❝Bring your ass here Nikolina!❞
George Weasley se encontraba sentado en uno de los sofás tomando una taza de té que Nina preparó aquella mañana, era una situación relativamente tranquila que ninguno de los que estaba dentro de esa casa se habría esperado, pero George sabía que el silencio y tranquilidad que se formó se iba a romper pronto, él no tenía el don de su amiga, no podía ver el futuro, pero cuando el sonido de pasos dejó de resonar supo que algo sucedió en el piso superior.
Nina por su lugar llegó al hogar de ambos gemelos con la sonrisa más grande que causaría terror, como si planeara algo malo, por supuesto que el único gemelo despierto omitió decir algo por miedo a ser atacado muy temprano.
Luego de una rápida conversación ella desapareció por uno de los pasillos en busca de a quien llamó la fotocopia restante, el pelirrojo puso los ojos en blanco mientras escuchaba a su amiga reírse, pues luego de eso guardó silencio al adivinar que llegó a la habitación donde Fred descansaba.
— Llegas temprano. —dijo en voz baja el pelirrojo aún con el sueño sobre él, Nina sonrió y se lanzó a la cama.
— Tenía algo que hacer, pasé por aquí y vine a saludar. —explicó mientras se recargaba en sus codos y veía al pelirrojo caminar por la habitación— Hola.
— Hola.
— Bien, ahora sí. —dijo Nina con la sonrisa aún más grande mientras se sentaba y extendía una pequeña cajita con un listón.
— ¿No podías esperar para la noche? —preguntó, pero ella lanzó una de las almohadas que impacto en su rostro.
— No es para ti, necesito que lo guardes por mí, estaré ocupada hasta la noche y no tengo donde llevarlo.
— ¿Qué es?
— Es algo que encontré en la casa de Sirius, es para mamá.
— ¿Acaso no es tu casa ahora? —cuestionó mientras movía la caja a un lado de su oreja, pero Nina lo volvió a golpear aun cuando ambos sabían que no era algo que pudiera romperse.
— Es de Harry y mía, pero... No la quiero.
— ¿Por qué?
— ¿Desde cuándo acá te gusta hacer tantas preguntas? Deberías trabajar de entrevistador.
— Curiosidad.
— Harry no tiene un lugar al que llamar suyo, perdió todo desde muy pequeño, quiero que tenga algo que pueda decir es mío. —mencionó a la vez que se levantaba y comenzaba a caminar por la habitación— Se que no es mucho, pero quiero que lo tenga.
— ¿Acaso tienes algo que puedas llamar tuyo?
— Fred. —chilló causando que el mencionado suelte unas pequeñas risas, su mano abrió las cortinas dejando entrar la luz— Deja de ser un vago y vístete.
— ¿A dónde vas a ir? —Nina alzó una ceja y se acercó al pelirrojo para dejar un beso en su mejilla.
— Compras de último momento, no seas curioso. —respondió mientras caminaba hacia la puerta— Te veo en la noche, te amo.
Aquellas simples palabras hicieron que Nina se detuviera abruptamente, Fred también se quedó estático frente al armario, la cabeza de él se giró lentamente para ver la figura de Nina dar un paso en un intento de huir en silencio.
— ¿Qué dijiste? —preguntó.
— Nada.
— Claro que dijiste algo. —dijo con una sonrisa creciendo en su rostro— ¿Estás sonrojada? Oh, déjame verte. —Nina en su lugar salió corriendo con la risa de Fred de fondo empezando una persecución que George solo observaba con una ceja alzada— ¡Trae tu trasero aquí Nikolina!
— ¡Nunca! —entonces desapareció.
─ ✦ ─
Al Nina desaparecer luego de la noticia de Sirius, a Harry la culpa lo carcomía, ni siquiera la madre de Nina fue capaz de borrar aquel sentimiento, nada de lo que dijera o hiciera quitaría ese sentimiento cada vez que miraba o pensaba en Ella o Nina, fue peor cuando la vio al regresar de Hogwarts por las vacaciones de invierno, ni siquiera se acercó a saludar, no se sentía correcto, tenia miedo.
Más aquella noche mientras él estaba sentado en una de las sillas de la cocina ella se acercó, Harry la vio extender una caja de chocolates con una sonrisa que él no devolvió, pues bajó la cabeza para ver sus manos.
— Lo siento.
— ¿Por qué? —preguntó con curiosidad mientras se sentaba a un lado de Harry.
— Por lo de Sirius, si hubiese sido más precavido...
— No lo digas. —interrumpió Nina dejando a ambos en un silencio algo incómodo, ella soltó un suspiro y le dio un suave empujón al azabache— El culparnos no nos va a devolver a quienes murieron, no sé porque siempre tienes que venir a pedirme perdón cuando alguien muere.
— Siempre es alguien cercano a ti que muere por mi culpa, Sirius estuvo ahí...
— Estuvo ahí porque era lo correcto protegerte. —volvió a interrumpir, porque en el fondo no quería aceptar una pequeña realidad que Harry le hizo ver con aquellas palabras— Deja de sentirte miserable, la vida siempre mejora.
— ¿Desde cuándo eres tan motivacional?
— Es la edad. —respondió en tono de burla antes de pasar un brazo por sobre su hombro— Ambos perdimos a una figura paterna aquel día, no es correcto que sientas que fue tu culpa, así como no sería correcto que yo te culpara, Sirius fue importante para ambos, si alguien debe disculparse sería yo por no estar ahí contigo.
— ¿Conmigo?
— Eres mi familia Harry, ya te lo dije, la familia se apoya, además Sirius fue tu padrino y mamá tu madrina, técnicamente eres mi otro hermano. —dijo con una sonrisa en su rostro que a Harry solo le causó ganas de llorar ante sus palabras— Así que menos llanto y más sonrisas, de todos modos, ya me quedé seca.
Harry comenzó a reír, Nina en cambio solo sonrió aún más ampliamente para luego abrazarlo, al separarse le dio unas palmaditas en la cabeza, Harry sonrió y la vio irse hacia Remus quien sonrió al verla llegar, el hombre lobo tenía razón en una cosa: el tener a Nina era como tener una parte de Sirius, todos en aquella casa lo vieron y fue reconfortante saber que no lo habían perdido completamente.
Ella y Remus quienes se enfrascaron en una conversación —luego de que Nina hablara con Remus— se detuvieron abruptamente cuando la vieron reírse ante algo que Fred dijo, eran pequeñas acciones, unas muy mínimas que podían ser pasadas por alto por cualquiera pero que para ellos resultaba confortante.
─ ✦ ─
— ¡No seas egoísta! —chilló Nina lanzándose al cuerpo de Fred quien tenía la última galleta del tazón que Molly les entregó.
— Por eso debiste salir conmigo. —dijo George apareciendo con más galletas, Nina se levantó del cuerpo de Fred y se lanzó al de George, quien le sacó la lengua a su gemelo sin embargo ella no se lanzó a abrazarlo, fue directo al plato en sus manos— Eres un monstruo.
— Por eso eres mi gemelo favorito.
— ¡Oye! —se quejó Fred, Nina solo le sacó la lengua mientras caminaba hacia la cama y se sentaba a comer bajo la atenta mirada de ambos hermanos.
— ¿Qué? —cuestionó con el ceño fruncido provocando que ambos negaran con sus cabezas para luego comenzar a hablar entre ellos, observando de vez en cuando a la feliz muchacha comiendo— ¿Escucharon eso?
— ¿Qué cosa? —preguntó George mientras la veía levantarse y salir de la habitación donde pudo escuchar con más atención como el nombre de Harry era gritado y el fuego arder, el trío bajó corriendo las escaleras, pero Molly detuvo a Nina se salir.
— Son ellos. —mencionó, Nina apartó a Molly y salió de la casa solo para luego ser detenido por Fred.
— Tienes que irte.
— No. —murmuró más las miradas de George y Molly decían lo mismo que Fred, ella negó con la cabeza.
— Vete.
Nina apegó la cabeza al pecho de Fred mientras susurraba las mismas palabras que dijo en la mañana, se separó de él y desapareció.