Lee terminó teniendo tres platos frente a él y una sopa caliente de tomates. El primer plato que Hwang realizó bajo la "guía" de Lee Felix, no podría resultarle menos apetecible.
En ese momento, Hwang descubrió que el anillo en la mano de Felix se había ido.
—¿Y tú anillo dónde está?
—¿Dónde está? ¿No será que solo olvidé donde lo puse? No lo perdí, seguramente está aquí en la casa.
Felix utilizó la misma excusa que una vez Hyunjin le dio.
La cara de Hwang cambió, pero se suavizó rápidamente. Miró la huella pálida en el dedo de Felix y dijo:
—Pequeño Lix, no te preocupes. En año nuevo, tendremos unos anillos de pareja mucho más elegantes que esos. Te van a gustar más.
Lee dejó sus palillos sobre la madera. Hwang siente que hay algo sobre él que no está completamente bien y, sin embargo, no se atrevió a preguntar. Temía que una frase mal empleada hiciera estallar a Lee Felix como ocurrió en días anteriores.
Tenía muy claro que Felix todavía poseía una infinidad de quejas contra él que todavía no había desahogado. Lee se negó a comer más, y Hyunjin ya no tenía apetito.
Hwang se sentó y lo miró como si esperara que hiciera algo. Observó a Felix limpiar el tazón, observó a Felix alimentando al gato y vio a Lee sentado en el sofá y leyendo con atención otro libro de poesía. Ninguno de los dos sabía cuánto tiempo habían estado sentados, hasta que Felix entró al baño de la habitación. Hyunjin reaccionó. No se atrevía a marcharse a dormir si Felix no iba con él. Solo pudo sostener una almohada entre sus piernas y cerrar los ojos...
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En la opinión de Hwang Hyunjin, la apariencia de Lee Felix es espectacular cuando sale del baño. Su cabello todavía gotea y su cara húmeda tiene un ligero rubor rosa. Su rostro era pequeño y blanco, y su ceño fruncido tenía un efecto absolutamente hipnotizante en él.
Hwang Hyunjin fue a bañarse y al salir, Lee se hundió un poco más bajo las sábanas y fingió estar dormido.
Hyunjin se acostó con él.
Sintió al hombre abrazarle por detrás, besarlo y recorrer con sus labios desde la parte posterior de su cuello hasta el punto más sensible de su delgada espalda. Su voz era grave y ronca cuando dijo:
—Mi pequeño Lix...
Felix solo pudo pensar en que Hwang Hyunjin había estado sostenido a otro hombre la noche anterior así que ahora, se siente asqueado de tenerlo incluso en su propia cama.
Lee se quejó:
—Tengo sueño.
La mano de Hyunjin penetró la pijama del Rubio y le tocó por la cintura:
—Sólo una vez.
Felix jadeó y susurró suavemente:
—No está permitido ni una sola vez.
Hwang sonrió y le mordió el cuello a Felix, su voz era muy profunda:
—Prometo ser amable.
De hecho, cuando Hwang Hyunjin era completamente amable, nadie podía negarse. Besó pacientemente y con cautela el pecho de Felix, y una vez más usó la boca para acariciarle cada parte de la piel. Estaba casi gimiendo en la oreja del pecoso cuando le dijo:
—No te voy a herir más en el futuro. Lo del desgarre fue un accidente.
Felix tuvo náuseas y se levantó de inmediato.
Hwang entró al baño tras de él y fue testigo de cómo vomitaba violentamente sobre el inodoro. Hyunjin encendió las luces, caminó hasta llegar a su lado, le acarició la espalda y beso con delicadeza sobre su cabeza. Estaba repleto de sudor.
—¿Te duele?
Lix negó con la cabeza:
—No me duele nada. Es un resfriado.
Hwang apretó los dedos de Felix y terminó ayudándole a enjuagar su boca.
El presentimiento en su corazón todavía existe.
Hwang Hyunjin se movió para besarle la cara, un beso que parecía desesperado.
