🌻Capítulo 7🌻

1.3K 296 138
                                    

—¡1 a 0, señor! 1 a 0 —digo algo exaltada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡1 a 0, señor! 1 a 0 —digo algo exaltada

Estoy hablando con Manolo, un señor gallego que tiene una zapatería en el primer piso. Estamos esperando que abran el centro comercial para comenzar a trabajar.

—Y todo porque el árbitro anuló nuestro gol disque porque era mano, cuando en realidad no fue así —continúo—. Incluso con el VAR no podían estar seguros porque en las tomas no se entendía bien. Y para más colmo, fallamos el penal de Herrera.

Escucho una risa proveniente de Manolo por lo que le doy una mirada de advertencia, y esto le hace reír más. Pese a ser un viejito de bigote canoso, le encanta meterse conmigo.

Él, como todo buen español, es aficionado al fútbol. Podría pasar horas hablando del tema sin preocuparse de estar aburriendo a la otra persona, y si vas a su tienda siempre te encontrarás con la televisión sintonizada en algún canal deportivo. Claro, yo aún no le perdono que le vaya al Barcelona. Para mí, eso es igual que ser magallanera. «Dios me libre».

—Yo también vi el juego, Marisol —comenta Manolo—. Debo decir que el equipo se vio mejor que en el juego anterior. La defensa trabajó más unida, y durante el primer tiempo Paraguay la tuvo difícil.

—Yo creo que sí tenemos oportunidad —digo confiada—. Aún nos quedan dos partidos este año. El próximo cae justo en el aniversario de mis padres. Si le ganamos a Brasil, para mi papá sería el mejor aniversario en años.

—Y si no, aún les queda el partido contra Chile. Si siguen como van, al menos ese lo ganan —dice Manolo guiñando un ojo— Bueno, niña, ya vamos a entrar. Me saludas a tus padres. Cuídate.

Manolo de despide y yo me dirijo a la tienda. Hoy Andrea no vendrá, me llamó temprano para decirme que amaneció sintiéndose mal. Le dije que pasara el día descansando. Pasaré por su casa más tarde.

No me gusta estar sola en la floristería porque siento que tengo más trabajo de lo normal. Además, hoy iré a donde Manuel, y no quiero estar sola.

Ayer en la noche estuve buscando el atuendo perfecto para usar el collar. Aunque saqué toda mi ropa del armario, no conseguí nada lo suficientemente bonito como para convencerme. Así que me decidí por algo que me hiciera sentir segura.

Estoy usando un suéter color mostaza de doble puño, unos pantalones oscuros con un cinturón marrón, y unos zapatos mocasines. Dejé mi cabello suelto con unas ondas que me salieron al atarlo en una cebolla para dormir. Quizás no luzca como la típica chica de veintidós años, pero me siento cómoda, y eso es lo que importa.

Hoy en la tarde hay un evento en una librería aquí en el centro comercial. Darán una charla sobre las diferencias entre los escritores arquitectos y los escritores de jardín, basada en las palabras de George R. R. Martin, quién se describe así mismo como escritor de jardín.

Me encantaría poder estar presente, pero estoy encargada de la decoración del evento y voy a estar corriendo de acá para allá con los pedidos. La librería solicitó girasoles, lirios blancos y otras flores más pequeñas para ambientar el lugar. Al parecer, quieren transmitir la idea de estar en un jardín.

En el local tengo unos girasoles que me llegaron ayer en la tarde. Los saco del refrigerador y comienzo a armar los arreglos con las flores que tengo a la mano mientras espero que me traigan el pedido para el evento de hoy. No quiero preocuparme, pero ya son las diez de la mañana, y el servicio de encomienda no se ha reportado aún.

Tratando de dejar ese pensamiento en otra parte, me concentro en los arreglos florales. Al cabo de unos minutos bastante largos tengo listo cinco arreglos para llevarlos a la librería. Como estoy sola, tendré que hacer varios viajes así que con el primer arreglo en manos me dirijo al segundo piso.

—Hola, chica de los girasoles. ¿Necesitas ayuda? —Una voz me habla por la espalda.

Del susto casi se me caen las flores. «¿Escuché bien?». Dejo el ramo en el suelo y me giro para encontrarme de frente con él.

—Manuel. Hola. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar trabajando? —inquiero nerviosa. Mis manos comienzan a sudar.

Manuel se acerca y me da un beso en la mejilla, luego desliza su mano derecha por mi cabello para ponerlo detrás de mí oreja y con la mano izquierda toma el collar.

—Un girasol —dice, aún con el collar entre sus dedos—. Muy apropiado, ¿no?

«¿Esto significará algo?», me pregunto mentalmente.

—Sí, fue un regalo de alguien muy especial —digo esto último mirándolo directo a los ojos. Si es inteligente debe captar el mensaje.

Manuel sonríe de medio lado y un hoyuelo se le marca en su mejilla izquierda.

—¿Es de alguien que conozco? —pregunta.

—La verdad no lo sé —respondo encogiéndome de hombros.

—¿Algún admirador secreto entonces? —Manuel me guiño un ojo. Definitivamente este tipo sabe usar sus armas. Un Flynn Rider en toda su gloria.

—Algo así. Me lo enviaron a la floristería —Tomo el collar entre mis dedos, y sonrío—. Espero saberlo pronto.

—Seguro lo sabrás. ¿Entonces qué? ¿Te ayudo? —Sin esperar mi respuesta, Manuel recoge el ramo—. ¿A dónde nos dirigimos?

—De verdad, gracias —digo—. Voy a la librería del segundo piso. Hoy habrá un evento especial y estoy retrasada. La agencia de envíos no me ha traído las flores que pedí y sólo tengo cuatro ramos más. Si no me llegan las otras flores voy a tener que inventar algo.

—Podría ayudarte, si quieres —Esto último suena más a una petición.

—Pero, ¿no tienes trabajo? —pregunto—. No quiero meterte en problemas.

—Sí, pero mi jefe no está, y... no viene hoy. Puedo escaparme si lo necesitas. —A pesar de estar cargando el ramo, Manuel sigue coqueteando cada vez que puede.

Lo pienso un poco y acepto. Total, ¿qué podría salir mal?

_______________

NOTA:

¡¡Hola!!

Mis bellezas, sé que he andado desaparecida. He estado muy ocupada trabajando y no he tenido tiempo de escribir, pero no se preocupen, ya he adelantado algo del próximo capítulo. Espero que les haya gustado conocer un poquito a Manuel, sabremos más de él muy pronto. 

Los quiero. Mil gracias por estar aquí. Besos. 

Cartas de la chica girasol - COMPLETA ✅Where stories live. Discover now