Ella es mía

Capitulo 31 Segunda temporada

El hermano de Sam estaba esperando para recogernos una vez llegáramos, como siempre él no preguntaba nada, se mantiene en silencio, pero claramente ya sabía todo. Él que no tenía idea de nada fue Dan mi hermano, que apenas escucho lo que le conté, creo que no podía de la felicidad. Al principio le costo procesarlo porque al final del día nunca pensamos que mamá reaccionaria así, y menos que tenía esos sentimientos de culpa o bueno yo lo creía así. Aunque no me salve de que me llamara la atención por haberme ido con Sam, sé que estaba feliz y curioso porque me pregunto varias veces que pensaba mamá de Sam y de qué forma yo se lo había presentado a ella.

Todo estuvo bien o eso creía yo, hasta que pasaron unos días, cuando sin esperar la sopa de Flora se rego en su falda y corrió al baño dejando tirado su celular. Sonó su celular y un extraño mensaje apareció pidiéndole a Flora "que se alejara de su vida", no me pude contener y quise mirar el número del que provenía el mensaje y para mi sorpresa era el número de mi hermano. Y tras seguir leyendo sus mensajes, aunque reconocía que no estaba bien decidí hacerlo, pues no me podía quedar solo con eso, me enteré que parecía que entre ellos existía algo. Para mí era muy extraño, mi hermano le llevaba prácticamente nueve años de diferencia. Apenas Martina se dio cuenta de mi reacción quiso mirar y para mi otra gran sorpresa ella ya lo sabía. Pero solo me abrió los ojos y permitió que yo me quedara leyendo los mensajes. Cuando apareció Flora, le abrí los mensajes y le pedí que me explicara, ella se quedó pasmada y al momento ella se excusó, con hablar de eso en otro momento pues tenía el uniforme emparamado.

Durante toda la jornada de clase estuve molesta con las dos, me sentí traicionada ¿Realmente eran mis amigas? Me lo pregunte. ¿Por qué ocultármelo? y ni se diga de mi hermano, ya estaba empezando a planear como lo encerraría para que no huyera y me explicara.

No pude dejar de pensar en eso y ni me pude concentrar en las clases, lo bueno era que ya habíamos terminado parciales y me parecía que estos días solo eran relleno para no enviarnos a casa rápido. Durante las clases no podía parar de observar a Flora y según escuché de uno de mis compañeros era que mi mirada hacia ella era como la de un animal tratando de devorar una presa, exagerado pensé, pero en mi caso, solo intentaba hallar una razón a lo que sucedía.

—Eres increíble, meterte con una pequeña —le grité en la puerta de su alcoba y cuando la abrí había una muchacha, pero no como yo, era de su edad y se me hacía familiar.

Ella lo miro extrañada y yo me quede tartamudeando.

—¿Quién eres tu? —pregunte tratando de calmarme.

—¿Quién es esa pequeña de la que habla tu hermana? —Ella si parecía muy molesta.

—¿Me conoces? —le pegunte impresionada

Ella tomo sus cosas se disculpó, aun no entiendo por qué y salió muy rápido, Dan no pudo ni seguirla y yo, aunque extrañada, aún seguía muy indignada.

—¿En qué te convertiste? Ahora mujeres por todas partes y de todas las edades.

—¿De que estas hablando Ana? ¡Matilde se fue por tu culpa! —dijo estresándose con su mano en su celular al parecer marcándole.

—Pues pierdes tu tiempo si la llamas, ella tiene suerte darse cuenta a tiempo, porque puedes ser mi hermano, pero jugar con las mujeres, eso no te lo permito Dan —le dije decidida y le tire la puerta en la cara cuando tuvo el impulso de acercarse a mí, y yo me fui para mi alcoba y me encerré y lo único que escuche fue su voz como la de un toro gritando mi nombre y sus pasos bajando las escaleras.

Paso un tiempo y el estómago me sonaba. Él había preparado una deliciosa comida, al parecer ella estaba invitada porque había mucha comida, de eso me di cuenta mientras revisaba los sartenes, eran verduras y albóndigas y comí mucho, y mientras comía me obligué a no sentir remordimiento. Pero después de estar brava con él no podía evitar sentir pesar, aunque sea un manipulador de mujeres, al parecer si quería a esta chica y por eso le envió ese mensaje tan despreciable a Flora ¿Aunque quien lo manda a hacer eso? Esas eran las conclusiones a las que llegaba.