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Ahora estamos en 1962, Cinco me explico lo que hay que saber, la junta directiva  son los mas altos mandos de La Comisión, la Encargada quiere que nos deshagamos de ellos para así ella tomar el mando y a cambio hará lo que Cinco pidió.

- No tienes que hacerlo si no quieres - me recuerda Cinco.

- Lo se - asiento yo.

Nos adentramos en un complejo que al parecer es una posada, Cinco se acerca a una mujer a preguntar sobre la sala de juntas donde se supone este la directiva.

- Disculpe.

- Recórcholis, me asustaste - se sobresalta la mujer, "recórcholis", que graciosa palabra - si buscan las galletas, las servimos hasta las 3:00.

- No se si me aguante las ganas... - masculla Cinco - sabe donde se reúne la Sociedad de Soja del Medio Oeste?

- Claro que si, en la sala de banquetes Lucio - señala - buscan a su mama? vino a la convención?

Cinco la ignora y mira hacia un costado.

- Disculpe, podría darme cambio? - le tiene un billete y la mujer asiente.

- Estas de suerte señorito - le dice la mujer dándole el cambio.

- Sabe? Hay quien dice que la suerte es morir a la hora exacta - lo miro con una ceja alzada antes de que él avance a una maquina dispensadora.

- Discúlpelo, nació roto - le digo a la mujer para luego seguir a Cinco.

Llegamos a la maquina dispensadora y noto a Cinco ansioso.

- No has tomado café cierto? - le pregunto al ver como se desespera por que el dulce que eligió se atoro.

- Necesito la azúcar- me contesta.

La mayoría piensa que Cinco solo es un amante del café, la verdad es que lo toma mas por necesidad, le da la energía que necesita para usar su poder y no agotarse.

- Vamos... estúpida golosina!

Comienza a golpear la maquina, que intenso.

- Bien cariño, a un lado - digo finalmente, él se aparta cruzándose de brazos - sabes? solo tienes que pedirlo y yo...

Miro hacia Cinco quien se encuentra con la mano metida en el betún de un pastel y luego come lo que queda en su mano.

-... O tal vez no - niego ante su poca paciencia, aun así toco el cristal de la maquina que se hace polvo en segundos, tomo un par de chocolates y voy hacia Cinco, quien no se de donde saco un hacha pero okey.  

- Andando - dice sosteniendo el hacha, parece un maniaco.

Damos vuelta en el pasillo y entramos a una sala, donde hay varios hombre sentados a la mesa, lo que mas llama la atención es un tipo con cabeza de pecera, que tiene un pequeño pez dorado nadando en su interior.

- Llamen a seguridad! - grita este.

Cinco se apresura a correr antes de que marquen y de un movimiento le rebana la mano a la mujer, hago una mueca ante eso.

Veo como el tipo de cabeza de pecera se esconde bajo la mesa, cierro la puerta, ya que bueno, Cinco esta haciendo una matanza.

Camino hacia donde se encuentra escondido, activando mi poder para que toda la sangre que salpica no me manche, que desagradable.

Toco levemente la pecera haciendo un agujero pequeño, el agua empieza a salir y el tipo se gira desesperado así que lo golpeo en el pecho para que se siente, en eso Cinco se transporta frente a el.

NUMBER FIVEOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz