Gazes to the soul [Nejiten]

PireBh द्वारा

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El byakugan te permite ver más alla de lo visible, ¿será capaz este de permitirle al genio Hyuga percibir los... अधिक

Prólogo
Capítulo 1: Bento
Capítulo 2: Confrontación "rápida"
Capítulo 3: Wakizashi
Capítulo 4: Sake
Capítulo 5: Discordia
Capítulo 6: Iris
Capitulo 7: Fuera de sí.
Capítulo 8: Circo
Capítulo 9: Ruptura
Capítulo 10: Frenesí
Capítulo 11: Broken
Capítulo 12: Todavía
Capítulo 13: Palabras vacías.
Capítulo 14: Mal presentimiento.
Capítulo 15: Quebrado
Capítulo 16: Asedio
Capítulo 18: Vorágine
Capitulo 19: Insurrección
Capítulo 20: Atesorar
Capítulo 21: Intenciones
Capítulo 22: Ascendente
Capitulo 23: Insight
Capítulo 24: Obliteración
Capítulo 25: Irrupción
Capítulo 26: Yuanfen
Capítulo 27: Regresión
Capítulo 28: Gezelligheid
Capítulo 29: Proximidad
Capítulo 30: Counter
Capítulo 31: Desavenencia
Capítulo 32: Maquinación
Capítulo 33: Subyugación
Capítulo 34: Cúspide
Capítulo 35: Juventud
Capítulo 36: Plenitud

Capítulo 17: Fluctuación

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PireBh द्वारा

Caminaba de manos a una gran velocidad, mientras dejaba salir frases de animo que iban a juego con la persona a su lado. El sudor descendía como gotas aperladas de su rostro hasta llegar a su barbilla y caer al suelo. Sus manos moviéndose con gran agilidad y dominio a pesar de las pesas que sus piernas cargaban con normalidad y de las cuales estaba acostumbrado.

—¡Siento mis músculos arder con la llama de la juventud!

—Esa es la intención, entrenar en cada momento que se pueda Lee, ejercitando tu alma tanto como tu cuerpo.

Lee gritó en señal de aprobación y avanzaron un par de kilómetros más. Maito Gai se detuvo en ese momento y sus piernas hicieron contacto con el suelo luego de unas horas en el aire. Lee imitó su movimiento y ambas miradas oscuras se dirigieron al norte, viendo una columna de humo subir por la magnificencia de un cielo sin nubes.

Alumno y sensei se observaron unos segundos, asintieron para continuamente emprender a gran velocidad, una bastante envidiable, hasta las puertas de Konoha que estaban a una corta distancia. Cuando estaban acompañados debían limitarse en su velocidad, ahora estando solos y entre ellos tenían una imaginaria competencia de rapidez.

Las grandes puertas de Konoha los recibieron a la par que unos aliados eran lanzados por los aires. Una fuerte ráfaga de aire los recibió. Lee cubrió su rostro con su antebrazo y observó con detenimiento el panorama.

Konoha estaba bajo ataque.

Gai se acercó al ninja que se encontraba en pésimas condiciones para obtener información de este acontecimiento. Aunque no había mucho que decir. Enemigo no identificado se habia infiltrado a la aldea. Lee observó a Gai mirarlo un leve segundo para comunicarle su forma de actuar. Dividirse para evaluar la situación y arrasar con el enemigo. Rock Lee asintió y salieron disparados entre las calles.

Lee avanzó viendo a la gente ser evacuada hasta un lugar seguro. Ayudó a una mujer en la cual su pierna quedó atrapada entre los escombros. Lo retiró con cuidado y comprobó que podía caminar antes de acercarla hasta los ninjas que estaban guiando a la gente. Saltó hasta llegar a un techo alto encontrándose con el panorama más desalentador. Llamas por doquier, gente huyendo por su vida y gritos.

No entendía nada de lo que estaba sucediendo. Hace un par de semanas se habían ido a realizar una misión de escolta. La situación fue un tanto problemática, pero nada que ellos no pudieran controlar. Sus planes al regresar era ir a comer hasta reventar barbacoa y entrenar al día siguiente con Neji, para después ir a ver la tumba de Tenten. Algo que solía hacer con regularidad para contarle las nuevas noticias o el informe de su misión. Su presencia o la idea de que estuviera ahí escuchándolo lo tranquilizaba, ya que pensaba que ella estaba a su lado, que nunca se había ido. Como si nada hubiera cambiado en lo absoluto y el equipo Gai estuviera completo. Aunque eso no podía estar mas lejos de la realidad. Tenten no estaba y tenían que lidiar con lo que había quedado de Neji, una pequeña parte a la cual se aferraban.

Ese trágico día habían perdido a dos miembros del equipo, lo cual le pesaba con fuerza. Sin embargo, ahora Mejí estaba mejor. Iba a comer con ellos, mostraba interés, los buscaba, su mirada oscura era más clara y su cabello estaba casi tan largo como lo tenía, después de todo habían pasado ya dos años de aquel fatídico día. Aunque Neji no había vuelto a sonreír. Sus ojos no brillaban como cada que miraba a Tenten. Todo tenía una consecuencia y debían sacar lo mejor de todo esto.

Y ahora bajo nulo pronóstico había un ataque en Konoha. La primera incógnita era ¿cómo habían entrado? ¿Y cómo no habían logrado frenarlos? El enemigo debía ser lo suficiente fuerte para atacar a una de las aldeas mas fuertes e importantes del país del fuego en su propio terreno, era una idea suicida. ¿querían probar su fuerza o....

Una explosión lo regresó a la realidad y demandó su atención al ver a varios de sus colegas salir disparados. Sus pies se movieron sin esperar un segundo. Llego a tiempo para atrapar a un ninja, evitando un golpe ensordecedor entre algunos escombros de lo que antes era un puesto de souvenir.

El ninja enfrente lo visualizaba y Rock Lee sonrió.

—No sé quién eres, pero no puedo permitir que sigas haciendo esto.

El ninja enfrente suyo con una altura envidiable y una corporeidad abrumadora simplemente río sin restricciones. Lee se acercó usando su ventaja para acercarse y se inclinó lanzando una patada directo a su barbilla, con una certeza de que lo había alcanzado a pesar de que el ninja brincó hacia atrás, con total tranquilidad y sin muestras de afectación.

Era rápido al grado de esquivar sus ataques certeros. Sin darle abertura de un contrataque Lee se acercó proporcionando golpes y patadas al ninja con la boca cubierta de vendas, el cual simplemente interpuso sus brazos. Cada una de sus patadas y golpes eran repelida con maestría. Dominio y control del taijutsu. Tomó distancia unos segundos y comenzó a girar a gran velocidad alrededor del ninja, aprovechando el desconcierto del individuo para lanzar golpes y patadas cargadas con gran fuerza y firmeza que lograron dar en el blanco, haciendo retroceder al enemigo. Nadie podría contra su velocidad y taijutsu juntos, aunque tuviera una gran resistencia, que era el caso de ese ninja. Decidió dar una patada para acabarlo.

—¡Huracán de la hoja! —Justo cuando su patada iba a impactar en el pecho del oponente que estaba de pie con aire cansado, su patada fue detenida con la mano contraria.

Los ojos oscuros de aquel ninja hicieron contacto con el de Lee y una sonrisa salió de sus labios de los cuales descendía un hilo de sangre.

Unas palabras salieron de sus labios sin articular sonido alguno y una ventisca lanzó a Rock Lee fuertemente, acompañado de un mar de golpes y patadas que lograron acertar en su cuerpo ante su desconcierto. Con la misma fuerza que el mismo había empleado y en los mismos lugares que el había acertado.

Logró mantenerse en pie, respirando con dificultad. Su cuerpo adolorido mandaba una sola idea a su cabeza.

¿Qué demonios había sido eso?


֍


El caos destilaba toques desesperación y sangre en Konoha, el humo subiendo por el cielo marcando las peleas en todas las direcciones. Los ninjas de la aldea corriendo por los techos intentando someter al enemigo con las débiles fuerzas militares que había. Era un periodo alto de misiones por lo cual gran parte de los ninjas estaban fuera en alguna misión, solo se encontraba un tercio de los ninjas en la aldea, lo cual les daba una desventaja considerable. Los kunai estrellándose entre los techos cuando el enemigo chocaba sus armas con sus contrincantes.

Unos sellos explosivos sonando al sur de la aldea mientras intentaban bloquear el avance de una docena de enemigos. En el norte usuarios del katon atacaban a un miembro del suiton para frenar su ataque que buscaba destrozar las estructuras de los laboratorios de Konoha. Kiba utilizando su gaturra contra un par de ninjas que buscaba alcanzar el hospital y frenando el avance unos segundos.

En el este con una contundente llegada el Hokage de la aldea, Hatake Kakashi, deslizaba su banda dejando a la vista su Sharingan y elaboraba unos sellos de manos que atrapó en el suelo a una docena de enemigos, imposibilitándolos.

Aún con un tercio de los ninjas de Konoha comenzaron a frenar el avance del enemigo, sin entender cuál era su objetivo concreto.

La gente habia sido evacuado en el interior de las estatuas de los Hokage. Gai llegando a hundir con una fuerza brutal a los enemigos que se atravesaban y avanzando sin detenerse. Aterrizó llegando junto a Kakashi y sonrió levantando un dedo ante su entrada triunfal.

Toda la aldea estaba moviéndose ante una sola orden: detener al enemigo y después hacer preguntas.

En una pequeña zona del lado este de la aldea, en una plaza que antes tenía puestos surtidos de vegetales, armas estaban clavadas en todos lados. Tenten se elevó nuevamente en el cielo danzando y girando majestuosamente las manos lanzando nuevamente las armas a su enemigo por medio de unos hilos que estaban atados en ellos. Neji saltó en el aire esquivando cada una de las armas y aterrizó a tiempo para ver una segunda oleada de armas llegar a su posición. Movió sus pies en un movimiento decisivo.

—Kaiten

El chakra salió de cada punto de su cuerpo haciendo una defensa absoluta y repeliendo todas las armas. Esa dinámica se desarrollaba hace diez minutos. Una lanza y bloquea entre los miembros del equipo Gai.

Neji respiró profundamente para serenarse y analizar la situación. Todo había sido tan rápido. Cuando su ataque, a su llegada, fue bloqueado y sus ojos malva observaron a su contrincante el mundo se detuvo.

Sus piernas perdieron fuerza y el aire escapó de sus pulmones. Su vista se nubló ligeramente mientras un nudo profundo se formaba en su garganta. Un punzante y agonizante martilleo en su pecho perturbó sus pensamientos.

Era Tenten.

Lo cual era imposible. Neji la había visto morir ¿no? Los latidos en sus orejas le impedían pensar con claridad, dando paso a una migraña. Era una maldita broma. Pero era su rostro, su cabello, aunque...se veía tan diferente.

Una vestimenta completamente negra cubría su cuerpo de mangas largas. En el brazo izquierdo pequeñas plumas estaban fijadas en las mangas y terminaban en un guante negro sin los dedos. En el brazo derecho un brazo metálico oscuro que iba a juego con el de su torso, en forma de protección. Abajo una falda larga cubría sus piernas, aunque tenía una abertura total en la pierna derecha. Un cinturón adornaba su cadera. Una tela adornaba su hombro derecho. Sus labios pintados de negro y destacando un tinte oscuro, y que jamás habia visto, en sus ojos. Con ayuda de un arma afilada se había hecho un corte en la frente con el símbolo de la Aldea, cuestión que le pareció desconcertante. Un peinado deshecho, pero lo que más lo perturbó fue esa sonrisa despiadada en el rostro. Sin el menor indicio de reconocimiento.

Tenten estaba atacando Konoha, había atacado a sus camaradas, lo cual la convertía en una traidora.

Una sola idea abrumó su cabeza en el momento justo en que Tenten se acercó hacía él con armas en sus manos, con la intención de acabarlo. Retrocedió violentamente, tomando su distancia. Apretó los dientes usando tal fuerza que rechinaron y su corazón daba latidos mas dolorosos mientras pasaba el tiempo.

Tenten le había lanzado una lluvia de armas sin dudar, a lo cual él esquivó con total maestría y sin pensar. Ellos habían sido compañeros de entrenamientos durante tanto tiempo y sus estilos de pelea estaban tan entrelazados que no podían tomarlo desprevenido. Y aún así los ataques despiadados de Tenten confirmaban cada vez mas sus ideas.

Que ella no era Tenten y que estaban usando su imagen.

Esa sola idea lo enojó a niveles impensable, por lo cual atacó sin que el pulso le temblaba, con la idea de destruir a aquel ser despreciable que se atrevía a usar la imagen de la kunoichi.

Sin embargo, ninguno de sus ataques dio en el blanco, ella no dejaba que se acercara. Mantenía su distancia, atacando con un gran rango de ataque, evitando un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Entendió en ese punto que conocía su habilidad y que acabar con eso sería complicado. Neji repelió cada una de las armas, mientras la ira burbujeaba en su interior. El rostro moreno con una sonrisa socarrona y ese vestuario, le enfermaba, las nauseas iban aumentando.

Cegado por la ira encontró una apertura y entró sin titubear, mientras lanzaba golpeas a los puntos del chakra del enemigo, listo para matarla. Ella invocó un bō que desviaba cada uno de sus golpes, esquivando antes de que los golpes impactaran. Una lucha cuerpo a cuerpo sin descanso, sin dudas, ya que un descuido significaba la muerte. Tenten esquivando cada uno de sus ataques, Neji avanzado más y proporcionando golpes mas fuertes. Tenten borró la sonrisa de su rostro al verse más acorralada. Hasta ese momento se habia estado conteniendo. Una leve esperanza se habia arraigado a su interior, posiblemente, tal vez; sus movimientos similares y la familiaridad de su entrenamiento golpearon su interior. Sin embargo, al evaluar sus líneas del chakra con el byakugan lo entendió, no era ella, no era ella. Cada vez se convencía mas de eso.

Sus golpes fueron mas certeros y violentos, rompiendo el bō de la chica por la fuerza de su golpe. Pensó en un golpe decisivo, matarla. Pero un pensamiento lo detuvo, debía capturarla, imposibilitarla. Adoptó la posición de jutsu de 68 triagramas. Aunque no contó con el rápido actuar de la chica, quien frunció el ceño y sus manos se acercaron a su cuerpo, encontrando algo entre sus ropas. Con toda la maestría fueron expulsadas con gran fuerza, lanzando algo. Neji giró usando el Kaiten, aunque se detuvo a tiempo para ver que eran.

Senbon envenenadas.

Las que habían matado a los antiguos oponentes de la chica.

Tenten sonrió nuevamente y haciendo un sello de manos un festín delirante cayó del cielo, en forma de lluvia. Senbon por todos lados, Neji giró nuevamente mientras su mente analizaba algo con fuerza. Se estaba quedando sin chakra. Estaba volviendo de una misión, no había tenido tiempo de recuperación y esta pelea estaba durando mas de la cuenta. Su oponente sabía muy bien que si él se acercaba todo terminaría, por lo cual se había asegurado de mantenerlo lejos. Todo esto influía en gran medida de que el capitán del mejor equipo ANBU no hubiera derrotado a un contrincante que se valía únicamente de armas ninjas. Debía admitir que el uso adicional de veneno era algo que lo hacía retroceder, mantener un espacio determinado y de tener el absoluto cuidado. Si una de esas senbon lo alcanzaba, no viviría para acabar al infeliz que emuló el físico de Tenten.

Se detuvo mientras respiraba agitadamente y notaba a Tenten un poco cansada, ella tampoco tenía un chakra eterno. Ocultó sus manos entre su ropaje de nuevo y le lanzó otra ronda de senbons, se preguntó en ese momento que clase de veneno era, debía ser algo de rápido efecto por la caída fugaz de sus camaradas antes que llegaba. Si un arma lo alcanzaba estaba perdido, no había cura de tal sustancia y no tendría tiempo de sacarle información antes de caer desplomado. Su vestimenta de ANBU estaba llena de polvo y pequeños cortes que algunas armas habían logrado desgarrar sin tocar la piel, gracias a sus rápidos reflejos, que desgraciadamente iban disminuyendo por el cansancio corporal que se iba apoderando de su cuerpo.

Estaba hastiado de tal burla a su compañera usando su rostro, de aquellas palabras del ninja antes de llegar a la aldea y como mencionó que era tarde... ¿se refería al ataque? ¿La misión a la cual lo mandaron era para alejarlo de la aldea? Estaba harto de cómo, aunque todo su ser decía que aquella persona enfrente suyo no era su Tenten, un pequeño y ligero pensamiento se agitaba en duda. Él lo aplastaba sin titubear, no podía ser. Su forma comportarse, de pelear y de moverse era totalmente diferente. Aunque al usar los dragones gemelos, tiempo atrás, algo se agitó en su interior. Estaba fatigado mental y físicamente. Su estomago revuelto y las punzadas en su pecho sin descanso, ya que, aunque no fuera ella, tener la imagen de Tenten enfrente suyo de nuevo, por una vez, despertaba cosas en su cuerpo que jamás pensó volver a sentir. Escuchaba un recordatorio de su dulce reír y esos labios eran tan similares. Casi pudo sentir su textura sobre la suya. Detuvo sin chistear sus burdos pensamientos. El abrumante mar de sensaciones le daba nauseas, quería vomitar.

Miró a su alrededor un segundo, evaluando el terreno de batalla, su cabeza comenzó a maquinar alguna forma de poner ganar esa pelea que parecía no acabar. Aquella ninja era muy lista, sabía que no le quedaba chakra y estaba dispuesta a alargar la pelea a tal grado que no quedara posibilidad de perder. Torció la boca. Tenten saltó al aire con gracia, desenrolló un pergamino y las armas fueron expuestas en una nube de humo junto con muchos más senbons. El mar de armas fue a su posición. No podía seguir usando el Kaiten, por lo cual saltó esquivándola y aterrizando lejos de ellas, pero cuando se dio cuenta ya tenía encima muchas más, estuvo esquivándolas sin un momento de descanso, sin poder concentrarse en nada mas que en no ser alcanzado y derrapando en el suelo ante esa persecución. Se ocultó dentro de un edificio sintiendo las armas impactar con el concreto. Intentó recuperar la respiración y tranquilizar los latidos de su corazón. Lo estaba acorralando y debía actuar ya. Acechó mientras la veía acercarse, tragó saliva y corrió hacia ella.

Neji saltó en el aire y con la posición adecuada de los pies giró formando el Kaiten y con la velocidad de la caída intento aplastar a su contrincante con la bola de chakra. Tenten se alejó derrapando en el suelo y se sujetó su pierna, señal de casi dar en el blanco en totalidad.

Su rostro adolorido lo hizo dudar un segundo, al llegar al suelo. Si no le quedaba opción la mataría ¿cierto?


֍ ֍



Se mantuvo alejado mientras intentaba recuperar el aliento, las contracciones en su cuerpo por los ataques recibidos. Se limpió la sangre brotando de sus labios.

Lo había atacado dos veces más, el hombre enfrente suyo con tal corporeidad no se veía tan mal en comparación suya. Sin embargo, después de aquella masacre que su cuerpo resentía lo había entendido, el jutsu que su contrincante estaba usando.

Tomó su distancia, subiéndose el techo de uno de los puestos. Se bajó las calcetas, en contra de sus enseñanzas, pero debía acabar con esto. Dejó caer las pesas, causando un gran agujero en el suelo. Sonrió ligeramente y desapareció de la vista de su enemigo. El hombre con la boca cubierta miró por todos lados intentado ver al ninja de las mallas verdes, lo cual era imposible. Un golpe en el rostro lo arrastro varios metros, antes de reaccionar una patada lo hundió en el suelo. Atacó sin parar.

Se detuvo unos segundos viendo al hombre en el suelo intentando levantarse y se concentró respirando profundamente. Ese ninja no atacaba por una simple razón que comprendió, su habilidad consistía en recibir los golpes y devolverlos con mayor potencial, a eso se debía su tamaño alucinante. Recibir para devolver el doble. Un poder bastante interesante que tenía una gran responsabilidad. Debía tener la paciencia de esperar y resistir los golpes el tiempo necesario para concentrar todo su poder y de esta forma regresarlo. Sin alargar mas de la cuenta la lucha y terminando antes de que si propio cuerpo presente heridas bastante graves. Sin embargo, Lee tenía una teoría al respecto que estaba dispuesto a comprobar y pidiendo que surgiera efecto, esperando que funcionara.

—Kaimon— Un rugido brotó de sus labios mientras su poder aumentaba cada vez más.

Su piel se tornó roja, se marcaron las venas en su cuello cuando la primera puerta se abrió.

Decidió moverse usando toda su velocidad, atacando sin brindar ni un momento de descanso, proporcionado golpes y patadas sin descanso, lanzando a su enemigo cual pelota de futbol. Se plantó enfrente suyo al verlo desplomarse y listo para activar su jutsu. Las vendas en sus brazos se deshicieron y con una secuencia de patadas lanzó al enemigo al aire, se colocó debajo de él y lo enrolló en sus vendas.

—¡Omote renge!

Giró con el a gran velocidad, como un torbellino furioso hacia el suelo y se alejó antes del impacto ensordecedor. El enemigo quedó clavado en el suelo, sin ápices de moverse.

Estaba en lo correcto, el enemigo tenía la habilidad de refractar los ataques físicos que le proporcionaban. Pero una sobrecargar en su sistema atacando sin descanso con una fuerza impactante, eso podría averiarlo y brindarle una victoria.

Rock Lee gritó emocionado por una pelea digna. Su cuerpo sintió la tensión de haber usado la primera puerta. Una vez que pudo pararse, emprendió su carrera por la aldea viendo como los enemigos estaban siendo controlados.

Vio al Hokage y Gai-sensei atrapando bajo tierra a los enemigos. Kakashi invocó una ola mientras el agua arrastraba a los ninjas, estrellándolos entre los muros de los comercios.

Lee vio a Ino dominando el cuerpo de algunos contrincantes y a Chouji capturándolos entre sus grandes manos. El enfrentamiento estaba llegando a su fin.

Se apresuró por las calles con la intención de probar su fuerza una vez más, aunque no esperaba que nadie podría derrotarlo físicamente.

Su derrota iba a ser sentimental.


֍ ֍ ֍


Nejí Hyūga se acercó hacia Tenten con intención de terminar esto. Ella simplemente brincó aún con la herida en la pierna, tomando una gran distancia, posicionándose junto a un pilar de concreto que formaba parte de un comercio antes de la pelea. Con el byakugan observó el chakra de su contrincante, estaba casi agotado, lo cual tenía sentido. Había lanzado ataques fuertes minutos antes para acabarlo, sin éxito. Sus ojos malva pesaban por el cansancio de su inexistente chakra, sin embargo, necesitaba dos movimientos más para acabar esto.

Sacudió la cabeza intentando concentrarse, que fue suficiente para captar un movimiento a la derecha. Parado en el límite del área de enfrentamiento estaba Rock Lee con el gesto más expresivo, confundido y doloroso en el rostro. Haciendo eco a sus sentimientos anteriores. Lo vio intentar avanzar, pero se detuvo en su lugar, sus movimientos influenciados por el caos interior. Sus ojos oscuros visualizaron al Hyūga debilitado y su mandíbula se endureció. Todo esto pasó en una fracción de segundo.

Aparto la mirada para concentrarse en la chica enfrente suyo. Primeramente, levantó la mano y se concentró en dividir su chakra para no utilizar bastante en este jutsu.

—Hakke Kūshō

Una ráfaga fuerte y contundente se dirigió hacia la chica que intentó moverse. Aunque sus ojos se abrieron al ver como el jutsu impactaba contra el pilar que tenía a un lado. Sus labios formaron una sonrisa socarrona, la debilidad del Hyuga era evidente en sus ataques y puntería. Estaba preparando un ataque rebuscando entre sus ropas para ver que restaba de su arsenal cuando sus ojos se abrieron de repente sorprendidos al ver a Neji Hyuga desaparecer en una nube de humo.

Un leve sonido alertó de lo que se venia, dio la vuelta encontrando la posición característica y el byakugan observándola.

Neji hizo una mueca, satisfecha al ver la sorpresa llenar el rostro femenino. No podía de verdad pensar que alguien como el fallaría un ataque y más cuando su chakra está al límite, pudiendo ser su última oportunidad. Ella se habia confiado y esa había sido su perdición. Considerando que el enemigo se esforzaba en mantenerlo lejos, debía hacer alguna distracción para acercarse lo suficiente.

Neji se inclinó adoptando la posición del Hakke Rokujūyon Shō, su Byakugan activado débilmente.

Escuchó sus respiraciones agitadas en sus orejas, lo cual le evitaban pensar por claridad. Su corazón siendo estrujado con fuerza y la adrenalina corriendo por sus venas, quemando sus conductos sanguíneos.

Dos acciones definieron el curso de su futuro actuar. Dos cosas que sucedieron en dos breves respiraciones.

Primera respiración.

Neji desvió ligeramente la mirada encontrando los ojos oscuros mirándolo con la confusión marcada y dolorosa. Acción que plantó una ligera duda. Intentó borrarla al pensar que Rock Lee no entendía la situación. Ella no era Tenten y luego podría explicarle al respecto.

Pero tal imagen era algo que ni el mismo había superado, se había forzado a reprimir todo eso.

Segunda respiración

Cuando su mirada enfocó a su enemigo listo y sus manos se dirigieron al cuerpo femenino, su corazón se detuvo dolorosamente.

Solamente fue una facción de segundo. Algo tan mínimo y sutil, aunque fue suficiente.

Los ojos castaños que hasta el momento eran tan negros como el carbón, se aclararon, mostrando ese chocolate derritiéndose que podía parar su músculo cardíaco sin proponérselo. Sus pupilas antes dilatadas, volvieron a su tamaño eventual. Sin embargo, lo que desató una carrera desquiciada en su pecho fue esa mirada. La mirada que Tenten le dedico. Añoranza, miedo, incertidumbre, confusión y... ese algo que hace tanto no veía.

Era la misma mirada que encontró aquella vez, hace un par de años, cuando por unos celos absurdos atacó a Tenten en el campo de entrenamiento. Los recuerdos lo golpearon con tal fuerza que el aire escapó violentamente de sus pulmones.

Adicional a su mirar, sus facciones faciales se contrajeron en un gesto de confusión absoluta.

El caos se desató en su cabeza, pensando en que momentos antes todo apuntaba a que ella era el enemigo disfrazado de su aliada como parte de una estrategia de confusión. Un juego sucio y repugnante, una grosería para la memoria de Tenten. Y justo ahora las vagas, leves y minúsculas esperanzas de alzaron con imponencia, demandando su lugar.

Sus movimientos se detuvieron a escasos centímetros del cuerpo femenino, en un debate mental extraordinario.

No era Tenten, no era su Tenten. No tenía sentido, ni lógica que lo fuera. Pero...pero...

¿Qué tal si lo era?

No. O tal vez....

No, él era un ninja, un ANBU completamente calificado para erradicar enemigos y hacer lo correcto en cada ocasión. Con sentido común, liderazgo, prestigio y serenidad.

—Neji —Un susurro brotó de los labios femeninos.

La voz haciendo eco en ese pequeño espacio entre ellos. Retumbando hasta llegar a sus orificios auditivos generando una reacción inmediata. Su byakugan se desactivó y los ojos malva la contemplaron con la más pura de las dudas, con un gesto vulnerable y herido.

Un choque de voltios sacudió todo su cuerpo al escuchar ese leve susurro. Esa voz, su nombre pronunciado y siendo acariciado por ese tono, miedo y dulzura. Un suave ronroneo. Eso fue suficiente, para romper cada una de sus barreras y derretir su interior.

Unos escasos cinco segundos fueron suficientes para desatar una pelea intensa interior y para erradicarla. El tiempo se había detenido y solamente pudo escuchar los latidos incesantes de su corazón mientras el nudo subía por su garganta, asfixiándolo.

Sus manos cayeron a su lado sin la intención de seguir esa pelea ante lo inevitable. Por primera vez, luego de tanto tiempo su músculo cardíaco se infló y pudo respirar con normalidad, sintiendo como aquello que tanto había reprimido y con lo cual había tenido que cargar durante tanto tiempo, se recurriera de sus hombros, sintiendo una livianez desconocida.

Un ligero gemido quiso salir de sus labios, pero lo reprimió. Estaba viva.

Ella era Tenten.

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¡Hola queridos!

Simplemente puedo decir, que este es de los capítulos más importantes de toda la obra. He esperado años para poder escribirla y le he dedicado casi una semana para que quedara justamente como lo había imaginado, describiendo las escenas tal para que puedan visualizar todo.

Espero haberlo logrado ¿votos, comentarios? Debo subir otro capítulo la semana que viene, asi que agradecería ver sus opiniones.



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