Se acercaba año nuevo y otra gran fiesta se vendría encima, dios.
Fuí a tomar desayuno con Cheryl ya que Michelle estaba conversando no sé qué cosa con Harrison
— ¿y Tom? — dijo Cheryl moviendo sus cejas de arriba abajo de una forma graciosa.
— lo odio — fruncí el ceño.
— creo que de hace tiempo que dejaste de odiarlo
— es tan perfecto, por eso lo odio — reí
Ella rió junto a mi.
— debes aprovechar, después no lo veras en ocho meses
— asi es — suspiré — ¿ y Milo? — desvie el tema.
— es tan complicado — suspiró confundida.
— ¿por qué?
— porque un día me quiere y otro me manda lejos, creo qué tiene problemas de bipolaridad
— eso no está bien — reí mirandola.
— bueno, pero ahora nos distanciamos un poco por qué dijo que quería pensar
— ojala todo salga como quieres — dije sincera.
— gracias amiga — me sonrió.
Luego de tomar desayuno me quede sentada en una banca viendo algo en mi celular, Cheryl siguió caminando hacia la cabaña para ir a ver a Michelle.
— ¿disculpa? ¿puedo sentarme? — escuche una voz masculina qué me desconcentro por completo, levante mi vista para encontrarme con un chico tan demoniacamente perfecto.
— si, claro... — respondí mirandolo con la voz entrecortada.
— soy Louis — se presentó.
— ________ — sonreí.
Alto, casi tan tonificado como Tom y los del equipo de F.A. Cabello castaño , tes clara y unos ojos celestes muy intensos qué resaltaban en seguida a causa de su piel blanca.
— ¿eres nuevo? — pregunté.
— si, me expulsaron del campamento anterior y me trasladaron aquí — respondió sonriente.
— ¿expulsado? — reſ.
— si — carcajeo — estaba colapsado, me explotaban demasiado en basquet y colapse gritandole a la dueña y aquí estoy — rió sencillo.
Sonreí mirandolo.
— ¿en qué cabaña estás? — me preguntó curioso.
— en la treinta ¿y tú?
— en la veinticinco, parecen buenas personas — sonrió.
— no los conozco — me encogí de hombros.
— ¿aquí juegan basquet?
— si — sonreí — pero a lo que le dan más atención es al F.A.
El enarcó una ceja para luego acomodarse en la banca.
— mejor aún — respondió tranquilo — así juego basquet tranquilo
— asi es — dije mirandolo.
— ¿me acompañas a inscribirme?
— si, claro
Nos pusimos de pie y caminamos a la oficina de deportes. Golpeamos y salió Fred.
— sonrió — _________, ¿te dieron ganas de moverte?
Negue con la cabeza y mire a Louis.
— a mi sí — sonrío.
— pasa — señaló Fred.
Ambos entramos y le pidió los datos a Louis. Fred en seguida le preguntó si jugaba F.A, pero él le respondió que habia jugado unos años, pero qué le gustaba más el basquet.
Fred insistió a que entrara a F.A pero Louis se nego diciendo que lo anotara en basquet y qué iba a pensar en F.A.
Le dió los horarios y luego caminamos hacia el casino. Ibamos entrando y divise a Tom sentado con Milo comiendo yogurt con cereal. Ambos me miraron, pero los ignore y me sente con Louis en otra mesa.
Él era muy simpático y gracioso, no te aburrirías con el nunca.
— hola — escuché a mi lado, mire y era Tom.
Lo mire sin entender y Milo se sentó a un lado de Louis.
— ¿hola? — los miré irónica.
— ¿eres nuevo, amigo? — preguntó Milo saludandolo.
— si, soy Louis — dijo amable.
— soy Milo y él es Tom
Tom levanto la cabeza en forma de saludo y luego me quedo mirando.
— ¿qué? — pregunte mirandolo.
— nada — rió — está bien Milo, vamonos
¿Qué diablos?
— tú y yo debemos hablar después — dijo Tom mirandome.
Entrecerre mis ojos mirandolo y luego salieron del casino.
— ¿es tú novio? — preguntó Louis.
— no — respondí de inmediato — son amigos de la cabaña
— cuidan a sus mujeres — levantó las cejas y tomo jugo mirandome.
Me encogí de hombros.
— voy a ver qué pasa en mi cabaña — dijo mientras se ponia de pie.
— si, yo también
Salimos del casino para luego separarnos y caminar a nuestras cabañas.
Camine hacia mi cabaña y alguien me sorprendió por atrás sobresaltandome.
— así qué Louis — dijo Tom rodeandome por los hombros con un brazo.
— me asustaste — dije mirandolo.
— ¿nuevo enamorado?
— lo acabo de conocer
— ¿juega F.A?
— no, juega basquet no es decerebrado como tú
— juego de niñas — dijo burlesco.
— que idiota
El rió mirando hacia al frente.
— mucho cuidado — dijo fijando su mirada en la mia.
— ¿qué? — pregunté confundida.
El se detuvo en seco haciendo que yo también me detuviera.
— esos labios son mios — dijo mirandome a los ojos y luego desviando su mirada a mis labios.
— si, claro. Súper tuyos — dije irónica.
— ¿no? — preguntó haciendose el ofendido.
— claro que no
— está bien — dijo soltandome.
Lo mire divertida. Él con agilidad me agarro de las piernas subiendome a sus hombros.
— ¡Tom bajame!
— ¿de quién son?
— mios — reí.
— está bien, a la piscina — dijo caminando hacia la piscina.
— ¡no! ¡no Tom! ¡está bien son tuyos! ¡son tuyos! – grité.
El rió divertido y me bajo.
— idiota — entrecerre mis ojos.
El estiró sus labios.
Lo mire burlesca y salí corriendo a la cabaña, el me siguió hasta ella, abrí rápidamente sobresaltando a Cheryl y a Milo cuando estaban conversando y me encerre en mi habitación. Escuche unos pasos y las risas de ambos. Un choque en mi puerta y alguien qué golpeo.
— estoy ocupada — dije sentada en la cama.
— me quedare sentado aquí afuera hasta qué salgas — escuché la voz de Tom.
— bueno — me encogí de hombros.
— abreme — rió.
Escuche otros pasos y la voz de Liz.
— ¿Tom? ¿qué haces ahí sentado? — le preguntó.
— nada — escuche qué se puso de pie.
— ¿entonces?
Me hirvió la sangre, ya no era agradable escucharla hablar con él. Abrí la puerta lentamente y ví a Tom de espaldas y mirando a Liz quien lo miraba furiosa. Tome su brazo y lo metí a mi habitación con fuerza y cerrando la puerta con llave.