Capítulo 20

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Mis ojos se negaban a abrirse, sin embargo, los labios de Alexander en mi cuello me obligaban a reírme.

-Cinco minutos más por favor – susurre tratando de cobijarme nuevamente.

-Buenos días mi amor, lamento negarte esos cinco minutos, pero se hace tarde – respondió retirando las sabanas de mi cuerpo.

Resople dándome por vencida y me senté en la cama, note que Alexander ya está listo, vestido con un traje perfectamente a la medida, me quede embobada.

No podía creer que ese hombre fuera todo mío...

-¿Disfrutando de la vista? – pregunto mirándome con una ceja arqueada.

Retire un hilito de baba en la comisura de mis labios y me levante.

-Quisieras – susurre pasando a su lado.

Alexander me dedico una sonrisa coqueta, y sin que me lo esperara me tomo por la cintura y me tumbo de nuevo en la cama.

Chille sorprendida, él se colocó encima de mí, beso mis labios apasionadamente, lleve mis manos a su cuello para acercarlo más a mí.

-Quisiera hacerte mía una y otra vez justo ahora, pero se nos hace tarde – menciono Alexander.

Se puso de pie, y me cargo poniéndome de pie también.

Me reí suavemente y caminé a la ducha.

Sentí un ardor de repente... en mi trasero.

-¿Acabas de darme una palmada ahí? – entrecerré los ojos mirándolo.

-¿Fue algo así? – cuestiono y volvió a darme una palmada.

Le saque la lengua juguetona y corría al baño cuando hizo el amago de darme otra palmada.

Me duche rápidamente, y me cambie de ropa, cuando salí ya no estaba mi prometido en la habitación, pero si estaban nuestras maletas listas.

La abrí solo para asegurarme que estuviera lo necesario.

-Créeme amor, todo está ahí, excepto las correas y ropas de Teddy, esa maleta esta abajo – hablo Alexander detrás mí.

Brinque del susto.

-No estabas ahí hace un segundo – dijo mirándolo.

Alexander sonrió y me beso suavemente.

-Estaba en el balcón – respondió.

Asentí y tome una mochila con dibujos con caricaturas, serian la que lleve en mano.

-Ya estoy lista – dije sonriendo.

-Muy bien pequeña, vamos – contesto Alexander tomando mi mano entre la suya.

Salimos de la habitación, y bajamos al recibidor, donde estaba Scarlett con Teddy en sus brazos.

-Cuñada, te juro que amo a tu perrito – menciono acariciándolo.

-Y el a ti – respondí riendo al ver al pequeño lamer su mano.

Scarlette me lo paso a mí, y lo tome entre mis brazos.

-Desayunaremos en el jet, vámonos – aviso Alexander.

Asentimos, y nos dirigimos a el auto que esperaba, las personas de servicio subieron todas las maletas.

En el auto subimos Alexander, Scarlett y yo, ya que los padres de Alexander al parecer se quedarían, puesto que no aparecieron.

-Lamento hacerles mal tercio – dijo Scarlette sonriendo.

-Si lo haces – asintió Alexander.

MAGNATE AMADOWhere stories live. Discover now