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CAPITULO 4

-daff, ven un momento - la llamé haciendo que se sentará sombre mis piernas, creo que era el momento para revelar la verdad oculta detrás del fruti fantástico.

- ¿le vas a explicar? - pregunto Travis un poco incómodo, asenti con la cabeza y prosegui a dar mi plática sexual improvisada.

-¿Sabes cómo nacen los bebés, sierto? - movió la cabeza en forma de un, si y prosegui - pues .... Ejem .... Verás, ehm

¿¡Dios mío, así se sintió mi profesor de biología al explicarmelo!?

- hermano, te haré las cosas más fáciles - interrumpió Travis al ver mi falta de agilidad para tratar el tema - ¿Dafne, sabes que es el sexo?

Su poco tacto provoco un sonrojo en mi rostro, pero más fue mi sorpresa al enterarme que Dafne si poseía la definición, por lo menos científica, de la palabra sexo.

- pues eso es lo que Alex y papá están haciendo - termino con una sonrisa de satisfacción al ver a su hermanita razonar la situación de hace unos instantes.

- ¿y el fruti fantástico es lo mismo? - pregunto sin reservas.

- si, parecido, quédate con la definición de sexualidad que te dan en la escuela, cuando seas más grande te lo explicaré personalmente - ofreció con una sonrisa y Dafne se acomodo en mis piernas evitando mirarme, supongo que ella también estaba incómoda con la situación.

Álex

Pensar con las viseras, esa era una Frace de una amiga que tenía en la escuela, me la decía cada ves que (por simple amor al arte), no utilizaba mi razonamiento lógico antes de actuar; lo de la palmada a Dylan me obligó a decirle sus verdades a Dereck  y aúnque sus hijos parecían paniqueados no me reserve a decirle lo que tenía que decirle con todas las palabras malas que me dieron la gana, que fuese su hijo ya me abría partido el culo a nalgadas.

Después de que los chicos se fueron a encerrar a una de la habitaciónes, Dereck y yo nos quedamos en silencio, mentalise la situación antes de seguir hablando, pues está era nuestra primera pelea en todo el tiempo que llevo con ellos.

- ¡si los castigo es por las cosas que hacen, jamás lo he echo por venganza ni algo por el estilo! - se justificó en un tono molesto.

- ¡eso no quita la dureza irracional de tus castigos! - argumente, también molesto.

- ¿¡que tú padre o madre jamás te dieron una nalgada!? - negué rotundamente y mirándolo con enojo.

- ¡jamás lo hicieron pero eso no significa que jamás me dieran un castigo!, se que los castigos físicos suelen tener mayor impacto pero no lo veo correcto. - el suspiro con pesades y prosiguió a hablar.

- creo que no lo sabes pero si yo los castigo por no tener amarradas las agujetas de los zapatos, ¡su madre los castigaba hasta por respirar!, ¡si los castigo siempre tengo una razón! - dijo un poco alterado.

- !no me importa más lo que ella hiciera o no!, ¡ahora estoy yo aquí y se que aunque dije que no la reemplazaría!, ¡no puedo evitar sentirme mal cada ves que los escucho o veo llorar porque eres demaciado duro! - mis lágrimas comenzaron a salir y la verdad, no se porque razón - ¿crees que es fácil escucharlos gritar mi nombre para que les aparte de ti?