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Sunghoon se encontraba nervioso, pataleaba bajo la madera de su pupitre, que le cubría a sí mismo su pierna insistente

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Sunghoon se encontraba nervioso, pataleaba bajo la madera de su pupitre, que le cubría a sí mismo su pierna insistente. Miraba el libro al cual tenía que estar pendiente sin entender mucho, solo pensaba en que quedaba exactamente una hora para que las clases terminaran y se encontrara con Hana.
No iba a contárselo todo, no podía. Le diría lo necesario, se justificaría tal y como lo había hecho con los chicos alguna que otra vez para aclarar sus hechos, sus horarios y la personalidad seria y distante de su padre. Esperaba que se lo tomara bien, que no lo viera como alguien extraño o que se alejara de él por considerarlo una mala influencia. Estaba deseando salir con ella de allí, comenzaba a asfixiarle el poco espacio de la clase y sus nervios a flor de piel no contribuían. La observaba en su pupitre continuamente, ella le sonreía sin estar demasiado alterada.

Terminaron de comer y Hana caminó repleta de tranquilidad con Sunghoon al parque, aquella escena le regalaba una calma inigualable a pesar de que él estaba nervioso y se le notaba, se mordía las uñas y se tocaba el pelo más que se costumbre, y eso...

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Terminaron de comer y Hana caminó repleta de tranquilidad con Sunghoon al parque, aquella escena le regalaba una calma inigualable a pesar de que él estaba nervioso y se le notaba, se mordía las uñas y se tocaba el pelo más que se costumbre, y eso ya era bastante, pues pasaba siempre mucho rato acariciando su cabellera y peinando su flequillo, entrelazando sus dedos con este. La pelinegra se percató de aquello, pero le dio tiempo al tiempo, sabía que Sunghoon pronto empezaría a hablar solo. Se limitó a observar sus facciones, a sonreírle de vez en cuando con la finalidad de relajarlo.

—¿Estás bien? —le preguntó sentándose junto a él, cuando se encontraron con un banco en un parque llano al que habían accedido, no tan lejos del instituto.
—Sí, es solo que me pone nervioso sacar ciertos temas —contestó algo inquieto.
—No tienes que hacerlo si no quieres, recuerda que yo no te voy a forzar.
—No es eso, sí que quiero, de hecho voy a hacerlo ya. Es mejor —habló, incorporándose mejor en su asiento.

Hana asintió, dándole a entender que comenzara.

—Sé que viste una actitud rara en mí y en mi padre, por eso te lo cuento, confio en ti y sé... o mejor dicho, espero, que no te alejes por esto, quiero dejar claro que a mí tampoco me gusta lo que hace, empezaré por cuando era pequeño.
—Eso me asusta, pero... mientras tú no hayas hecho nada malo, no me alejaré de ti, no podría y no tengo por qué hacerlo.

𝐇𝐎𝐖 𝐓𝐎 𝐁𝐄 𝐌𝐘 𝐁𝐎𝐘𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃 | Park Sunghoon | RESUBIENDOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon