boda en puerta
Capítulo 34: Adiós Mamoru
Capítulo 35: Un final de cuento (1)
Capítulo 36: Un final de cuento (2)

Capítulo 15: Dolorosos recuerdos

394 63 4
By Liza120787

Tan pronto como Kunzite nos dejó solos, Mamoru y yo comenzamos a cenar. Había algo en el semblante de ese príncipe que me causaba una gran tranquilidad, por alguna extraña razón que yo misma desconocía, era la primera vez que no le temía.

-¿Puedo saber por qué me miras de esa forma?- me cuestionó al darse cuenta de mi profundo análisis visual rompiendo con ello el incómodo silencio que rodeaba nuestro ambiente.

-¡Lo siento! ¡Discúlpeme!- fue la respuesta que di en medio de titubeos y una gran vergüenza mientras intentaba silenciar mi boca con algunos de los deliciosos alimentos que nos habían llevado.

-¡Eres muy graciosa!- Mamoru me expresó al mismo tiempo que dibujaba en su rostro una pequeña sonrisa.

-¡Y tú eres muy extraño!- atiné a decir haciendo que su alegre rostro se tornara serio.

-Serenity, con toda sinceridad quiero que me respondas algo ¿Que piensas de mí?- ante sus palabras me quedé helada. No sabía qué debía decir, o más bien, no tenía idea de cómo reaccionaría si escuchaba algo que no fuera agradable para él.

-¡Bueno... Pues... Yo...! No te conozco- creí que esa sería la respuesta más viable pero para mi mala suerte, Mamoru insistiría en conocer mi opinión sobre su persona.

-¡Por favor! Necesito que seas sincera conmigo- me suplicó.

-¿Por qué te interesa tanto saber lo que pienso?- le dije bastante sorprendida.

-Pues verás...- Mamoru se levantó del taburete sobre el que se encontraba y dió unos cuantos pasos hacia el balcón de la habitación para continuar su hablar mientras miraba hacia el oscurecido cielo. -Todas las personas a mi alrededor siempre me elogian y hablan de lo maravilloso que soy. No hay una sola persona en la nación o en sus alrededores que se atreva a hablar mal de mi, ya que si lo hacen, serán castigados con la muerte. En pocas palabras, aunque la gente no sienta agrado por mí, no se atreverían a decírmelo, pero tú...- Mamoru giró su cuerpo y se recargó en la barandilla quedando frente a mi y viéndome fijamente -...Tu eres diferente. Eres la primera persona que se revela a mis órdenes, eres la única mujer que se ha resistido a satisfacer mis deseos, y si te hice esa pregunta fue porque estoy más que seguro de que serás la primera que me dé una respuesta real.

-Es que... No creo que te guste mucho mi punto de vista- le hablé con un poco de nerviosismo, ya conocía a ese hombre en su faceta agresiva y no quería provocarlo una vez más.

Ante mis palabras, Mamoru nuevamente se dirigió hacia donde yo me encontraba, pero en esta ocasión, en lugar de sentarse en el taburete que ya había ocupado anteriormente, se colocó justo a mi lado, sobre la suave sábana de seda que cubría la cama. Ambos estuvimos quietos y en silencio durante algunos segundos hasta que de forma bastante sorpresiva, sujetó mi mano derecha entre las suyas y una vez más solicitó la respuesta a la pregunta que ya había realizado -Serenity, por favor, es muy importante para mí saber lo que piensas sobre lo que has percibido sobre este hombre que está frente a ti. Te aseguro que aún cuando lo que me digas no sea de mi agrado, no te haré daño; tu bienestar es algo que me prometí a mi mismo, y también a Kunzite.

Esas palabras me causaron más confusión de la que ya tenía, pues no entendía el por qué Mamoru la habría prometido algo así específicamente a su soldado; sin duda este lugar y estas personas estaban llenas de misterio.

Por un momento dejé ese pensamiento a un lado y me concentré en la petición de Mamoru; él me había hablado con tanta melancolía tanto en su rostro como en su tono de voz que de inmediato me hizo convencerme de que estaría a salvo.

-Pues no hay mucho que yo pueda decirte- comencé a hablar -pero por lo que me ha tocado vivir desde que nos conocimos, creo que eres un tirano- con esa declaración, el semblante de Mamoru cambió de melancólico a furioso, pero eso no me importó. Ese hombre me había solicitado una respuesta sincera y no estaba dispuesta a pedir disculpas por algo que él mismo había ocasionado.

-¿Eso es todo?- me preguntó en medio de su seriedad -anda, desahógate, esta es tu oportunidad- Mamoru me insistió para que siguiera hablando, cosa que yo hice.

-Pues yo creo que estas acomplejado con el poder y para demostrarte a ti mismo que eres superior, pisoteas a todos lo que se cruzan en tu camino- contesté.

-¿Eso crees?- mi acompañante cuestionó mientras la furia poco a poco comenzaba a notarse en su rostro.

-¡Ah no señor! Usted me pidió mi respuesta sincera y se la he dado, además, prometió que no se enojaría que cuando lo que dijera no fuera de su agrado, así que ahora se tranquiliza y me escucha porque aún no termino- le hablé con bastante autoridad olvidando de momento que yo era una prisionera y él un gobernante.

-¿Acaso hay algo más que tengas que decirme?- Mamoru cuestionó con la boca literalmente abierta y los ojos bastante agrandados. Creo que nunca esperó que yo le respondiera de esa forma.

-Creo que tienes un fuerte problema de temperamento. Incluso podría asegurar que eres bipolar. En algunas ocasiones como esta, te comportas con bastante educación, pero en otras, eres bastante agresivo, tanto que causas mucho miedo- en cuanto dije eso, Mamoru desvió su vista de mi y la dirigió al suelo.

-Sé que me he portado muy mal contigo. Desde la noche en la discoteca te condené a este encierro y a sufrir parte de mis ataques de rabia. Esto es muy difícil para mí, nunca antes lo había hecho, eres la primera persona con la que daré este gran paso- mientras Mamoru hablaba, yo me llenaba de confusión pues no comprendía lo que intentaba decir, y mucho menos me imaginaba cuáles eran sus intenciones, pero en cuanto lo supe quedé aún más asombrada pues ese príncipe de imponente apariencia, gesto de maldad y aparente corazón de piedra daría el primer paso hacia el camino de la humildad. -¡Perdóname! Te pido las más sinceras disculpas por lo que te he hecho, desde que intenté forzarte a pasar la noche conmigo, hasta ocasionar el accidente en el que casi pierdes la vida, y más recientemente, por quitarte tu libertad, pero sobretodo, porque nunca podrás recuperarla- el tono un poco triste que Mamoru le había impreso a sus palabras me dejó saber que hablaba con sinceridad. -¡Serenity! ¡Perdóname! ¡Tienes toda la razón! ¡Soy un monstruo! ¡Soy un ser despreciable!- Mamoru seguía con la mirada hacia el suelo, pero pude ver claramente como dos pequeñas gotas de agua golpeaban el suelo ¿Acaso él estaba llorando? -¡Discúlpame Serenity! El odio me ciega y me transforma. Los malditos recuerdos me azotan y hacen que me convierta en alguien que no soy. Yo no quería esta vida. Mis primeros años fueron felices, pero después todo cambió, mi vida estuvo rodeada de tragedia, humillación y dolor emocional y físico. Fui víctima de todo tipo de abusos...- en este punto de la conversación, Mamoru comenzó a tener una actitud que ya había visto antes; estaba tomando esa postura encorvada con las manos sobre las sienes intentando mitigar algún dolor en su cabeza la cuál giraba de un lado hacia el otro, y que solo me alertaba de lo que estaba por venir, ese hombre estaba apunto de explotar. -... fuí humillado, supliqué porque el suplicio terminara, pero eso nunca pasó, y cuando lo ví a él, creyendo que me ayudaría, sólo ordenó que mi maltrato fuera más grande. Yo era un inocente que solo tuve la mala fortuna de tener una madre indigna y un padre resentido que me hizo pagar por errores que no cometí- con esa última expresión, Mamoru se levantó de la cama y comenzó a dar pasos sin rumbo fijo y a decir cosas que tenían aún menos sentido para mí -¡Aléjense! ¡No quiero que vengan! ¡Odio recordar! ¡Odio mi vida! ¡Me odio! ¡Soy un monstruo!

En ese momento me levanté de la cama e intenté acercarme a Mamoru para tratar de calmarlo pero sus palabras ante mi acción fueron muy claras.

-¡No Serenity! ¡Aléjate! ¡No te acerques.

-¿Qué es lo que te ocurre?- pregunté interesada y preocupada por él.

-¡Sal de aquí! ¡Vete! ¡No quiero hacerte daño!- Mamoru quería alejarme, pero había un extraño instinto dentro de mi que me dictaba no abandonarlo, así que desobedecí su órden.

-¡No me iré! No sé qué es lo que te sucede, pero sí sé que se debe a tu pasado.

-¡Te he dicho que te largues!- de un solo movimiento Mamoru se levantó con una mirada totalmente fría que dirigió hacia mí. -¿Por qué siempre has de cuestionar mis órdenes?- me dijo al mismo tiempo que de forma bastante agresiva dió un manotazo que terminó por voltear el carrito de servicio y comenzó a dar algunos pasos para acercarse a mí, con la diferencia de que esta vez no me provocaba miedo alguno.

-¡Anda! ¡Acércate! ¿Qué vas a hacerme? ¡No te tengo miedo!

-¡Cierra la boca!- de pronto, la mano de Mamoru se elevó y se dirigió hacia mi rostro, pero justo antes de que pudiera hacer contacto con él, esta se detuvo en el aire -¡No puedo! ¡No quiero! ¡No debo! Lo prometí... En memoria de Luna...- una vez más se hacía presente ese nombre, aunque creo que eso solo desató una lucha interna consigo mismo. Una vez más Mamoru se alejó de mí sujetando los extremos de su cráneo dejando un espacio libre para que yo pudiera salir en busca de ayuda.

-¡Kunzite! ¡Kunzite!- salí de la habitación y comencé a gritar ese nombre. Tan pronto como el mencionado escuchó mi llamado se asomó por la puerta de su propia alcoba y salió a mi encuentro pensando que su amo me había hecho daño nuevamente.

-¿Qué sucede? ¿Le ha hecho algo el gran señor?- sus preguntas me sorprendieron bastante, tanto que solo indiqué negación con la cabeza. Me resultaba un tanto extraño que este hombre que en un principio me había tratado igual que su amo ahora demostrará preocupación por mi.

-Kunzite, algo le sucede a Mamoru, creo que tiene uno de esos ataques que he visto últimamente- ante mi explicación, Kunzite salió corriendo e ingresó a mi habitación para auxiliar a su señor

-¡Niño Mamoru! ¡Recuerde a Luna! ¡Piense en ella!- le habló el soldado sujetándolo por detrás y atrayendo su atención y comenzó a entonar una canción de cuna un tanto familiar para mi mientras lo abrazaba de forma tierna como un cariñoso padre

² -"Aquel legendario mar,
resplandeciente,
Silencioso,
Destellos mil tiene,
Luz de luna,
Resplandece"

-¡Kunzite! ¡Amigo! ¡Gracias por traerme de vuelta a la realidad!- acto seguido, Mamoru perdió el conocimiento en brazos de Kunzite.

En cuanto a mí, solo me quedé observando la conmovedora escena con algunos pensamientos en la mente. ¿Quién era esa tan mencionada Luna y qué habría hecho como para marcar tanto la vida de Mamoru? ¿Por qué Kunzite y Mamoru conocían esa canción que mi madre me cantaba? Algo dentro de mi me decía que los muchos misterios que envolvían este lugar y a estas personas, comenzaban a alcanzarme.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

2.- Resplandeciente cristal de plata / Salomé Anjari. (Fragmento)

Continue Reading

You'll Also Like

17.2K 694 8
No homofobicos, no copias ,ni adaptaciones sin mi permiso .Como en mis otras historias les repito lo mismo no estoy insinuando que sean gey okey ????
128K 5.1K 23
Él un nerd odiado por todos, sufrimiento por todos lados, él lo único que quiere es morir para ya no estar en su sufrimiento de vida hasta que conoce...
69.7K 2.7K 38
Pequeñas historias algunas de amor y otras serán tristes de el anime Capitán Tsubasa.
1.8M 239K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...