NUMBER FIVE

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Estaban sentados en un pequeño cuerto, al parecer de descanso para las enfermeras.

- Desde cuando trabajas aqui? - le pregunto Cinco rompiendo el incomodo silencio.

-Tres años - le respondio con simpleza.

- Y... porque?

- No lo se, tal vez no queria pasar mi tiempo en ese callejon esperando a que vinieras.

Okey, el tono que uso le habia dolido un poco.

- Acabo de llegar - le confesó - hace unas horas, fue algo de pura suerte obtener informacion que Diego estaba en un hospital por aparente demencia.

Ella solo asintio.

- Fue estupido y dijo cosas que aun no pasan, hable un poco con él cuando lo drogaron para calmarlo y hasta yo crei que era un demente - bufo la chica recordando eso.

- Si, Diego es un estupido.

Se volvieron a quedar en silencio hasta que la puerta se abrio, dejando ver a la enfermera que habia visto antes.

- (T/N) te necesitan en "Arte y manualidades" un idiota casi se rebana el dedo - Le llamo la enfermera, Cinco sintio como lo miraba fijamente, habia que admitir que se sintio un poco intimidado.

- Voy enseguida Anne - asintio (T/N) levantandose - Cinco, fue bueno verte pero ahora estoy en turno.

Cinco sintio un nudo en la garganta cuando vio que la chica no tenia ganas de hablar con él.

- Entiendo, a que horas terminas? - le pregunto levantandose y siguiendola.

- En un par de horas no creo que-

- Te esperara afuera - le interrumpio Cinco.

Le dio un abrazo fuerte y luego la solto dandole un beso en la frente, antes de que ella pudiera decir algo el ya estaba alejandose.

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Ya habian pasado dos horas y la chica no habia salido aun, él para entretenerse compro un periodico y empezo a leerlo.

Encontrandose con un anuncio de una pelea, "King Kong" Cinco no tardo en encontrar el nombre de su hermano Luther en este anuncio, tambien descubrio que para quien peleaba era uno de los mafiosos mas importantes.

Pero que mierdas estaba haciendo? Se pregunto molesto.

- Lo siento por la demora - Se escucho la voz de (T/N).

Él salio de sus pensamientos y la miro,  ya no tenia puesto su uniforme, ahora estaba con ropa comun, una falda larga y una camisa de botones.

Le sentaba la moda de esa epoca.

- Podemos caminar un poco? - le pregunto Cinco, para poder hablar con ella tranquilamente.

- Claro

- Bien, tenemos que ir a un lugar - le respondio empezando a caminar, con la chica a su lado.

- No te has encontrado con alguno de nuestros otros hermanos? - pregunto Cinco.

- Aparte de Diego con Klaus, hace un año, creó algún tipo de secta... nada raro para ser Klaus.

Cinco bufo divertido.

- Y tu y esa tal Anne... son algo?... - pregunto queriendo sacar la duda.

- Amigas, ella fue la primea persona que conoci cuando llegue - le contesto sin captar lo que realmente estaba preguntando - ah, espera, te refieres romanticamente? Dios Cinco, tengo la apariencia de una adolescente, te aseguro que ella no es una depravada.

Al escucharla reir un poco se sintio aliviado de que ella se estuviera relajando con él, no como hace un par de horas que pareciera que lo mandaria al demonio en cualquier momento.

- Bueno, yo no soy precisamente de tu edad...

- Es diferente, tu sabes mi edad real y ella se piensa que tengo 17.

Cinco asintio ante esto.

- Lo siento - se disculpo deteniendo su caminar - te prometi que no te volveria a dejar y fue exactamente lo que paso, y ahora estamos aqui como dos extraños...

- hey hey, tranquilo, me salvaste a mi y a los demas de morir aplastados por un pedazo de luna, no fue algo que pudieras controlar. Aun estoy procesando que estes aqui, recuerda que llevo un par de años aqui, asi que disculpa mi mala actitud hacia ti.

Ella lo tomo de la mano dondole una suave caricia para consolarlo del pequeño momento de tristeza que estaba teniendo.

- Pero no los salve... solo lo retrace - le dijo abrazandola - hay otro maldito apocalipsis que ocurrira en 10 días y yo... no tengo ni idea de que hacer.

Ella solo le acaricio la espalda dandole confort.

- Tranquilo, " no hay nada que no pueda hacer" lo dijiste antes no? Bueno pues ahora te dire que no hay nada que no podamos hacer, juntos, intentaste detenerlo por tu cuenta antes pidiéndonos ayuda de ultimo momento, ahora estaremos desde el principio si?

- Si... gracias, por no odiarme - le dijo Cinco soltandola pero aun manteniendo cercanía.

- Cinco, nunca podria odiarte.

Y se quedaron mirando a los ojos, ella le transmitia lo mucho que lo habia extrañado durante esos cuatro años dificiles, y él su alivio de que estuviera bien.

- Entonces, busquemos a los otros, tenemos un apocalipsis que evitar - le sonrio ella.

- De acuerdo - le sonrio él tambien - se donde esta Luther, no esta lejos es al lugar al que estabamos caminando la verdad.

Y con eso emprendieron camino en busca de uno de sus hermanos.

Tal vez no detuvieron un apocaliosis pero detendrian este, no?