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Felix está incómodo, se despierta muy temprano por la mañana y no tiene fuerzas en absoluto.

Se levantó, se sacó de encima la pijama y se quedó dormido antes de siquiera ponerse otra cosa. Su cuerpo estaba un poco frío, pero sentía mucho calor en la cama. El hombre a su lado se encuentra caliente y el vapor que desprende le hace parecer una estufa gigante.

El invierno en el norte llegó muy tarde, fue muy largo y estuvo siempre extremadamente frío. Hyunjin parecía estar agotado estos días, como si estuviese hibernando. Dormía muy profundamente y se movía apenas un poco. Felix se mordió el labio y le abrazó con cuidado la cintura. Para este punto, el amor, el miedo y la alegría están tallados a profundidad sobre sus huesos. Se siente como si toda la sangre se le estuviese drenando poco a poco, y él no puede hacer nada más que ser un mero espectador.

Solo Lee Felix puede ser capaz de acompañar a Hwang Hyunjin durante tantos caminos llenos de dificultades, soportar incansables meses de mentiras y luego, usar su último año de vida para amarlo hasta los huesos. Tan gentil, tan valiente y tan estúpido. Nadie, simplemente Felix.

Cuando Hwang se despertó, sus brazos estaban vacíos y helados. Abrió los ojos a medias y abrazó a la persona que todavía estaba rodeándole el torso sin fuerza. Su mente y su subconsciente estaban aturdidos y sin embargo sabe que Lee es Lee, porque nadie excepto él podría estar en la cama de su departamento en esa noche.

De hecho, la forma en la que Felix le abraza no ha cambiado mucho durante tantos años. Cuando está en sus brazos, no es diferente al adolescente de buen comportamiento de la escuela secundaria. Hwang Hyunjin en realidad no está muy seguro de en qué momento esta persona comenzó a pegarse a él, pero no puede imaginarse el mundo de otra manera. Con otros amigos, con personas extrañas, con alguien que no sea Lee. En algún momento, Hyunjin sintió que estaba cansado de la forma tan vehemente con la que Felix volteaba a verlo. Pero hoy, Hwang parece sentir vagamente que lo está perdiendo. Tiene miedo de ver el enojo de Lee Felix, la debilidad en sus ojos, la tristeza y el rechazo inconsciente que le da en la cama.

Hyunjin acercó la palma de su mano y puso el desordenado cabello de Lee detrás de su oreja. Vio que los ojos del pequeño Felix lentamente se apretaron, se tornaron pesados y la respiración de Lix que antes era suave, ahora era superficial y se estrellaba sin parar en el pecho de Hwang. Le pica, como una pequeña garra que le está desgarrando el corazón. No pudo evitar tocar las mejillas pecosas del menor y solo con el roce de las yemas de sus dedos, pudo saber que tenía fiebre.

—¿Felix? Oye, levántate.

Hwang frunció el ceño y apretó suavemente la punta de la nariz de Lee.

Félix tiene la mala costumbre de despertar con un poco de fiebre alta y, por consiguiente, no se siente demasiado incómodo. En cambio, Hyunjin lo despierta de inmediato, siente su frente y le acomoda sobre las almohadas. Sacude la cabeza con suavidad y saca lentamente el aire por la nariz. Hwang no sabe que más hacer además de cubrirlo con la colcha y levantarse para buscarle medicina. Inesperadamente descubre que la pequeña vitrina del estudio que antes estaba vacía, ahora tiene los estantes llenos de botellas de vidrio y frascos de diferentes tamaños. Eran como medicamentos, pero parecen más bien unos diminutos caramelos de colores. Es un poco extraño y no quiere darle algo que le haga todavía más daño así que sin pensarlo mucho, Hyunjin fue a su habitación y tomó apresuradamente su propia caja de medicinas para el resfriado. Vertió un poco en su mano y se la dio para intentar bajarle la fiebre al menor.

Toma la medicina y luego duerme. —Hyunjin puso una taza de té en los labios de Felix—: Espera a que haga unas sopa de arroz con pollo para comer.

Felix estaba medio dormido para cuando tomó la medicina. Hyunjin le dio unas palmaditas en la parte superior de la cabeza:

—¿Me sobrepasé contigo anoche?

El pecoso se envolvió su colcha y le dio la espalda.

Tengo cosas que hacer en la tarde, pero después de la comida te llevaré al hospital para que te revisen. ¿Está bien?

Felix se enderezó gradualmente y dijo:

No hay que ir al hospital. —Al cabo de un rato, completó la frase diciendo—: Necesito alimentar a los gatos.

—No hay problema con eso, escúchame. —Hwang Hyunjin trata de convencer a Lee de que todo estará bien, sin embargo, siente que su tono es difícil y se va poniendo nervioso lentamente. Susurró—: Los alimenté ya, más temprano en la mañana.

Felix no quería ir al hospital, el final estaba casi escrito y no era del tipo de persona que se preocupaba por casos perdidos. También sabe dentro de sí, que cuando Hwang se dé cuenta, sus palabras serán tormentosamente falsas y completamente escandalosas.

Ya sea una disculpa o palabras llenas de vergüenza basadas en la lástima, Lee Felix no las quiere en absoluto.

¿Qué harás sin mí, Hwang Hyunjin? Los ojos de Felix están muy tristes. Hace dos meses, en los días de nieve, Hwang regresaría para acompañarlo a comer Ssiat Hotteok y preguntarle el por qué su rostro se veía tan cansado. Ahora no puede soportar sus tardes de silencio.

No es que pueda soportar toda la ignorancia con solo el poder del amor. El cariño, sus sentimientos y la vida, le están dando la muerte. Siente que su rostro está un poco pálido porque, aunque él puede pretender ser fuerte, su cuerpo saca su debilidad más veces de las que le gustaría. El cuerpo, el organismo de las personas, es inteligente de verdad.

Hyunjin entra para decirle que es hora de comer, cuándo se da cuenta de que Lee está todo acurrucado sobre la cama

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Hyunjin entra para decirle que es hora de comer, cuándo se da cuenta de que Lee está todo acurrucado sobre la cama. Incómodo, triste, con la cara llena de un sudor frío y viscoso. Sus ojos están cubiertos por una gruesa capa de lágrimas. Tiembla, abre la boca y solamente grita:

Hwang... Me duele el cuerpo...

—¿Dónde? ¿Dónde te duele? Por favor no me espantes.

Me duele la cintura y las piernas.

Hwang Hyunjin lo abraza de la misma forma que la noche anterior. Su fiebre parece haberlo desgastado, parece tan incómodo y tan enfermo mientras el pelinegro le susurra:

Después de comer la sopa, te acuestas y vamos a ir a que te hagan un examen médico. ¿Está claro?

Lee quiere contestar, pero el sonido de un celular lo arrastra de nuevo a su desgracia.

Á𝓶𝓪𝓶𝓮 𝓣𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓟𝓾𝓮𝓭𝓪𝓼 // 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇 // 𝙼𝙸𝙽𝙻𝙸𝚇Where stories live. Discover now