NUMBER FIVE

♤8♤

Después de saludar a Allison y que ella me explicara lo que pasaba solo pude quedarme de pie a su lado por el resto del día.

Tuve que decirle a Anne que ella era mi hermana y que me quedaría en la cafetería con ella, se preocupo un poco al ver lo agresivas que estaban las personas, pero ella entendía que no podía dejar a mi hermana sola en este lugar.

Paso todo el día y yo seguía con ella, y cuando llego la policía estos dejaban que la gente blanca agrediera verbalmente e incluso derramaran leche y azúcar en sus cabeza. Estuve apunto de golpearlos, pero no podía porque Allison me explico que esto era una protesta pacifica, y que al mínimo acto de violencia, aunque no sea de alguien de los manifestantes, la policía lo usaría como una excusa para arrestarlos, o algo peor.

Me daba impotencia ver eso, que estas personas tuvieran que exigir sus derechos básicos que deberían darles solo por ser personas, y todo solo porque su apariencia física era diferente.

No pude hablar mucho con ella, debía mostrarse firme y seria, ahora mismo estaba en algo importante, ya después habría tiempo para ponernos al día.

Ya era algo tarde, un hombre llego y se puso junto a nosotras.

- Ray, viniste! Gracias a dios - dijo Allison feliz de verlo, supongo que se conocen.

- Lamento llegar tarde, fue un día muy interesante - le dijo a alguien, ignorando por completo a Allison.

La mire interrogante, ella solo me miro preocupada y sin entender.

El hombre se sentó junto a Allison, tomando el lugar que una mujer le cedió.

Allison intento tomar la mano del hombre pero este la aparto.

- Quien es? - le pregunte en un susurro.

Me mostro discretamente su mano, y pude ver un lindo anillo de bodas, diciéndome que ese hombre que la había estado ignorando era su esposo.

Asentí entendiendo un poco, tal vez habían peleado antes, aunque eso no es excusa para tratar así a hermana y eso me molesto un poco, los hombres de esta época son unos idiotas.

- Que pasa? - le pregunta en un susurro Allison.

- Hoy salí de la cárcel gracias a un personaje muy singular que dice ser mi cuñado - le relato el hombre.

- Okey, ese es Klaus te explicare qu-

- Y luego vuelvo a casa - interrumpe - y me encuentro al hombre blanco mas grande que haya visto parado en mi porche temblando como un cachorrito perdido, y lo raro es que me dice que también es tu hermano.

- Luther...

Estaba tan atenta a la conversación ajena, que no note que un hombre que se suponia atendía el café, deslizo una taza de té calienta, haciendo que cayera sobre el regazo de Allison.

Ella se levanto de golpe ante la obvia quemadura que eso iba a causar, choco con un policia, y como ella me dijo esté reacciono.

Intento tomarla a la fuerza y fue cuando su esposo reacciono e intento evitarlo pero no pudo porque otro policía lo tomo a él.

A Allison la estamparon contra la mesa, evitando que se moviera.

- Suéltala! - le grite al policía intentando apartarlo pero este me empujo.

- Ray!

Dos policías habían empezado a golpear a Ray, se podía escuchar como algunos de sus huesos crujían por los golpes.

- No! Déjenlo!

Todos empezaban a gritar, pidiendo que la soltaran o algunos insultando a los manifestantes.