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Un mes después...

Ladeo la cabeza con suavidad, con algo de duda alejo la cabeza para ver mejor como va la pintura. No está mal, pero le falta algo, suelo hacer demasiados tonos claros, algo de sombra no vendría mal. Muevo los hombros para relajarme, no puedo fallar, de esto depende mi futuro.

Bueno, no, pero era una gran oportunidad para demostrar que podía hacer más que simples rosas.

La melodía llega a mis oídos ayudando a relajarme aún más, suelto un suspiro cerrando los ojos antes de volver abrirlos y levantar la mano en el aire con el pincel lista para continuar.

—¡Hola!

Tiro el pincel al suelo y este mancha el suelo, me toco el puente de la nariz sin poder creer la presencia que entra a mi habitación con unos lentes de sol y su cabello azul.

—¿Quién te dejó entrar? —cuestiono pasando la música de mi celular.

No giro a verlo, pues a mis fosas nasales llega aquella colonia fuerte de menta y vainilla.

—Soy tu amigo, el más íntimo por cierto, tengo todo el derecho de ingresar a tu casa —giro solo un poco mi rostro y levanto una ceja sería—, me abrió Jungkook.

Relamo mis labios volteando mi cuerpo por completo en la silla. Cruzo mis piernas y este pone sus manos en la cintura.

—Tengo curiosidad, ¿Por qué Jungkook esta en mi casa?

Yeonjun balbucea cosas sin sentido, se acomoda con elegancia sus lentes.

—¡Es tu novio, tiene todo el derecho de estar aquí! — Me señala acusador tratando de defenderse.

—No somos novios.

—Exacto, yo soy su acosador y ella mi vecina —. Jungkook ingresa a la habitación comiendo una manzana de "mi nevera".

—¿Qué haces aquí? —cuestiono colocandome de pie. Me retiro el mandil y recojo el pincel del suelo.

Ahora el suelo tenía una bonita mancha azul.

—Hace más de dos semanas que tengo la llave de tu casa. —Saca de su bolsillo el objeto de plata y lo pone en mi palma.

—No recuerdo haberte dado la llave. —Lo miro sospechoso.

—No me lo diste, te lo olvidaste el día que cocinaste con mamá.

Mi mente casi explota tratando de recordar, hasta que lo logró y todo cuadra. Yeonjun parece niño en museo, empieza a tocar todo lo que ve y tengo que tirar de su brazo para sacarlo de la habitación. Los tres ingresamos a la cocina.

Hablando de Yeonjun, ya no era sorpresa verlo metido en mi casa. Hace menos de una semana nos confesó que era gay, debo admitir que no me sorprendio mucho. Ya lo había visto cerca, demasiado cerca de unos chicos. Pero de verdad me sentí mal cuando días después toco la puerta de mi casa con los ojos llenos de lagrimas.

Lo habían corrido de su casa.

Una familia religiosa había matado a su hijo incluso antes de que muriera de verdad.

No me negué, pude conocerlo mejor. Un chico bastante extravagante, buen amigo y fiel a su pasión. Amante de la moda y de Jimin, pero bueno, eso es otro tema. Por ahora vive con Lara, los dos lograron alquilar un departamento pequeño. Aún sigo cuestionando como Lara tiene dinero para pagar la mitad de un alquiler y no la deuda que tiene conmigo.

Admiraba mucho al peliazul, a pesar de todo lo que pasó. De tantos años ocultando su orientación, siguió sonriendo, dando todo de sí.

Nunca se negó a caer al vacío, no esquivo las rocas ni mucho menos se envenenó con rosas.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Where stories live. Discover now