Capitulo 32

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A la mañana siguiente me desperté sola, sin Tyler

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A la mañana siguiente me desperté sola, sin Tyler. Me quedé unos minutos mirando el techo asimilando la confesión de anoche. Cuando le pregunté por qué me había besado, no me esperaba para nada aquella respuesta y menos de parte de Tyler.  En ese momento me quedé sin palabras y aunque nunca pensé admitirlo, también me gustaba Tyler pero no me animé a decírselo por miedo a que estuviera jugando conmigo.

Necesitaba hablar con Tyler y aclarar las cosas de una vez por todas porque no podía seguir haciendo como si nada.

Veinte minutos después, ya me encontraba bajando la escalera. Al llegar a la planta baja, me topé con la recepcionista.

Le pregunté si había visto al chico que estaba conmigo pero me dijo que no.

Algo en sus ojos me hizo dudar.

Cuando me alejé de ella y me perdió de vista, me la quedé mirando un instante estudiando sus movimientos. Algo andaba mal con ella. Parecía nerviosa.

Me aclaré la garganta cuando, desde donde estaba yo parada, distinguí que tenía las muñecas inmovilizadas por una cuerda.

En ese preciso instante mi cuerpo se puso en alerta y me di cuenta que algo grave estaba pasando aquí dentro. Tenía que correr hacia la habitación para buscar el arma que había traído escondida en mi mochila.

Subiendo los pocos escalones que faltaban para llegar al tercer piso, oí ruidos.

Sigilosa completé los pasos que me quedaban y miré qué estaba pasando pero no vi nada extraño en el piso, lo cual me hizo dudar un instante pero continué.

Aceleré mis pasos y me apresuré a ingresar a la habitación. Estaba como antes, vacía, sin Tyler.

Busqué entre mis pertenencias, el arma que me dio Dimitri para que me trajera a Paris. Era mi arma. Aquella que papá tenía guardada para mí en caso de que estuviera en peligro. La he usado una vez en su momento, y ahora, debía tenerla conmigo por si acaso porque uno nunca sabe la gravedad del asunto.

FREYA #3 © (COMPLETA)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant