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A la mañana siguiente desperté por el ruido del megáfono pero no le di mucha importancia y seguí durmiendo. Me sentía tan cómoda que no quería hacer ni el mínimo movimiento.
Minutos después, al escuchar nuevamente el megáfono, mi ceño se frunció.
Tyler ni siquiera se inmutó, siguió durmiendo como si nada con su brazo envolviendo mi cintura. Podría haberle dicho algo para que me dejara levarme de la cama pero siendo sincera, no me apetecía. ¿Vieron esos días que prefieres quedarte todo el maldito día en la cama? Bueno hoy era el día. Además, con el frío, me daba más fiaca levantarme. Pero todo aquel deseo, se evaporó al oír por tercera vez el megáfono.
Armándome de fuerzas quité el edredón e intenté quitar el brazo de Tyler, pero fracasé.
-Tyler, hay que levantarnos.-susurré a lo que el murmuró algo que no entendí.
Un buen rato después pude liberarme, aunque a duras penas porque según él estaba cómodo y no quería moverse, lo cual implicaba no mover su brazo de mi cintura.
Fui hacia mi maleta, busqué lo necesario y fui al baño tiritando por el aire frío que había adentro de la cabaña. Si así estaba aquí adentro, no me quería ni imaginar el frío que estaría haciendo afuera.
Una vez que salí ya lista, me encontré a Tyler en la misma posición que antes.
Iba a dejarlo dormir un poco más pero cuando me acordé que anoche fue él el que había guardado las llaves, le tuve que preguntar.
-Ey, ¿Dónde dejaste las llaves?
Mi pregunta ocasionó que se tapara hasta el rostro con el edredón.
Me encaminé hacia la ventana apenas escuché voces. Y al llegar me encontré con una terrible niebla que impedía ver con claridad. Aun así, logré percibir como varios chicos y chicas, que se hospedaban en las cabañas, se estaban dirigiendo hacia la escalera.
Giré hacia Tyler cuando maldijo en voz baja. Había sonado el megáfono por cuarta vez.
En un principio, cuando sonó por primera vez, creí que era para ir a desayunar pero cuando volvió a sonar dos veces más, ya me pareció inusual la insistencia. Y ahora que sonó por cuarta vez, me dio la sensación que nos querían decir algo importante. O quizás no, no sé.
-Llega a sonar de nuevo ese maldito megáfono y voy y lo parto en dos.-habló un tanto malhumorado.
Yo, simplemente negué divertida.
Aproximadamente quince minutos después, ya estábamos los dos caminando hacia el galpón.
Al ingresar, nos encontramos con muchísima más gente de la que estuvo ayer, lo cual me extrañó.
Recorrí con la mirada en busca de algún lugar vació pero casi todos estaban ocupados hasta que localicé a Luna que me estaba haciendo señas para que nos acercáramos a su mesa ya que había dos lugares vacíos.
-¿Sabes por qué hay tanta gente?-le pregunté al rato que nos sentamos.
-También vinieron los del otro galpón.
Asentí sin comprender el por qué ya que el otro galpón quedaba bastante lejos de este y no tenía sentido que vinieran a este teniendo el otro.
De pronto escuché a alguien, a la distancia, pidiendo silencio. Levanté la mirada y reconocí a Helen, la dueña del campamento. A su derecha había un policía y a su izquierda una mujer que no pude verle el rostro porque estaba de constado y además llevaba una gorra.
Llevé la mirada hacia Helen cuando volvió a hablar.
-Algunos habrán oído rumores pero seguramente la mayoría todavía no sepan nada.-comenzó a decir para hacer una pausa y continuar.-Durante la madrugada, una chica se acercó a la cabaña de Rachel para dar aviso que sus dos compañeras no habían regresado a la cabaña. Y hace dos horas se acercó otra chica más para dar aviso que no encuentra a su amiga.
Mi mirada fue unos segundos hacia Tyler que estaba a mi lado para luego volver a mirar a Helen.
Había algo que no me cuadraba, porque el brazo que vimos anoche era de un chico, y ahora Helen no nombró a ningún chico, solo hizo referencia a que tres chicas no regresaron a las cabañas. O nadie reportó la desaparición de este chico o hay muchos como él que aún están desaparecidos, o quizás muertos...
Después de que habló unas cuantas cosas más, dijo que cerca del medido día iban a salir a buscar por los alrededores del bosque por si se habían perdido, que no podían ahora porque tenían que esperar a que llegaran refuerzos de policías por si acaso.
-Qué horror, pobres chicas.-Lilly hizo mueca.
-Capaz están bien y simplemente se perdieron durante la fiesta.-habló esta vez Tori tratando de ser positiva.
-Puede ser.-susurré.
Posterior a que se marchara Helen, fuimos a pedir nuestro desayuno y cuando llegó mi turno me encontré a la mujer que me había dado el desayuno ayer por la mañana, la misma que se mostró extraña ante mi presencia en el campamento.
Ladee la cabeza al ver un pequeño rasguño en su mejilla, sin embargo no hice ningún comentario al respecto. Me dio la bandeja y regresé a la mesa.
Alrededor de una hora después, ya se estaba comenzado a informar por los megáfonos que se iba a empezar la búsqueda por el bosque. También hicieron referencia a que los que quisieran ir a ayudar, serían bienvenidos.
Quería saber qué había sucedido con esas chicas así que me apunté junto a las chicas. Tyler no dijo nada al respecto pero seguramente asista también.
Cuando llegó la hora, nos encaminamos todos hacia la misma dirección: el bosque.
La niebla no ayudaba mucho para ver a la distancia, sin el embargo creería que los policías conocían el recorrido del bosque por ende no tendría que haber ningún problema.
A pesar de que estuvimos caminando un buen rato, no tuvimos noticias. Y para colmo, había comenzado a lloviznar. No mucho pero era bastante molesto.
Todo pareció ir dentro de todo tranquilo, hasta que con las chicas comenzamos a oír murmullos. Volteamos y nos encontramos a unos policías cerca de un lago que había allí. Estaban viendo algo, que a la distancia no pudimos percibir. Y como buenas entrometidas que éramos, nos acercamos. Cosa que me arrepentí al instante al notar que había una persona en el agua.
Inmediatamente me quedé helada al reconocer la parte superior de la vestimenta. Era el mismo abrigo que tenía la persona que vimos el brazo anoche.
Busqué con la mirada a Tyler que estaba viendo lo mismo que yo y tal vez, también pensando lo mismo.
Alguien había tirado el cuerpo al lago.
¿Pero quién?
Esa pregunta dudaba que tuviera una respuesta pronto pero lo que sí estaba segura era que de ahora en adelante, debíamos estar alerta porque si esto pasó en tan solo un día, no quería ni pensar que nos depararía en los próximos...