«El caos es solo una parte de lo maravillosa que eres. »
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[Todos los derechos reservados, prohibido cualquier tipo de copia y/o adaptación.]
[Basado en la imaginación del autor, todo lo qué se describe es solo ficción. Imágenes o...
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— ¡Vámonos Hatsumi! — Grita SuJin detrás de la puerta del baño golpeándola reiteradas veces. — ¡Mis amigas están esperándonos, así que apresúrate!
Me miro en el espejo, ya perdí por completo el color de mi rostro, por el solo hecho de pensar que iré con ella al parque de diversiones, incluso mi cuerpo suda con desesperación, mi fobia a las alturas y que haya visto la película hace años, me hace sentir cada vez peor, no debí ver esa película años atrás, aún la recuerdo con exactitud cómo si la hubiese vivido yo.
Mi hermana logro convencerme de acompañarla, se supone que estaría más tranquila si voy con ella; pero no lo estoy, no puedo dejar de pensar que todo puede salir mal y que algo le suceda. Salgo del baño, sudorosa y SuJin me mira sonriente, me toma del brazo llevándome directo hacía la puerta de salida y mi cuerpo involuntario la sigue, ya estoy débil, ya no tengo fuerza de voluntad y mucho menos pensamientos que me hagan calmarme sobre la horrible tarde que me espera.
— Nos vemos por la noche Abuela. — Le grita SuJin y no me deja despedirme de la mujer que nos sonríe con Nala en sus brazos. — ¡Te traeré algodón de azúcar!
— ¡Cuídense!
SuJin cierra la puerta detrás de mi cuando ni siquiera apenas he logrado ponerme adecuadamente las zapatillas y me suelta contestando su celular que suena, me agacho para arreglar y atar mis zapatillas correctamente y así no tropezar con los cordones sueltos que bailan cuando camino.
— ¿Estan lista para irnos? — Levantó el rostro levemente cuando creo reconocer su voz, efectivamente, Johnny está ahí.
— Iré con ustedes. — Sonríe y mi corazón vuelve un poco a la vida, bombea por el. — ¿Te sientes bien?
— Ah, si. — Es todo lo que sale de mis labios.
Las camisas blancas le quedan perfectas, hacen resaltar su piel, sus músculos y sus ojos que se ven más claros con el sol, sus pantalones negros se ajustan a sus piernas trabajadas y siento que babeo por él, solo por dentro de mi, espero, aún que acabo de responder como una ridícula.
—Si lo estamos, podemos irnos ya. — Grita mi hermana haciéndome reaccionar y dejar de mirarlo. — ¿Puedo ir en el asiento del frente? ¡Por favor!
— Si es que Hatsumi acepta, ella es quién manda. — Le dice él y ambos me miran. — ¿Estás segura de que te encuentras bien? No luces como si lo estuvieras, ¿quieres que te lleve al hospital?
— No es para tanto, solo es que está asustada, pero ya se calmará. — SuJin sigue con sus manos juntas sobre su pecho, hablando por mí sin parar. — Por favor Hatsumi, ¿puedo ir al frente?
Veo que él se gira saliendo de la propiedad cuando su celular comienza a sonar y contesta con su ronca voz, pero no habla en nuestro idioma, obviamente se reconocer el inglés, pero no entenderlo. ¿por qué todos reciben llamadas? A mi ni siquiera me llaman las compañías telefónicas, ni nada, ni siquiera Hasoo a dado señales, aún que también cuando le dije que iría al parque de diversiones dejo de responder mis mensajes, los odia igual que yo, así que me ignoro porque creyó que la obligaría a ir conmigo.
