MAGNATE AMADO

Capítulo 19

Dedicatoria especial para mi toxica favorita [Lenny Alvarado]

*

Miro a su primo, el cual caminaba de lado a lado, de la pequeña sala, mientras apretaba sus manos ansioso.

–¿Te quieres sentar, por favor? Me mareas – se quejó Jazmín a su lado.

Alfredo la miro y negó, siguió caminado por toda la sala de su tía miranda.

Jazmín bufo cansada al igual que su prima Michell, ambos desparramadas en los sillones a su lado.

–¿Cuánto más se supone que tendremos que esperar? – se quejó esta vez Michell.

–Hasta que John llegue – respondió Alfredo.

Se abstuvo de decir algo más y guardo silencio.

Solté un suspiro cansada, y me dediqué a mirar por la ventana, había extrañado enormemente estar en casa de su tía miranda, desde que había salido del hospital solo había regresado un par de veces a su hogar.

Cuanto habían cambiado las cosas en ese tiempo...

Con una sonrisa melancólica, se permitió que su mente viajar a sus recuerdos.

Aquella tarde cuando conoció a Alexander, sus ojos fríos y oscuros como hielo, su hostilidad, su elegancia... tanto habían cambiado, se dio cuenta de que rápido pasaba el tiempo.

¿Quién lo hubiera dicho?

Observo su mano, aquel diamante azul adornaba su dedo anular, sonrió, su compromiso estaba por consumarse.

Suspiro largamente, recordando a una joven solitaria, perdida en el mundo de los libros, llena de inseguridades y miedos, su única compañía un pequeño perro llamado Teddy.

Observo al pequeño canino, dormido plácidamente junto a su pierna, cuantas aventuras habían pasado solos.

No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, no sabía la razón, quizás solo la nostalgia de recordar el pasado, y lo rápido que pasaba el tiempo, se preguntaba qué sería de ella si nunca hubiera conocido a Alexander, quizás muy diferente y solitaria.

Miro al techo, tratando de que las lágrimas no se derramaran por sus mejillas, y muy dentro de ella, agradeciéndole al destino por haberla llenado de personas que la amaban, tal cual era ella.

Miro a su familia frente a ella.

Recordó cuando solo eran un montón de niños, jugando y haciendo travesuras... ahora los años habían pasado.

La puerta principal siendo abierta, la distrajo de sus melancólicos pensamientos, y miro en su dirección.

Un abatido John, entro por ella, con mirada cansada y semblante agotado.

Frunció el ceño confundida, al igual que Michell y Jazmín, esta última se levantó de su lugar para dar le un delicado abrazo.

-¿Qué tienes, primito? – pregunto Jazmín con preocupación.

-No es nada – se limitó a responder John.

Michell se lo miro incrédula.

-¿Desde cuándo hay secretos entre nosotros? – dijo ella con una ceja arqueada.

John suspiro asintiendo, por el rabillo de ojo pude ver como Alfredo desviaba la vista ¿Nervioso?

-Esta triste desde que su novia lo termino – intervino Alfredo.