81 [FINAL]

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Desde la partida de Lee Felix, el sentimiento más común de Hwang Hyunjin es la impotencia. El dolor de no poder hacer nada.

Esa tarde, recordó más de una vez que Lee Felix le había dado un fuerte abrazo el día que se fue. Hyunjin siempre imaginó que, si no se hubiera ido, definitivamente hubiese cuidado a Lix con firmeza después, sin perderlo nunca de vista. ¿Por qué no puede regresar el tiempo?

Si alguien le preguntara a su yo de hace catorce años: ¿Vas a llevarte a Lee Felix para darle felicidad? Hubiera respondido que sí sin la necesidad de pensarlo ni un minuto. Si le hubieran preguntado al Hwang de hace cuatro años: ¿Eres digno del amor y del alma de Lee Felix? Se hubiera quedado en blanco. No sabía si su corazón estaba hecho de carne o de piedra. ¿Cómo pudo ser tan cruel con la persona más importante? Llegado a este punto, Hyunjin ahora va a ser asesinado por su propia vergüenza y sus propios errores. Él no sabe lo que va a pasar a continuación y tampoco entiende que puede hacer para aminorar el golpe.

Durante el día, el asistente Kim y él fueron a buscar casas cercanas para preguntar sobre las personas que vivían en la plantación. Por la noche, Hyunjin durmió en el auto y vigiló el jardín de té donde había estado antes su pequeño Lix. En el cuarto día, hubo un cambio, y cuando Hyunjin estaba a punto de darse por vencido, vio llegar a una persona.

Es Lee Minho, y está solo.

Llevaba un rompevientos largo y negro y arrastraba una pequeña maleta que tenía en la mano. No lo había visto durante medio mes, pero estaba seguro de que no lucía de esa manera antes. Su rostro estaba más delgado, tenía unas ojeras infinitas y los ojos rojos. Hwang no lo reconoció de inmediato, pero no pensó mucho en nada, y rápidamente abrió la puerta del automóvil y se apresuró a ir a su encuentro.

—¡Lee Minho! Minho. ¿Dónde está Felix? ¿A dónde fue Lee Felix? ¿En qué hospital está? ¿Ah? ¡Habla! ¿Quién lo está cuidando si estás aquí? ¡Habla te digo!

El estado de Hwang Hyunjin no es mejor que el de Lee Minho. Lanzó todas las preguntas sin un orden coherente y con la mirada llena de furia. Minho tiene las pupilas fijas en Hyunjin, pero no parece que lo esté viendo realmente. Posee una expresión apagada, no refleja odio, sino un estancamiento emocional gigante.

La mano de Lee Minho se extendió en el aire, miró su palma vacía y repitió sus palabras para sí mismo:

—¿Dónde está Felix...? ¿Dónde está Lix?

La voz de Minho es muy ligera e increíblemente rasposa. Es como si le hubieran arrancado las cuerdas vocales de la carne.

Se ha ido... En... En mis brazos. Yo lo tenía... Pero, poco a poco... Él estaba frío y yo...

Todo se quedó en silencio.

Hwang Hyunjin tuvo un momento en el que pensó que no escuchaba bien y otro dónde fingió no haber oído nada. Abrió la boca, pero no pudo salir palabra alguna de allí. En ese momento, el mundo estaba en silencio. Solo el silbido del viento barría su cara mientras se llevaba todos los colores que tenía delante. Entonces, sin aviso, Hwang Hyunjin de repente corrió y agarró el cuello de Lee Minho con ambas manos. Sus ojos estaban húmedos y parecía una bestia irracional. La voz de Hwang ya ni siquiera parecía humana. Se mordió la lengua porque no podía controlar los espasmos de su boca, y cada palabra salió con sangre y dolor.

—¡Mientes! ¡Mientes! ¡Imposible! ¿No dijiste que podías cuidarlo? ¡Eres un doctor! Así... Así que me estás mintiendo. ¿Verdad? Lo escondiste, ¿cierto? Te lo ruego... No me asustes así... Te lo ruego. — Hyunjin dejó de sentir las piernas y se dejó caer a los pies de Minho—. ¡¡Dime que me estás mintiendo, ya no apareceré frente a ti, puedes quedarte con Lix, me iré, pero dímelo!!

Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon