10

722 151 44
                                    

Si hace unos meses atrás me hubieran dicho que estaría caminando entre familias, niños y parejas mientras no dejaba de mirar a un chico de sonrisa hermosa que parecía un niño. Y para rematar, estaba por voluntad propia y de buen humor. Me moriría de risa, pero ahora me encuentro aquí, en un parque de atracciones esperando que Jungkook gane aquel patético conejo rosado en un simple juego de puntería.

Cruzada de brazos y apoyada en el mostrador de espaldas mirando al pelinegro gastar su dinero por un peluche que podría comprarlo ahora mismo sin la necesidad de jugar por el. Aplane mis labios aguantando la risa cuando soltó una pequeña pataleta al ver que había gastado sus cinco tiros, por tercera vez.

—Okey violinista, déjame, lo haré yo —palmeo su hombro despegando mi cadera del mostrador.

Jungkook aleja su cara del arma de juguete y niega. Blanqueo los ojos y lo obligó alejarse tirando de su brazo. Sacó unos billetes de mi bolsillo y se lo tiendo al señor con lentes que nos mira divertido.

—Tiene cinco intentos.

—Solo deme dos intentos y me da el conejo rosado, pero el más grande —trato de convencer con una sonrisa de negociante.

Este lo piensa, pero sus ojos brillan al ver como saco más billetes.

—Trató hecho, aunque usted sale perdiendo —comunico entre confundido y feliz el señor.

Jungkook se cruzo de brazos.

—Pero que pésima negociante eres, ahora entiendo porque Lara te pide dinero. Ni siquiera debes saber cuánto te debe —regaño con diversión.

Bufé entre avergonzada y feliz, si, me sentía feliz. Mi corazón quiso salirse de mi pecho al ver como negaba entre sonrisas.

Lleve varios mechones de mi cabello detrás de mi oreja y empecé apuntar a los pequeños muñecos. Cerré un ojo para ver mejor y atinar a la primera. Mis manos temblaron un poco, más por la adrenalina que por temor. Paso saliva y muevo mis hombros para quitar la tensión de estos.

—Dale, demora todo lo que desees, tenemos todo el tiempo del mundo.

Gruñi cuando Jungkook trato de distraerme. Entonces frunci el ceño y empecé apretar el gatillo.

Le di al primero, al segundo, al tercero, al cuarto y finalmente al quinto muñeco sin problema alguno. Sonreí mientras me alejaba, algunas personas que estaban ahí, aplaudieron.

Me sentí algo incomoda por tanta gente mirándome, pero solo me concentre en lo importante. El señor me entregó aquel conejo rosado que tenía el tamaño de un niño de cuatro años. Al girar a ver a Jungkook, este tenía la boca levemente abierta de la sorpresa, pero fingió desinterés al ver como sonreía burlona.

Salí del puesto caminando abrazando aquel peluche. Escuché los pasos del pelinegro detrás mío y frene justo cuando llegamos al camino de piedra.

—Wow, debo admitir que eres buena.

—Aja, bueno, toma —gire y le estrelle el peluche en su pecho—. E-es para ti —. Me maldije por tartamudear.

Continúe con mi camino y este dio zancadas largas para ponerse a mi costado y caminar junto conmigo.

El sol ya se había ido dando paso a la noche, quien con malicia nos golpeaba con fuertes vientos fríos que me hacían temblar a pesar del abrigo que traía puesto. No había estrellas, sólo se podía ver la luna que de vez en cuando era tapada por las espesas nubes.

—Ven, subamos a la montaña rusa.

Jungkook me miró señalando como niño aquella atracción endemoniada donde se podía escuchar desde donde estaba y estaba segura que desde más lejos, los gritos de súplica de muchos que habían subido.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora