— Aún no me conoces — Me río. — De todas formas gracias.

Se torna un silencio incómodo, me arrepiento de haber sido tan tosca, pero fue su culpa, su tono sorpresivo me hizo sentir juzgada, quizás no lo parezca pero soy una de las mejores en mi generación.
Cuando lo miro otra vez está observando alrededor de la sala y no entiendo que busca, hasta que veo a Nala aparecer y caminar por el costado del sofá maullando como si se presentara.

— ¡Nala! — La nombra emocionado, haciendo chasquidos con sus dedos para llamar su atención y la gata desinteresada sigue su camino. — ¿Ella acaba de ignorarme?

Me río asintiendo y me agacho para tomarla, se queja mientras la acaricio hasta que se relaja y él se acerca a tocarla, su cercanía me estuvo enloqueciendo todo el tiempo que pegaba los papeles sobre su cuerpo, pero ahora al verlo más cerca por voluntad propia me hace tartamudear sobre todo porque apenas deja que el aire entre nosotros circule.

—Bienv-venido a mi mundo, ella. — Intento relajarme cuando levanta la vista de la gata hacía mi, sus ojos miran directo hacía los míos. — Ella- Nala, solo me busca para que le de comida, prefiere a SuJin.

— ¿Se llama Nala por-? — Se calla para él, para que yo continué.

Me río avergonzada. — Si, por Nala del Rey leon, no me juzgues llego cuando yo era una niña poco ingeniosa y además estaba un poco obsesionada con la película.

— La verdad es bastante ingenioso. — Está maravillado como siempre, por la felina. — Es una película hermosa.

Él toma a Nala desde mis brazos y está se deja querer por sus caricias. Envidio que no sea a mi quién acaricia con tanta delicadeza y concentración, me refiero a Nala y no a él, claramente.

— ¿SuJin es tu hermana? — Camino hacía la cocina y lo siento seguirme.

La puerta de la casa suena y mi abuela comienza a entrar sosteniendo un montón de bolsas en sus manos, ambos la miramos y él comienza a caminar para ir a ayudarla después de dejar a Nala sobre el sofá.

— No. — Lo detengo rápido y me mira. — Ya haz hecho suficiente.

Le ayudo a mi abuela con las bolsas y guardando las cosas en la cocina mientras Johnny sigue de pie en la sala de estar acariciando a Nala quien desesperada a vuelto por su atención, la mujer solo me mira curiosa, pero no hace ninguna pregunta, se que lo hará cuando él se vaya.
Cuando terminamos con las cosas, ambas salimos de la cocina y él sigue aún ahí con la gata entre sus brazos, luce dormida.

— Eres el muchacho de aquella noche. — Mi abuela lo reconoce mejor que yo, él la saluda con una reverencia. — ¿Eres su novio? Ya veía muy solitaria a Hatsumi, creí que terminaría saliendo con ese muchacho borracho y no es un buen partido para mi pequeña torpe.

— ¡Abuela! — Digo rápidamente. — No, solo me está ayudando por qué SuJin tuvo que irse, es el vecino abuela, ve a descansar y preparare algo de comer cuando termine aquí, ¿esta bien?.

Él vuelve a hacerle una reverencia y mi abuela me mira mientras levemente la empujó hacia su habitación, hace una mueca y entra en la habitación.
Se ríe cuando quedamos solos y me muerdo el labio para pedirle que se calle por lo vergonzoso que fue.

— Asumo que no tienes novio. — Dice y sonríe. — Me alegro.

« ... »

Terminamos de cocinar, si terminamos, porque aún que le dije que lo haría yo, insistió en ayudarme, terminamos en silencio conmigo un tanto hiperventilada por su acercamientos mientras cocinábamos, dándonos pequeñas miradas que no logro descifrar con mi mente agitada, aún que por mi parte es por qué no puedo dejar de mirarlo, es demasiado atractivo para mis ojos acostumbrados a Daejun y otros raros de los cuales jamás me he sentido así.

❥ 𝗳𝗲𝗲𝗹𝗶𝗻𝗴 𝘁𝗵𝗲 𝗹𝗼𝘃𝗲  | | ➳ Johnny S.        Where stories live. Discover now