cinco.

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—¿Puedes... creer... lo que hizo?... Es un... mhm... un... ¡un idiota!

Donghyuck se quejó, ni siquiera recordando las palabras que acababa de pronunciar siendo totalmente distraído por Jeno, que se encargaba de besarlo suavemente. Era realmente difícil quejarse y permanecer enojado si tenía a su novio distrayéndolo de esa manera, pero tampoco estaba en contra.

—Jeno, déjame hablar, ¡estoy enojado! —chilló apartando apenas al pelinegro, pero este siguió sin prestarle mucha atención, besándole la mejilla y acariciando su abdomen por debajo de la camisa del uniforme.

—Lo sé, y yo intento que se te pase el enojo —murmuró el mayor contra su cuello haciéndole cosquillas—, Mark no vale la pena, deja de pensar en lo que pasó y ya.

—Pero-

—Shh —siseó el pelinegro, volviendo a unir sus bocas en un beso lento que Donghyuck no se permitió romper.

Recién habían llegado a casa; ese había sido el segundo día de castigo de Donghyuck y el señor Park lo había puesto junto con Mark a limpiar las hojas caídas de los árboles, si terminaban rápido podrían irse antes, había sido el trato. Así que Donghyuck limpió su lado diligentemente y cuando estaba cerca de la mitad para terminar, Mark llegó a su lado como si nada y vació su bolsa en el suelo, diciendo en voz alta que Donghyuck era un flojo y que no había limpiado mientras él llevaba gran parte lista. Donghyuck sin quedarse atrás, también vació su bolsa en el lado de Mark, lo que ocasionó un desastre mayor que los dejó quedándose a limpiar por otras dos horas.

Y Jeno lo había estado esperando durante todo ese rato, sentado tranquilamente junto al profesor de Química mientras leía un libro, ni siquiera inmutándose al oír que ellos habían empezado a discutir. En todo momento Donghyuck estuvo al pendiente de no dejar a Mark cerca de Jeno, y apenas el señor Park les dio la orden de retirarse, tomó al pelinegro de la mano y lo arrastró lejos de la escuela y hasta su casa, lleno de afán y ansiedad.

Y se suponía que iban a trabajar juntos en el proyecto de literatura de Donghyuck, porque él no tenía idea de qué hacer y Jeno había ofrecido su ayuda como buena persona que era, pero ni bien habían puesto un pie en la habitación del moreno Donghyuck se había quejado sobre Mark y Jeno se había concentrado en hacerlo pensar en otra cosa.

Otra cosa como lo suave que se sentía el cabello oscuro de su novio entre sus dedos, o lo dulce que eran los labios ajenos contra los suyos.

Donghyuck no estaba seguro sobre en qué momento Jeno había logrado desabrochar todos los botones de su camisa, pero poco le importaba cuando tenía al pelinegro repartiendo besos húmedos por su pecho y su abdomen que le provocaban cosquillas en el vientre. Él ahogó un gemido cuando sintió un mordisco cerca del hueso de su cadera y las manos de Jeno subir por sus muslos vestidos hasta el cierre de su pantalón, y sabía lo que estaba por venir si Jeno lograba deshacerse de sus pantalones.

—Alto vaquero —murmuró sin intención detrás de sus palabras, porque no quiere que Jeno se detenga, pero debe hacerlo parar—, mamá volverá temprano hoy, de hecho debería estar llegando pronto...

Y mientras buscaba su celular para saber la hora, escuchó el auto de su madre entrar al garaje. Con un quejido Jeno se apartó de su cuerpo, sentándose en la cama con un puchero que él mismo se encargó de besar al sentarse también, sus manos siendo rápidas al abrochar su camisa y dejarla como antes.

—Quédate a dormir, y te lo recompensaré, ¿sí?

Algo bueno de la relación entre los dos, era que además de novio también eran mejores amigos y no había persona que conociera mejor a Jeno que él mismo, y viceversa. Donghyuck conocía todas las expresiones de Jeno, sus gestos, sus actos más simples y mundanos y sabía cómo complacerlo en momentos como ese.

Antes, cuando solo había una amistad de por medio, solo bastaría invitarlo a por una malteada y papas fritas en el restaurante local. Pero ahora, luego de tres años de noviazgo, había encontrado otra forma que incluía caricias sugestivas por debajo de la ropa.



• • •



A Donghyuck no le gustaba el trabajo de su padre; era aburrido y hacia que nunca tuviera tiempo para él o para su hermano. Tampoco le gustaba ir al trabajo de su padre, nunca entendía nada y su madre lo obligaba a quedarse quieto y hacer silencio porque en lugares como ese las personas no se podían hablar ni mover.

Todo ese ambiente también le daba miedo; no le gustaba el hombre robusto que golpeaba la mesa con un martillo ni las personas que hablaban de cosas que no comprendía cuando su padre les hacía preguntas.

Cuando le preguntó a su mamá sobre el trabajo de su papá, ella le contó que el hombre era un abogado fiscal que se encargaba de llevar a la cárcel a las personas malas. Donghyuck había dicho que si sabían que eran malas, no tendrían que necesitar un abogado, que solo deberían encerrarlos y ya. Pero luego su madre le dijo que habían personas malas que necesitaban de una audiencia, y a veces en ellas se revelaban que no eran malas en verdad.

Un caso que recordaba en particular era aquel donde conoció a Minhyung. Donghyuck no había querido ir, pero su padre insistió en llevarlo. Él no supo por qué, hasta que vio al niño de su edad sentado en la sala de espera. Su padre le dijo que su trabajo era socializar con él, y aunque lo intentó no pudo lograrlo, porque Minhyung no dijo palabra, no se movió y no lo miró.

Cuando el juicio empezó, Donghyuck fue con su madre y Minhyung fue llevado a otra parte. Como siempre, él no entendió nada, Taeyong decía que era muy joven para hacerlo. Pero esa vez prestó total atención a lo que se decía, buscando darle sentido a su cabeza. Vio a una mujer ser interrogada por su padre mientras lloraba, y luego vio a otras personas responder otras preguntas.

Minhyung apareció al final juicio, lloriqueando y diciendo que había sido su culpa y no la de su mamá. Había rogado porque la dejaran libre, pero nadie le había prestado atención. Tonto, pensó Donghyuck que ya tenía claro que los adultos nunca escuchan a los niños.

La mujer era su madre, y según entendía era culpable; era mala aunque Minhyung dijera lo contrario. Y a Donghyuck le habían enseñado que las personas malas debían ser encerradas, por lo que no le sorprendió que fuera declarada culpable. Vio a la mujer llorar cuando escuchó el veredicto, y escuchó los gritos de Mark pidiendo por su madre, pero no servía de nada porque aquella mujer ni siquiera lo miró cuando fue llevada por los guardias.

—Pero si se la llevan, ¿qué pasará con Minhyung hyung? —le preguntó a su mamá.

—Él irá con su padre, estará bien, no hay de qué preocuparse.


N/A:

I'm back! ¿Què tal todo?

Amé DEMASIADO los comentarios en el capítulo anterior, no es por burlarme pero me dio risa que todxs pensaran que Mark solo finge odiar a Hyuck y lo que hay entre los dos es pura tensión sexual. Pues no mi cielas *uñitas* si se odian re feo.

Pregunta flash: ¿Team #Markhyuck o Team #Nohyuck? Es para una tarea, ah no hahaha.

Como sea, les amo mucho, gracias por todo.

Hasta lueguito ;)

No digas Nada ➳ Nohyuck/Markhyuck.Where stories live. Discover now