𓆟 77

2.2K 281 107
                                    

Cuando se despertó, la cama estaba vacía y hacía frío. Parecía como si Lee Minho hubiera estado ausente por mucho tiempo. Felix se dio vuelta lentamente, se agachó en la cama y cerró los ojos por un rato más. Su cuerpo todavía estaba demasiado débil, porque habían estado ocupados toda la madrugada. Ahora, siente que su cintura y sus piernas están demasiado sensibles y, por lo tanto, se avergüenza de no poderse mover.

En ese momento, la puerta se abrió con suavidad y Lix rápidamente fingió estar dormido. Sintió que alguien estaba a su lado, y apretó las sábanas con los dedos... Antes de darse cuenta, su espalda estaba siendo envuelta por algo cálido. Duro, pero muy acogedor... Un gatito comenzó a ronronear en su pecho.

-Mi amor, feliz cumpleaños. - Minho se inclinó y besó desde el lóbulo de la oreja de Felix hasta la línea de su delgado cuello-. Levántate.

Lix se encogió de hombros y apretó al gatito entre sus brazos.

-No me molestes. Me estás picando con tu barba...

Minho no hizo mucho más para convencerle, solo sonrió y se acomodó de frente al pecoso para robarle otro silencioso beso.

-Levántate, un rato nada más. Te esperaré abajo.

Felix se sentó con dificultad inmediatamente después de que percibió el silencio, se arregló los botones del pijama y se frotó con suavidad la frente y los ojos... Una vez abajo, caminó por la casa vacía hasta que escuchó un ruido fuerte en la cocina, similar al de platos cayendo sobre el suelo. Se asomó por la puerta y vio a Minho, sonriendo de una manera verdaderamente grande.

-¿Qué pasó?

En Minho había una exagerada cantidad de harina sobre su delantal que tenía dibujadas pequeñas flores. Traía en la cara una mirada tonta y reía a carcajadas mientras intentaba quitar de sobre la cabeza de un perro grande, un diminuto costal. El perro estaba completamente blanco y todo alrededor de ellos era un desastre.

-Intentaba hacer un pastel.

Felix tenía todavía al gatito sobre sus brazos, y parecía casi tan asustado como él.

-Eres increíble.

Lee Minho camino hacia él, lamió la harina que manchaba la comisura de su boca, y luego abrazó a Felix hasta hacerle caer sobre el sofá de la sala de estar. La mano de Minho estaba muy caliente, y ella creó su propio camino sobre la cintura de Lix a través de su pijama, le frotó suavemente hasta crear una línea imaginaria que conectaba su pubis con la cara interna de su muslo. El pecoso se curvó contra él, y a cambio obtuvo un susurro sobre su boca.

-La harina está toda sobre mí. -Minho no lo soltó-. Te voy a compartir un poco.

Sus movimientos no se detienen, y Lee Minho entiende que es difícil poner incómodo a Lee Felix. Su mente está volviéndose borrosa nuevamente, a pesar de que le funcionó bien para controlar su cuerpo la noche anterior porque tenía miedo de lastimarlo. La técnica y la fuerza que ejerce Minho es muy placentera, y los músculos tensos de Lix lograron relajarse casi por completo. El masaje se extiende por mucho más tiempo del que esperaba, y Felix se siente avergonzado por haber interrumpido a su cocinero especial...

-Me siento mal por ti... Estabas muy concentrado. ¿No es cierto que el pastel todavía no está listo?

El pecoso se levantó del sofá y fue directamente a los brazos de Lee Minho para darle un último beso. Minho no dijo mucho, y frotó suavemente el costado de Lix con la palma de la mano. Finalmente se levantó. Caminó dos pasos hacía la cocina y de repente recordó lo que iba a mostrarle.

Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇Where stories live. Discover now