❥ 𝗳𝗲𝗲𝗹𝗶𝗻𝗴 𝘁𝗵𝗲 𝗹𝗼𝘃𝗲 | | ➳ Johnny S.

«4»

No se que sucede, pero de pronto mis compañeros estan despidiéndose de mi, marchándose del lugar con mucho alcohol recorriendo su torrente sanguíneo y Hasoo está sonriéndo en exceso frente a mi, más rara de lo habitual, ella sostiene mi mochila naranja y alguien que no es Daejun porque puedo verlo desde los hombros del desconocido que el está tirado sobre el piso notoriamente dormido murmurando cosas sin sentido, no se si es por al alcohol pero siento que la persona es muy alta y que casi puedo tocar el cielo.

— ¿Quién eres? — Me las ingenió para hablar, pero estoy segura de sale más un murmullo, aún que al menos yo si me entiendo lo que quiero decir. — ¿Puedes bajarme?

— Te llamaré mañana Hatsumi. — Me amiga da unos saltos emocionada y me guiña su ojo. – Está es su mochila, llévala con cuidado a casa, quizás hable un poco de más pero ignórala, luego se disculpara y si es muy vergonzoso, haz como que no la oíste, agradecerá que ignores todo.

— Bájame. — Comienzo a moverme desesperada cuando ella le entrega mi mochila. — Déjame sobre el suelo, yo puedo caminar por mi cuenta y irme a casa en taxi.

— Tranquila Hatsumi. — Dice él y reconozco su voz. — Soy Johnny, prometo que te llevare a salvo a tu casa.

No me deja tranquila el hecho de que sea él, solo por que me avergüenza y a la vez me hace desconfiar, no debería ir a casa con un completo desconocido, que me ayude con Nala no quiere decir que sea bueno, aún qué mi abuela siempre dice que las personas que aman a los animales no son malas y mi ebriedad es mayor para incluso seguir hablando.
Mis brazos cuelgan alrededor de él por sus hombros y camina por las calles frías atestadas de personas en busca de un taxi, me aferro a su cuerpo cuando siento una brisa que pareciera que va a dejarme caer de su espalda y lo siento quejarse bajo de mi.

— Lo siento. — Susurró torpemente contra su cuello. — ¿Pero podrías bajarme? No estoy segura de querer irme contigo.

Se detiene y sus manos desciende de mis piernas, lentamente comienza a agacharse hasta que me deslizo un poco y mis pies tocan el suelo, se gira y lleva mi mochila puesta por el frente, mis pies tambalean y me sujeta por los hombros para que no me caiga.

— ¿Por qué? — Pregunta levemente agitado, no fingiré diciendo que no soy pesada, porque si lo soy, así que él debe estar agotado por mi culpa y peor aún haciéndose responsable de llevarme en mi estado más ebrio. — ¿te encuentras bien?

— Somos desconocidos. — Hablo lentamente. — Me disculpó también por tener que llevarme en tu espalda, sin conocerme y por "salvarme" cada vez con Nala, desde aquí puedo pedir un taxi o encontrar otro forma de ir a casa.

— ¿Quieres que pida un taxi para ti? — Pregunta sin soltarme y mira por sobre mi a la calle unos segundos hasta que vuelve sus ojos hacia mi, causando que se me acelere el corazón. — De todas formas vamos en dirección al mismo lugar Hatsumi, podríamos compartir el taxi y me sentiría tranquilo de hacerlo.