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—Te adoran, no puedo creerlo

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—Te adoran, no puedo creerlo.—dijo Nick mientras abría la puerta de mi habitación. Esto era un maldito sueño. Una cama de dos plazas, un armario y baño personal junto a un pequeño sillón frente a un gran balcón y un escritorio hermoso.—Al principio no estaban muy de acuerdo en agregar a una chica, pero Bryce los convenció cuando supo que eras tú.—reí.—Y siéntete la más prestigiosa de este lugar, te dejamos la mejor habitación, compartes balcón con Griffin. Lo conocerás luego. Está terminando de ejercer sus últimos días como residente de enfermeros en el hospital y en serio que vuelve cansado.

—¿Hay un enfermero aquí?

—Está terminando su carrera, para no dejarla incompleta, hace algunas residencias. Termina esta semana. Hará algunas guardias si se lo piden. Dejaremos que descanses y se conozcan todos, dentro de unos dos meses, casi tres comienza nuestra gira.—sonreí.—¿Bajas ahora?

—En un momento, debo llamar a mi madre.—él asintió y se fue dejándome sola. Llamé a mi madre y a los tres tonos contestó.

—¿Pey?

—Estoy en el mejor sueño de mi vida. No te das una idea lo que es mi habitación. ¡Tiene luces led de colores! ¡Y cambian cuando yo quiera! Y un balcón gigante. Los chicos son súper divertidos y carismáticos. Tayler y Bryce están aquí...

—¡Pey! Más despacio.—contestó mi madre riendo.—Me alegro en serio que estés feliz en la casa. Mándale un saludo a Bryce y Tay de mi parte.—sonreí.

—Ojalá pudieras estar aquí, mamá. Durante la gira, prometo que irás a algún show. Y puedes venir en este mes o antes de comenzar la gira... ¿sabes? Si vamos a Europa, te llevaré a París. Amas París. Iré para Navidad y me quedaré allí hasta año nuevo...

—Haremos todo lo que quieras, Pey. Pero ahora debes descansar y dejar de hablar con tu madre para conocer a tus nuevos compañeros.—reí y me despedí de ella. Bajé al gran salón y no había nadie. Miré en la cocina y había un chico de espaldas, sin camisa ni pantalón. No creo acostumbrarme a esto.

—¡Diablos! ¡Lo siento!—tapé mis ojos rápidamente.

—Lo siento. Creí que todos estaban en la sala de juegos.

—Si, de todas formas alguien podía venir hasta aquí a buscar comida o algo.—rodé los ojos los cuales aún los tenía cerrados y cubiertos por mis manos.—Soy Peyton, la chica nueva.

—Griffin. Siento que nos conozcamos así, sabes. Pero debes acostumbrarte, es una casa llena de hombres.—suspiré.

—¡Es un poco de sentido común! ¡Al menos un pantalón!—escuché su risa.—Solo quiero saber dónde están los chicos.

—En la sala del tercer piso, encontrarás una puerta al final del pasillo que da a la sala de juegos.

—Gracias.—me di vuelta con los ojos cerrados y los destapé para comenzar mi camino a la sala de juegos. Al entrar todos estaban riendo.—Siento interrumpir su momento de diversión, pero solo les voy a pedir un favor. ¡Al menos un pantalón! No anden como si no estuviera aquí. ¡Por favor! Y sé que no puedo llegar y cambiarles sus hábitos, pero solo eso. Un simple pantalón.—todos rieron.

The Sway House - Griffin Johnson [Completa]Where stories live. Discover now