NUMBER FIVE

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Noviembre 25 de 1963, Dallas, Texas.

Un extraño portal azul acompañado de nubes de apariencia peligrosa hicieron aparición en un callejon desolado.

Un chico fue expulsado de este haciendo que cayera directamente hacia el suelo y en su aturdimiento sin oportunidad de protegerse con sus brazos.

- (T/N)! DIEGO! - grito recuperandose del impacto, pero cuando volteo su mirada a donde se supone que estaba el portal que lo llevo hasta ese lugar( y tiempo), ya se habia esfumado.

Decidio investigar mas acerca de donde y cuando se encontraba, su aturdimiento era tanto que no se habia percatado de todo el alboroto que habia a unos metros de donde estaba.

Y cuando por fin salio del callejon pudo ver lo que pasaba, soldados corriendo por todos lados, disparando a fuego enemigo, algunos tumbados en el suelo agonizando de dolor.

Los edificios destrozados y fuego en algunos de estos, un caos total.

Quedo desconsertado ante lo que sucedía.

Vio entre escombros un periodico con un titular que anunciaba la invasión de los soviéticos.

-Pero que hemos hecho ahora?...
-se pregunto a si mismo sabiendo que la causa de todo ese caos era culpa suya.

El disparo de un tanque cerca de él lo hizo caer gracias a la intencidad de este, aturdiendo nuevamente sus sentidos.

Con dificultad logro levantarse para poder ver algo que de cierta manera lo alivió.

Sus hermanos luchando, usando sus poderes de una manera que no habia visto antes, protegiendose entre ellos.

Y su corazon de detuvo pera luego dar lugar a una calidez reconfortante.

Su amada estaba ahi, protegiendo a Allison y a si misma de los ataques.

Su pequeña ocho estaba bien.

Empezo a observarla, notando como su cabello antes largo ahora era corto, tambien como su cuerpo habia cambiado, viendose un par de años mayor a cuando hicieron el salto temporal.

No tuvo tiempo de pensar mas sobre eso, el grito de su hermano llamandolo le hizo volver a la realidad.

- Cinco! Pequeño hijo de puta, donde diablo estaba? - al parecer fue el primero en notarlo y estaba molesto.

- Cinco? - escucho preguntar a ocho.

De nuevo dirigio su mirada a ella, con la deferencia de que ahora ella lo miraba tambien.

Pudo notar felicidad en sus ojos y el se estaba por correr a abrazarla pero de la nada apareciera un Hazel mayor, deteniendolo.

- Ven conmigo si quieres vivir -le dijo el ahora viejo Hazel.

- Hazel, que demonios esta pasando? - pregunto totalmente perdido en lo que pasaba.

- No hay tiempo para explicar - nego el hombre y señalo al cielo, donde se podian ver estelas de humo - son misiles nucleares.

- Y que pasa con mi familia?  - pregunto preocupado.

- No los salvaras muerto.

Y con eso lo convencio, dio una ultima mirada a su familia y a el amor de su vida, sabiendo que dejandolos por ahora era la unica manera de salvarlos.

Esta vez lo lograria.

Tomo la mano que Hazel le ofrecia.

Y viajo nuevamente en el tiempo dejando a sus hermanos y novia.

Ellos notaron los misiles que se aproximaban, resignandose de nuevo a que moririan.

Y todo exploto.