Doce.

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Las noches en la casa Lee eran tranquilas, cenaban a las siete en punto y luego cada uno se retiraba a su habitación a terminar la noche. No era que no fuesen unidos o algo así, pero es que sus padres usualmente estaban ocupados y casi nunca había tiempo para compartir. A Donghyuck no le importaba, porque estaba acostumbrado y no creía que hubiese algo especial en su familia, eran tan comunes que casi rayaba en lo aburrido, pero sabía que no los cambiaría por nada del mundo. 

Esa noche era una de las buenas, pensaba Donghyuck, porque su padre había dejado su trabajo de lado, y su madre había preparado Patbingsu casero, y ahora estaban reunidos en la sala viendo una película. Era cierto que no compartían mucho como familia, pero él no podía nombrar una sola familia que lo hiciera y lo importante era, que sabía que sus padres estaban ahí para él sin importar qué. 

 —Hyung, no entiendo esta película —le comentó a Taeyong, con el ceño y la nariz fruncida.

Su hermano, soltó una risita y le quitó la copa vacía de las manos para dejarla encima de la mesa ratona—. Yo tampoco entiendo mucho, patito. 

—¿Y si la cambiamos? Podemos poner la última de Resident Evil, Jaemin dice que Yuta hyung la consiguió de internet, a lo mejor si tu se la pides...

—No creo que papá y mamá quieran ver eso —Taeyong negó, y acto seguido ambos voltearon a ver al sofá donde estaban sus padres; su madre miraba la televisión con concentración, acariciando distraídamente el cabello de su padre, que dormía tranquilamente sobre su regazo—. Además. tú aún no tienes edad para ver Resident Evil. 

Donghyuck bufó, rodando los ojos—. Como si no me hubiese visto las otras cuatro ya. 

Taeyong pareció a punto de decir algo, quizá regañarlo por ver esas cosas sin permiso y él estaba listo para rebatirlo, diciendo que no se había asustado y que, de todas formas, la culpa era de Minhyung y de Jeno, pero toda acción fue interrumpida cuando el teléfono de la casa empezó a sonar.  Era extraño, porque la única persona que llamaba era su abuela y nunca lo hacia de noche. 

Fue su madre quien se levantó, acomodando a su esposo sobre el sofá a modo de no despertarlo, y fue a por el teléfono. Tanto Donghyuck como Taeyong se miraron de manera sospechosa y fue el mayor quien dio pausa a la película para seguir a su madre a la cocina y ver que pasaba. Él no quiso parecer entrometido y se quedó en su lugar, jugando con sus manos y con la vista fija en el marco de la puerta a la cocina. La llamada había sido de malas noticias, estaba seguro, porque su madre salió de la cocina minutos después con una expresión preocupada y se acercó a su padre para despertarlo con prisas. Seguida de ella, fue Taeyong quien volvió a la sala, luciendo pálido y preocupado. 

—Mamá, ¿qué pasó? ¿quien era?... Hyung.

—Llamó la abuela de Minhyung —relató su madre, aun con la expresión de espanto, explicando para él y su padre que acababa de despertar—. Al parecer escapó de casa y no lo encuentran. 

Donghyuck no escuchó ninguna otra palabra después de aquello, su mente fija en el por qué Minhyung podría haber escapado de casa. Era cierto que su amigo tenía muchos problemas familiares, pero ninguno era tal como para huir de esa manera, además que siempre que Minhyung quería darse un descanso de su abuela, iba a quedarse con ellos. No entendía nada. 

A duras penas logró escuchar cómo su madre le daba indicaciones a Taeyong, dejándolo a cargo mientras ella y su padre se iban en el auto a dar unas vueltas por la ciudad con intención de encontrar a Minhyung. 

—Mamá y Papá lo van a encontrar, Hyuck.

—¿Eh? —murmuró, despertando de su trance y mirando a su hermano con el ceño fruncido.

No digas Nada ➳ Nohyuck/Markhyuck.Where stories live. Discover now