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Lee Felix está muy grave.

Minho se encuentra realmente angustiado por eso. Sabe que Lix no quiere causarle más problemas así que, aunque el dolor es infinitamente más poderoso para este momento, no dice nada y tampoco se queja nunca. Lee Minho ahora está acostumbrado a ver a Felix dormir por la noche y dormir nuevamente en la mañana y en la tarde. Se siente torpe y no se permite despegarse de su lado.

Esa noche, se sorprendió por los movimientos incontrolables de Lee Felix. Estaba llorando, aunque todavía no despertaba. A Lix lo cubría una fina capa de sudor frío, jadeaba y se encogía de hombros a la vez que abrazaba sus piernas. Dijo vagamente:

Yo... Yo... Incómodo... No puedo...

Parece que el dolor ahora está en su sueño también. Minho ajustó un poco la luz de la lámpara de la mesita y frotó suavemente la delgada espalda de Felix con la palma de su mano.

Oye, estoy aquí... Estoy aquí, no pasa nada...

La cintura de Minho fue rodeada por los brazos delgados de Lee. Las lágrimas empaparon su pijama, la piel caliente le quemaba la suya. La frente de Felix estaba casi hirviendo, y parecía que había logrado aumentar más todavía en medio de la noche. Minho quiere bajar de la cama para recoger dos toallas frías, pero solo con el más pequeño movimiento de su torso, logró hacer que Lix, sollozando suavemente, gritara:

Hyunjin Hyunjin... No, no vayas... ¡No te vayas...!

Los ojos de Minho estaban rojos por las lágrimas. Le dio una palmadita en la cabeza a Felix y con la voz baja respondió:

Tu Hyunjin Hyung no se va a ir a ningún lado...

Minho miró a Felix durante mucho tiempo, y luego movió con cuidado el cabello que ya se le había pegado a la piel debido al sudor. Pensó, «merezco esto». Aunque no sabía exactamente por qué lo merecía. De hecho, se podría decir que solo tiene una fuerte impotencia. No puede interferir con quién está escondido en la parte más profunda del corazón de Lee Felix.

En la mañana, Minho comenzó temprano. Bajó las escaleras para remojar unos frijoles y quiso esperar a que Felix recobrara la consciencia para alimentarlo con leche de soja. El castaño estaba en la cocina, se quedó despierto toda la noche y tuvo una pesadilla apenas cerró los ojos. Parecía como si fuera un niño en una escuela juvenil, llevando un uniforme escolar azul y blanco, corriendo junto a otro niño vestido igual pero que tenía un hoyuelo pequeño en el lado izquierdo de la mejilla y preciosas pecas en su rostro. La sonrisa de Felix, era limpia y hermosa, y él no pudo hacer más que sonreír y extender sus brazos para sostenerlo. Sin embargo, el menor corrió directamente a otro lado, donde había un inmenso mar y de pronto, se hundió.

Definitivamente no era un buen presagio.

Lee Minho suspiró, sacó su teléfono móvil y revisó el calendario. Todavía faltaba más de una semana para el cumpleaños de Felix, pero no podía hacer que el tiempo fuera más deprisa. El celular comenzó a sonar en su mano, y Minho se permitió entonces observar el identificador de llamadas.

Era Hwang Hyunjin otra vez.

—¿Diga?

La voz de Hwang es muy débil, ronca y considerablemente quebrada.

—¿Felix lo sabe?

Hyunjin está internado en el hospital debido a su alcoholismo y su severa enfermedad cardíaca. El asistente Kim estaba alarmado cuando no contestó sus llamadas y, desesperado, subió a su departamento y comenzó a tocar la puerta. Afortunadamente tenía llaves de repuesto, o Hwang hubiera estado realmente en un peligro mortal.

—No. Está dormido. —La voz de Minho se escucha muy perezosa a la hora de hablar—. No... No queda nada que hacer.

Hyunjin había conseguido ponerse a temblar. Cuando escucha que está tan vulnerable, inevitablemente desea con todas sus fuerzas estar allí a su lado. Tumbado en la cama, haciéndole sentir mejor. Se pregunta cómo fue que soportó el dolor de la quimioterapia y se pregunta cuánto tiempo le llevará a Felix antes de tener la fuerza suficiente como para levantarse un poco de la cama. Mientras más piensa, más triste se pone, más siente dolor en el pecho.

Quiere saber todo sobre Lee Felix, pero no puede ir a verle. No le gusta enterarse mediante llamadas, pero ya no existe otra opción. Hyunjin tosió un poco antes de suspirar y dijo:

Entonces, al menos... ¿Puedes dejarme escucharlo? No voy a hablar con él, solo quiero... Solo quiero oír su respiración.

Minho se rio y finalmente, consiguió volver a sacar a la superficie todo el mal humor que estaba reprimiendo desde la noche.

Señor Hwang, su tono todavía me resulta insoportable. ¿Esto es alguna clase de guion dramático ensayado? ¡No olvides a la cantidad de hombres que llevaste a la cama, mientras él se estaba pudriendo solo en tu casa! Él sabe que no lo quisiste nunca. ¿¡Puedes ver ahora en que estabas equivocado!? ... Si ibas a tratarlo así en primer lugar, ¿por qué tuviste que dejar tantas huellas en su corazón? ¡¡No es justo!!

—... Entonces, cuelgo. Cuida de él.

Minho quiere aventar el teléfono contra la pared, pero aun así se detiene. No puede evitar llorar y gritar ante los recuerdos de Felix, quién recuerda y llama a su Hyunjin Hyung.

Al subir al dormitorio, Felix todavía no había abierto los ojos. La fiebre tardó mucho en disminuir y como resultado, su cuerpo estaba demasiado cansado y demasiado herido como para pedirle respuestas. Minho se inclinó y le colocó una colcha... Entonces vaciló y sacó su teléfono móvil otra vez. Tomó una foto de Felix dormido, la luz era muy tenue y no pudo elegir un ángulo decente. Medio borrosa, le envió la foto a Hwang, y finalmente, creó una copia de seguridad para sí mismo.

Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora