MAGNATE AMADO

Capítulo 15

Me aferre a su brazo, mientras daba pasos un poco lentos a causa de sentir las piernas entumecidas.

Uno de los síntomas causados por el coma en el que estuve según el doctor Henderson, por lo apoyé mas mi peso en el brazo que Dimitri me ofrecía amablemente, mientras entrabamos al edificio de Steven.

Nos acercamos al mostrador donde el encargado del edifico revisaba las visitas.

-Buenas tardes, vengo a ver a Steven Skarsgard - salude al empleado con una sonrisa.

El hombre respondió al saludo y reviso sus notas.

-Claro que si señorita, el joven Skarsgard la espera - respondió el hombre.

Asentí y caminé con Dimitri al elevador ya que Steven vivía en el penthouse.

-Odio los lugares pequeños - me queje una vez que se cerraron las puertas de ascensor.

Dimitri me sostuvo del brazo con delicadeza y sonrió.

-Lo se señorita, una de las tantas veces que lleve al joven Hudson a casa cuando no podía manejar, me lo contó unas diez veces - respondió Dimitri suavemente.

Mi corazón se hincho al escuchar esas palabras, como Alexander podía ser tan frió con las personas y al mismo tiempo ser un hombre tan lleno de amor... Es perfecto.

No pude evitarlo y abracé a Dimitri.

-Gracias por cuidarlo - susurre tímidamente.

Dimitri se quedó unos segundos inmóvil, para después abrazarme suavemente.

-Es un buen chico, jamás lo hubiera dejado solo... Hubiera preferido que me despidiera antes de dejarlo solo en aquel estado - confeso Dimitri.

Y le sonreí, el era un buen hombre.

Una vez que las puertas del elevador se abrieron nos dejo en el recibidor del penthouse, donde Dimitri se quedo junto a la salida para vigilar.

Camine por el enorme y elegante recibidor del lugar, buscando a mi amigo sin tener éxito.

-¡Stev! - grite mientras me dirigía a su habitación.

La cual también estaba desierta, así que suspire y camine de regreso a la sala, donde me senté en uno de los elegantes sillones.

Saque mi móvil para enviarle un mensaje, justo antes de verlo de pie junto a la puerta que tiene dirección a la cocina, comiendo helado y vestido con un adorable pijama de ositos.

- ¿Dónde estabas? - pregunte mirándolo con una sonrisa.

El me sonrió tiernamente, antes de caminar y sentarse a mi lado, llevándome a su pecho en un acto de cariño.

-No estaba escondido en el closet de eso puedes estar segura pastelito - bromeo.

Me reí en su pecho, antes sentarnos en el sillón y que me diera de su helado el cual ya tenia dos cucharas listas.

-¿De qué querías hablarme, Stev? interrogue comiendo del helado.

Escuche que suspiro largamente y fruncí el ceño, aquello era una mala señal.

-Estoy saliendo con alguien - declaró pesadamente.

Lo mire unos segundos antes de desviar la mirada al helado en mis manos, sin saber si preguntar o no.

-¿Es Gior... - me interrumpió antes de terminar.

-No, no es el - anticipo a responder con cierta molestia y pesadez.