♤5♤

10.1K 824 245
                                    

Y nuevamente estabas ahi, de pie en ese callejón en el que habías aparecido hace 4 años, solo habia un edificio al frente y era de cuatro pisos, sabias que tenias que ir al segundo, pero no a que departamento, suspiraste pensando en que Cinco debio ser mas especifico, notaste algo en el techo del edificio, habian varias antenas amontonadas, eso era raro.

Tu presentimiento te decia que el departamento al que tenias que ir tenia vista al callejon asi que de una vez entraste por la puerta trasera del edificio, subiste las escaleras y tocaste la primera puerta a tu derecha, no paso mucho hasta que la puerta se abrio, Cinco te dio una leve sonrisa antes de hacerte pasar.

- Justo estaba esperandote - te dijo guiandote a la sala, que tenia muchos aparatos y artículos de periódicos pegados en las paredes.

"ahora con que clase de tipo raro se esta relacionando cinco" pensaste, primero Hazel y Cha-Cha, la comision y ahora esto, no te sorprendia mucho la verdad.

- Como sea espero que me cuentes que fue lo de ayer - viste a un hombre parado cerca de una radio, viendo la pequeña cajita que Cinco encontro ayer y comiendo cereal -  (T/N) el es Ellitt, Elliott ella es (T/N), asi que sobre lo de ayer-

Fue interrumpido por unos pitidos que venian de la radio seguidos de una voz.

-"atencion a todas las unidades, tenemos un 3-15 en el sanatorio Holbrook" 

- Que rayos es un 3-15? - les pregunto a ambos.

- Fugitivos sueltos - le respondio Elliott con la boca llena de cereal, tu solo diste un suspiro al imaginar como se pondria Anne al enterarse de eso.

- "se escaparon 25 pacientes, muchos estan armados y son peligrosos"

- Y eso es por lo que tuve que irme con tanta prisa ayer, unos imbéciles incluso se pusieron a disparar - le dijiste a Cinco con una exprecion molesta, él solo tomo tu mano para calmarte.

- Sabes que lo mas probable es que haya sido Diego no? - te dijo igual de molesto, cada uno de sus hermanos tenia un segundo super poder, cagarla.

-Diego puede hacer muchas cosas cuestionables, pero no ponerse a disparar en un hospital- le respondiste segura.

- Quien es Diego? - pregunto el hombre viendo como el chico que lo intimidaba se veia tan calmado a tu lado.

- Imagina a batman y luego a alguien peor  - respondio cinco sonriendo con sorna - bien, encargate de la cinta, regresaremos cuando podamos.

Cinco aun tomandote de la mano empezo a alejarse.

-Un gusto conocerte Elliott - te despediste con tu mano libre.

Cinco y tu salieron de la casa, llendo a un lugar del que no tenias ni idea.

- Y a donde se supone que vamos? - preguntaste seguiendo su paso.

- Con diego, tengo una ligera idea de donde puede estar - te contesto soltandote y metiendo ambas manos en sus bolsillos, sabias que hacia eso cuando estaba molesto.

- Bien, esta muy lejos? hay algo de lo que me gustaría hablar contigo - planeabas tener esa conversación que Anne te había sugerido, pero si a donde iban esta cerca no tendrían el tiempo que necesitabas.

Te miro confundido pero al notar la manera en que lo mirabas entendió que era algo que realmente necesitabas, el imbécil de Diego podía esperar, el te dedicaría su tiempo a ti.

- Planeaba usar mis poderes pero podemos no hacerlo, así que tenemos el tiempo que necesites - te dijo dedicandote una sutil sonrisa y tu se la devolviste.

Sabias exactamente lo que tenias que decirle.

- Bien, gracias, bueno pues para empezar seguramente te preguntaras como es que en estos cuatro años mi cuerpo a cambiado mas de lo que cambio los diecisiete que no estuviste - él asintió mirándote atento a lo que decías - bueno pues al parecer mis poderes se relacionan con mi subconsciente, la verdad eso era muy obvio, como no pude darme cuenta? como sea, mi crecimiento empezó a ser lento desde los 11, que fue cuando las cosas en la academia se estaban poniendo mas... tensas, luego te fuiste, la muerte de Ben, klaus empezando a drogarse, la mayoría ya se había ido de la academia... fue difícil y solitario, así que tengo la teoría de que mi subconsciente dejo mi cuerpo detenido en cuando te fuiste que fue cuando yo peor me sentí así que-

- quieres decir que es algun tipo de síndrome de Peter Pan pero en lugar de mental, sea fisico? - te pregunto entendiendo a lo que querias llegar, tu asentiste agradeciendo que no necesitara tanta explicacion para entender.

- precisamente, y ya sabes, cuando llegue tuve la fortuna de conocer a Anne, y mi mente encontro nuevamente un lugar feliz asi que mi subconsciente permitió que mi cuerpo continuara creciendo, como si solo hubiera estado en pausa sabes? y yo a lo que quiero llegar realmente es que no voy a permitirme perder eso.

Habias detenido tu caminar, bajando la mirada a lo que estabas por decir.

- asi que cinco, puedes prometer no volver a dejarme? Porque si no es asi, necesito saberlo para poder seguir avanzando como hasta ahora.

Él te miro orgulloso, siempre habias tenido algo de ese caracter que protege lo que tiene, solo que ahora lo estabas sacando a relucir de una que no habia visto antes.

Él te miro y sonrio, con sus dos manos en tus mejillas te hizo mirarlo.

- Te lo dije Numero Ocho, siempre estare a tu lado pase lo que pase, después de todo que clase de novio seria si no puedo proteger tu felicidad?

Eso te habia hecho sentir aliviada, con un peso menos en los hombros y la seguridad que te faltaba.

Aunque que fue eso de novios?

- Gracias Cinco, pero por cierto... novios? - preguntaste confundida pero un una sonrisa timida, que luego cambio a una divertida al ver como el chico abria los ojos sin entender y sus mejillas se coloreaban de carmín.

- Yo... supuse que despues de ya sabes, confesarnos y besarnos lo eramos, no es asi? Si no quieres serlo esta bien, despues de todo para ti ha pasado tiempo y-

Lo interrumpiste abrazandolo.

- Claro que me gustaria serlo Cinco.

Él igual te abrazo, sintiendo como ambos llenaban ese pequeño espacio en sus corazones que solo pertenecia al otro.

- Bueno, eso es un alivio, igual si decias que no esperaria a que hasta que me aceptaras.

Reiste divertida, habias olvidado lo tierno que podia llegar a ser.

- Oh, ahi esta Diego - señalaste mirando un auto en el que podian ver a su hermano de piloto.

- Bueno cariño, vamos por nuestro idiota hermano.

Asentiste sintiendote nuevamente motivada a cumplir tu proposito de salvar al mundo y ser feliz junto a tus seres queridos.

NUMBER FIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora