The Sway House - Griffin John...

Od itsannxx

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-Les presentamos a Peyton Cantwell, nuestra nueva chica en Sway. Como todos sabemos, tienen re cancelado a Gr... Více

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antes de leer
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veinticuatro
veinticinco
veintiséis
veintisiete
veintiocho
veintinueve
Agradecimientos
Me despido
Hasta siempre...

Feliz Año + Sorpresa

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Od itsannxx

Bueno, no sé por donde empezar.
Estuve un montón de días pensando qué voy a escribir en este apartado, y estoy segura de que se cansaron de esto.
Pidoperdón.

Pero es necesario hacerlo y más por esta historia.

Soy Ana, para ustedes Ann. Tengo 18 desde ayer, 26 de diciembre, y soy de Argentina.

Hoy, 27 de diciembre, hace exactamente un año que empecé a idear The Sway House. No tenía ni idea de cómo la iba a hacer, solo empecé a escribir. Todo fue muy gracioso, porque estaba muy enferma justo ese día, entonces literalmente plasmé como me sentía y todo lo que me pasó en uno de los capítulos.

Pasé practicamente un mes pensando ideas para capítulos, de quién la iba a hacer, qué cosas iba a agregar yo para darle mi toque a la historia, hasta pense que era una muy mala idea y no iba a ser tan reconocida.

Un 14 de febrero simplemente publiqué el primer capítulo, sin saber qué iba a pasar. Solo lo deje fluir. Una semana, cinco capítulos y la historia tenía más de 1k de lecturas y un montón de votos y comentarios. Yo les juro que no podía creerlo. Podía parecer poco, pero para mí era un montón.

Casi un mes tardé en completarla, un poco más. Y la verdad es que amo esta historia, porque me dio ánimos para seguir haciendo lo que me gusta.

Gracias a varios comentarios de ustedes con ideas, pude completar la historia. Por eso, muchísimas gracias.

También cumplí mi "sueño" de tener un grupo de WhatsApp con mis lectoras, y principalmente por esta historia conocí a personas que no les puedo explicar lo que las adoro. Gracias por formar parte de esto❤.

Gracias a cada lector que empezó y terminó la historia, cada persona que votó y comentó, no puedo explicarles lo que amo sus comentarios. Gracias por formar parte de todo esto. Gracias por seguirme y por ayudarme a crecer.

La gente disfrutaba leer y la verdad me hubiera encantado seguir escribiendo tan fluido como antes. Pero no tengo mucha imaginación. Por eso solo estoy esperando, anotando ideas, escribiendo cosas sin sentido, simplemente dejo fluir, cosa que no hice en todo el año, esperando a poder completar una historia de todas las que tengo.

¿Quién sabe qué nuevas ideas puedo traer a mi mente para hacer nuevas historias?
Espero les gusten todas las cosas que tengo en mente para ustedes.

Por último, espero que hayan pasado una hermosa Navidad en este año tan horrible pero que a la vez nos enseñó un montón de cosas y nos dio tiempo.

Y espero que pasen un muy feliz Año Nuevo, que sea un año mucho mejor y que puedan salir adelante y cumplir todos sus sueños, solo tienen que esperar y dejar fluir, intentar hasta que sea el momento.
(Todos abajo de la mesa el 31 a las 23:59, yo voy a tener a mi chico y mi historia Wattpad en el 2021 y espero que todos ustedes también, porque lo dice Itsannxx.)

Hoy yo estoy cumpliendo uno de los míos, escribir para otras personas. Y no digo que fue fácil, si no preguntenle a @callmemilia.

Gracias, gracias, gracias por ser parte de esto❤

Quería prepararles un especial, pero no tuve tiempo ni imaginación, así que para libro de navidad de Lina (@swaybae-) hice un pequeño one shoot en base a The Sway House, espero les guste.

Gracias por leer - Itsannxx🎄

🎄Especial: Una Navidad en la Sway🎄

Todos deben saber quién soy. Peyton Cantwell está de vuelta.

Si no sabes quién soy, en serio me decepcionas.

Pero puedo decirte que vivo en la gran Sway House, con siete chicos que viven haciendo desastres y me incluyo, por qué no.
Pero hay algo que debes saber si o si: la culpa siempre es de Kio, nunca supimos por qué, pero es válido para todos los problemas.

Los pondré un poco en contexto, estamos a menos de 24 horas de Navidad y decidimos pasarla en la gran casa todos juntos. Llevamos más de dos horas intentando decorar la sala, pero no estamos haciendo un buen trabajo que digamos. O mejor dicho están. Pero mi trabajo es fundamental, todos deben admitirlo.

Anthony está sacando más luces y decoraciones de las cajas mientras las apila.

—No uses las cajas para defenderte.—le advertí mientras lo observaba sacar las luces y enredarse entre ellas.

—Debes admitir que es una muy buena defensa.—lo observé confundida y él solo se encogió de hombros.

—Hasta era mejor el palo que trajo Josh

—Estás en tus días… lo entiendo. ¡Pero no te metas con mis cajas!—lo miré mal.

—Eres un caso perdido, Anthony.—reí y observe a los demás.

Bryce y Nick están grabando lo que estabamos haciendo mientras colocaban mantas y almohadones navideños por la gran sala. Kio intentaba colgar las luces navideñas junto a Josh pero siempre se caían de algún lugar.

—¡Oh, vamos, Kio!—soltó Josh resignado al ver como se caía la luz a su lado.

—¡Tú colocaste esas! ¡Yo estoy aquí!—le dijo confundido y a la vez molesto.

—Todo tu culpa, Kio.—me encogí de hombros y él solo me sacó su lengua.

Por otro lado, Griffin intenta prender la maldita chimenea, pero no daba resultado. Se lo merecía, por idiota. Jaden estaba terminando de decorar el árbol de navidad, pero este año la estrella debía colocarla yo antes de que Bryce me ganara.

Y yo… yo por suerte tengo salud. Solo les doy ordenes a los chicos mientras como papas fritas desde el sofá y reproducía canciones navideñas desde la tele, con ma excusa de ambientar el lugar. Tenía razón. Escuchamos "Misteotle" de Justin Bieber y la cantaba a todo pulmon como si fuera un borracho en un bar. Con la diferencia de que no estaba borracha, no estaba en un bar y solo me alimentaba de papas. Los demás me observaban con odio. Era lógico. No hacía absolutamente nada más que dar ordenes, pero en mi defensa… bien, no hay punto. Pero era divertido bailar por la casa.

A eso de las seis, todos terminamos de decorar y Griffin logró encender la chimenea. Sería una lástima que alguien la apague. Decidí decorar los muffins que había horneado durante la tarde. Lo único que hice, pero sabía que iban a amarlos. A algunos les coloqué chocolate, a otros oreos u otras galletas y golosinas hasta que todo quedó perfecto. Por la puerta de la cocina aparece Griffin sonriendo, como siempre, tratando de simular que nada de todo esto estaba derrumbandose poco a poco.

—¿Todo bien?—asentí frustrada y dejé los muffins sobre la mesada. Me giré y lo observé triste.

No todo es lo que parece, a decir verdad.
Griffin y yo llevábamos una hermosa relación hasta que algo comenzó a fallar y decidimos darnos un tiempo, bastante largo a decir verdad. Las únicas palabras que él emitía hacia mí era esa estúpida pregunta y siempre recibía la misma respuesta, una sonrisa ladina y un asentimiento de mi parte. Los peores meses de mi vida si puedo ser completamente sincera. No habíamos terminado oficialmente y tampoco quería hacerlo. Sabía que nos vendría bien un poco de espacio. Pero no sabía que iba a ser tanto tiempo.

—¿Puedes dejar de preguntarme eso todos los días?—solté frustrada.—Sabes perfectamente que no estoy bien, Griffin. Y aún así lo único que me dices es eso.—suspiré.—Tratemos de pasar esta Navidad tranquilos, por favor.—no me contestó. Solo asintió y salió de la cocina confundido.

—Fuiste muy dura.—me sobresalté al ver a Bryce salir del almacén con un paquete de galletas en sus manos.—Ambos deberían dejar su orgullo de lado, hace más de cinco meses que viven bajo el mismo techo sin hablarse.—me observa sorprendido.—Felicitaciones, superaste mi récord.—rodé mis ojos. Bryce suspiró y dejó el paquete de galletas sobre la mesa para abrazarme. Besó mi coronilla y yo solo lo abracé aún más fuerte.

—Lo extraño, Bryce. Cada día más.—evité soltar mis lágrimas.—Solo quiero volver a estar felices como antes. ¿Qué tanto debo hacer?—acarició mi cabello suavemente.

—Ambos deben plantearse qué es lo que quieren, Pey. No pueden vivir teniendo peleas y no solucionarlas.—cerré mis ojos con fuerza. Bryce rompió el abrazó y me sonrió.—Ve a cambiarte, la cena llegará en una hora.—asentí. Iba a salir pero me detiene.—Y no olvides ducharte, apestas.—rodé mis ojos y reí.

Subí a mi cuarto y me di una rápida ducha. Cuando termine, tomé el vestido rojo de mi armario que había comprado con Addi ayer en la tarde y unas sandalias negras. Me maquillé con algo simple, rimel, un labial rojo no tan exagerado y un poco de iluminador. Es la mejor creación del mundo.

Como todos los años, se hacían sorteos para saber a quién regalarle algo para navidad. Este año, para mi mala suerte, me tocó Griffin. Hacía tiempo quería un pequeño cachorro y como idiota, decidí regalárselo. Lo teníamos en el cuarto de invitados desde ayer en la tarde que pude ir a retirarlo del pequeño lugar en donde lo adopté.

—¡Pey! ¡La cena está servida!—llamó Jaden a mi puerta. La abrí y me sonrió.—¿Lista?—asentí y ambos bajamos las escaleras. Todos se encontraban en el gran comedor repartiendo las hamburguesas. Todo surgió gracias a que Anthony se le habían antojado.

—Yo había pedido con queso extra.—les dije mientras me sentaba en mi lugar al lado de Bryce y Kio.

—Aquí tienes.—Nick me pasó mi caja y la acepté gustosa. Moría de hambre.

La cena pasó entre bromas y charlas bastantes profundas que nunca creí que pasarían. Habíamos pasado bastante tiempo en esta casa, y descubrí cuanto amaba a estos chicos. Literalmente hicieron mi vida mucho más divertida. Desde enojos hasta llantos, incluso las mejores bromas que pueden existir.
Conocí al amor de mi vida, y puedo afirmarlo. Nunca podré olvidar a Griffin, no tan fácil. No podré despegarme de Bryce nuevamente y no podré dejar atrás todo lo que viví con ellos. No ahora. No después de esto.

—¡Faltan cinco minutos para Navidad! ¡Al fin podré recibir mi regalo!—dijo Anthony haciendo un baile raro por lo que reímos. Todos tomamos nuestras copas y fuimos a la sala junto a la chimenea y el árbol de Navidad.

—Cinco… cuatro…—las lágrimas se acumularon en mis ojos.

—Tres… dos… uno…—cerré mis ojos y sonreí elevando mi copa.

—¡Feliz Navidad!—gritaron todos y comenzaron a abrazarse. Bryce llegó hasta donde estaba y me abrazó con fuerza.

—Eres el mejor regalo de navidad.—soltó y yo reí mientras le devolvía el abrazo feliz.

—Gracias por ser mi mejor amigo. No sé que haría sin ti.—suspiré derramando pequeñas lágrimas.

—Gracias a ti por volver, Pey. Gracias por existir.—nos separamos y sequé las pequeñas lágrimas de sus ojos.

—¡Ven aquí, Cantwell!—me llamó Anthony y lo abracé fuerte.—La pequeña sensible de la casa.—golpeé su costado derecho y se separó de mi sobando el lugar.—Sigues siendo mala persona.—sonreí y besé su mejilla divertida. Abracé a todos los demás hasta que llegó el turno de Griffin. Sonreí de lado y él me atrajo hasta su cuerpo en un cálido abrazo. Pasé mis brazos por su espalda y su olor rápidamente impregnó cada parte de mi ser. Sonreí de lado y apoyé mi cabeza en su hombro. Había extrañado la calidez de sus brazos y sentirlo tan cerca de mí. No quería separarme, por un momento todo pareció volver a la normalidad, no había peleas, no había nada de por medio que me impidera alejarme de él. Era imposible que dejara de sentir cosas por él. Desde el primer día que lo vi en la cocina solo en boxers hasta el día el cual me ayudó cuando enfermé… necesitaba volver a eso ahora mismo.

—Feliz Navidad, Pey.—sonreí de lado y me separé del abrazo por más de que me haya costado horrores.

—Feliz Navidad, Griff.

—¡Yo quiero saber mi regalo!—gritó Kio feliz mientras traía una caja con él. Todos fueron por sus regalos, mientras yo solo me quedé en la sala. No iba a entregarle el regalo ahora a Griffin, pero tenía un regalo para cada uno, y los había dejado en la sala. Cuando todos estuvimos sentados en los sofás con nuestros chocolates calientes y regalos, comenzamos a repartir los regalos. Griffin a Anthony, Anthony a Kio, Kio a Jaden, Jaden a Josh, Josh a Nick, Nick a Bryce, Bryce a mí. Sonreí al abrir la caja. Eran fotos nuestras, junto a Tayler o nuestros amigos. Había un gran buzo rojo junto a una campera del mismo color. También traía una taza con chocolates y la cara de Bryce grabada en ella.

—¿En serio? ¿Tu cara?—les mostré la taza y todos reímos.

—Debes admitir que salgo muy bien en esa foto.—negué rodando mis ojos. Tomé las cajas y comencé a repartirle a cada uno de los chicos la que le correspondía, menos a Griffin.

—Todos merecían un regalo, después de todo.—los abrieron y en la caja se encontraba un cuadro con una foto individual conmigo. Todos sonrieron menos Griffin, quién me observaba apenado. Nos quedamos hablando un rato en la sala hasta que Griff se para y se va sin decir nada.

—Es tu momento, Pey.—me ánimo Josh y yo solo suspiré. Subí al cuarto de invitados y tomé al pequeño cachorro en mis brazos. Caminé hasta mi habitación y salí al balcón el cual compartía con Griffin. Ahí estaba él, apoyado sobre la baranda mirando hacia quién sabe dónde.

—Siento hacerte esperar con él regalo.—se giró hacia mí y me observó sorprendido al ver el cachorro en mis brazos.—Espero te guste…—caminé hasta él con el perro en brazos y se lo tendí.—desde Dino no tenemos un perro en la casa.—reímos y lo acarició sin poder creerlo. Me observó por unos minutos y yo solo formé una fina línea con mis labios.

—Gracias.—bajó al pequeño perro y me abrazó rápidamente. Me sorprendí por su acto, pero no me negué.—Te extraño, Pey.—solté un suspiro muy profundo mientras las lágrimas se deslizaban por mis mejillas silenciosamente. No quería verlo a los ojos, no quería separarme. Solo quería detener el tiempo en ese mismo instante y no hablar, solo disfrutar de lo poco que tenía.—No sabes cuánto.

—Lo siento, siento ser de este modo…

—No es tu culpa, Pey.—nos separamos un poco y colocó sus manos en mis mejillas.—Solo tuvimos problemas como cualquier pareja.—sonrió de lado.—Solo que ambos somos demasiado orgullosos para dejarlo de lado.—bajé mi mirada triste.—Y no debes disculpartee por tu forma de ser. Llevamos bastante tiempo juntos antes de esto como para disculparte ahora.—reímos y lo abracé nuevamente.—Estoy dispuesto a intentarlo de nuevo, solo si tu accedes.—sonreí feliz. Solo necesitaba eso para poder volver a sentirme completa.

—Con la única condición de que no pelearemos a tal punto de tomarnos un tiempo de 18 meses o algo así.—me separé y lo observé divertida. El rodó sus ojos y reí.

—No vamos a tomarnos más tiempos.—sonrió y acarició mi mejilla izquierda. Nos acercamos lentamente y besó mis labios con delicadeza. ¡Dios! Había extrañado tanto sus besos. Era suave y lento, pero demostraba todo lo que habíamos dejado atrás hace meses. Pasé mis manos por su cuello y sonreí feliz.

—¡Sus cuartos están detrás de ustedes!—nos separamos al escuchar los gritos de Bryce desde el jardín.

—¡No es necesario mostrarles un espectáculo a los vecinos!—soltó Josh y reímos negando.

—¡Todos me deben 50 dólares!—les dijo Kio y los observé confundida.—Volvieron antes del año.

—¿En serio apostaron que no íbamos a volver hasta dentro de un año?—dijo Griffin divertido.

—Yo esperaba el divorcio.—se encogió de hombros Jaden.

—Los odio.—reí abrazando a Griffin.

—Nosotros más.—dijeron al unísono mientras entraban en la casa. Pero Bryce vuelve corriendo.

—Debemos sacarnos la foto de Navidad, bajen antes de que…

—En seguida bajamos, Hall. No hace falta explicaciones.—lo interrumpió Griff, por lo que reímos. Bajamos a la sala con el pequeño perro en mis brazos y nos sentamos en los sillones.

—Debes agradecerme a mí.—le dijo Anthony a Griffin.—Yo cuide y entretuve a ese perro en su pequeña estadía de dos días en el cuarto de invitados.—reímos.

—Deja de quejarte, Reeves y posa para la foto.—le dijo Nick y preparó la cámara. Colocó el temporizador y se sentó en el suelo frente a mí. Todos sonreímos y el flash nos iluminó, dando a entender que la foto había salido.

En fin, no fue una tan mala Navidad como lo esperaba. Nada podía empeorar.

—Mañana es tu cumpleaños, Pey.—dijo Kio feliz. Todos comenzaron a bailar y festejar hasta que Bryce se enrieda con una de las luces que se habían caído, provocando que el pino de navidad caiga en el fuego de la chimenea y se incendie.

Bueno… sí podía. ¿Pero que esperaban? No es el primer incendio en la casa provocado por Bryce.

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