Erick
El autobús arranca pero me doy cuenta de que la ruta planeada es la misma de todos los días.
-Definitivamente hoy no es el día.- Le menciono nuevamente desilusionado a Sam.
Sin embargo, hoy todo parece diferente, así que me concentro en mirar por la ventana y descubrir una razón para quedarme más tiempo aquí sentado. De repente veo a una chica correr hacia el autobús.
-¡Jack detente!- Me quedo mirando como la chica logra subir. No es que sea algo nuevo para mí porque esto pasa muy a menudo pero hay algo en ella que me llama la atención.Veo que Jack, que no es muy amable a veces, formula unas palabras pero en realidad no logro escucharlas.
Hay algo que me tiene desorientado, a no ser que haya sido el molestoso golpe que me acabo de dar en la cabeza gracias a Jack y su espectacular frenazo. Intercambiamos miradas pero al parecer ella pasa tan sumergida en sus pensamientos y su iPod que no lo nota. Hay algo en su mirada que me causa escalofríos. En todo el camino no paro de prestarle atención, hasta que noto que ella no es igual a las demás chicas.
El viento que entra por las ventanas le hechan a volar su gorro de algodón y deja a la vista una hermosa y brillante cabellera color violeta.
-Aquí tiene señorita- Preocupada por su cabello hechado a perder toma su gorro y nuevamente me encuentro con esa mirada hipnotizante, que siento haber visto alguna vez, y no me doy cuenta de lo que voy a decir... -¿Sara?-
-¿Perdone?- Aturdido por un escalofrío esta vez más fuerte, que no me deja formular ninguna otra palabra, me disculpo y vuelvo a mi lugar.
-¡Colegio Ellite!- Escucho a Jack gritar a lo lejos.
Despierto del trance al notar que el autobús hace una parada y desafortunadamente mi camino volverá a lo normal en el instante en que la chica de pelo violeta baje, ya no la volveré a ver.
Noto a Sam inquieto y trato de tranquilizarlo con una caricia pues entiendo por lo que está pasando, él tampoco quiere que se valla. De repente -¡Sam, Sammy!, ¡regresa!- Corro para lograr alcanzar a mi perro. Normalmente es un perro obediente, pero está claro que hoy no es solo un día normal.
-Hola perro bonito, creo haberte visto en el autobús ¿que...?-
-Oh Sammy, ¿que pasa contigo? Disculpa normalmente no se comporta así.-
-No importa...- Por primera vez veo su sonrisa y siento que no existe nada mas perfecto a mi alrededor -Bueno tengo que...-
Al escuchar la horrible bocina del autobús me doy cuanta de que ahora sí todo ha terminado. -Em... hasta luego... y disculpa por lo de hace un rato.-
-Adiós amiguito, espero volver a verte.- Una nueva esperanza me ha inundado al escuchar éstas palabras, y mentalmente agradezco a Sam por su raro comportamiento el día de hoy.
Regreso al autobús y sé que Jack está discutiendo su dilema sobre los animales y los múltiples accidentes que pueden ocasionar cuando se trata de un medio de transporte, pero no lo escucho, estoy concentrado en esa sonrisa perfecta y esa mirada tan cálida que solo logra recordarme a una persona... Sara.