Capítulo 7 Segunda temporada

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La mirada de Sam de repente se apagó apenas me vio, o esa fue la impresión que me dio. A su lado Luna, no me extrañaba que ella haya hablado de mí.

—¿Podemos hablar? es importante—le pregunte—. A solas —voltee a mirar a Luna.

Debía dirigirme a clases de baile, pero no me quería ir sin hablar con él.

Tome su mano y lo jale, últimamente lo notaba pensativo, ido, y aunque de vez en cuando me sonreía sentía que las cosas no estaban bien.

—¿Por qué estas así? —pregunte tratando que su mirada conectara con la mía—Es por... ¿Eddie?

Movió la cabeza apartándose.

—¿Acaso sientes algo por él? —pregunto. Parecía indignado.

—Es mi amigo...

—Entonces por que lo nombras—me interrumpió —. ¿Es acaso importante? es de lo que me querías hablar—me levanto una ceja, estaba enojado, pero no sabía la causa.

—¿Solo quería saber cómo estabas?

—¡No! querías saber, si ya me había enterado que Eddie y tu estaban solos abrazándose. ¿Acaso te importo?—se estaba alterando.

—Claro que si—me acerque y trate de tocarlo.

De repente escuchamos una bulla cerca. Al mirar era Luna que estaba tirada en el piso, rápidamente corrimos a auxiliarla. De un momento a otro, Sam la alzo en sus brazos y se la llevo corriendo a la enfermería y yo me quede sola.

Al principio me sentía preocupada por ella, pero después me dio la impresión que simplemente manipulaba a Sam y solo era una forma de apartarlo de mi lado, adicional a ello, tenía que aguantar las miradas de mis compañeros mientras se susurraban entre ellos chismes sobre nuestra relación.

"Un triángulo amoroso" escuche y unas cuantas risas de las antipáticas de mis compañeras.

—Salgamos de aquí —me tomo del brazo Martina, al parecer me había quedado pasmada.

Martina me metió al salón y me senté pensativa, con una sensación desagradable en el pecho. Empezamos el ensayo, me levante con un jalón de Martina. Con una sonrisa trataba de animarme a seguir los pasos de baile que se había inventado. Trate de animarme de verdad lo intente, quería corresponder a los esfuerzos de Martina, pero me sentía muy mal por Sam, no sabía que pasaba por su mente, ni por su corazón. Así que antes de terminar el ensayo salí rápidamente a buscarlo, ya que solo faltaban unos minutos para la salida de clases. Sin embargo, para aumentar mi rastrera suerte, tuve con tristeza que verlos marcharse juntos.

Vi como Luna entraba a un carro muy lujoso negro, Sam después de un momento subió y antes que pudiese acercarme se fueron.

Después de que abrieron las puertas de salida corrí directamente hacia la puerta de su casa. Nadie me abrió después de golpear unas cuantas veces, miré por las ventanas, sin embargo, parecía que todo estaba solo, así que después de esperar casi media hora en frente a su puerta, me fui para mi casa.

Empecé a llamarlo, pero no contestaba. Unas cuantas "70 veces" le marque, pero no fueron suficientes pues no me respondió, ni una sola vez.

Mientras me paseaba por el patio para ver si llegaba, la noche comenzó emerger y él no apareció. Me preguntaba si en un momento de descuido habría llegado y estaba internado en su alcoba, pero la luz de su ventana no estaba alumbrando. Quería golpear nuevamente su puerta y confirmar si estaba allí, pero si no me responde el celular mucho menos me querrá ver. Por lo cual, tome la decisión de entrar a dormir.

Le marque la última vez estando ya en pijama, deseando escuchar su voz. De repente contesto "Halo Sam" dije unas cuantas veces porque no me respondía. "¿Estas bien?" seguía sin responder, para mi sorpresa la voz de una chica, una chica que conocía hablo. "Él está bien, justo ahora esta recostado mirando las estrellas a mi lado". Era Luna.

Me levanté de un impulso y corrí a su casa, y en afanosos golpes que le daba a la puerta de su casa abrieron.

—Hola Ana, que sucede—saludo su hermano bostezando.

—Sam está en su alcoba cierto—le dije esperanzada.

—El no...—De repente me quedo mirando y abrió los ojos—. Pensé que sabias, veras Ana, te explicare...

No quise escuchar y corrí a mi casa.

Tenía una revoltura de sentimientos, el pecho me apretaba, saqué de la nevera una botella de agua y empecé a tomar como loca. Me senté en el piso y en la oscuridad empecé a llorar.  

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¿Qué les pareció este capitulo?

¿Qué recomendación le darías a Ana?

Ella es míaWhere stories live. Discover now