Three.

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Terminé el día como un niño de 5 años recibe un caramelo. Con una sonrisa de oreja a oreja.

Había conseguido convencer a Sophie de que Harry pasara por consulta, y lo más importante, él lo haría.

Harry sería bastante más mayor que yo, quizás el típico hombre de 50 años, o quizás 50 es demasiado poco.

O demasiado, a secas.

No había pensado en su apariencia, ni mucho menos. Quería saber su historia, para que estaba yo aquí si no era para escuchar.

Abrí la puerta de casa, cerré de un portazo y me dirigí al baño.

El agua caliente caía por mi cuerpo, no había mejor momento que este en el día. Llevaba una semana bastante dura, y yo lo que hacia era complicarla más.

Justo cuando apagué el grifo el teléfono comenzó a sonar. Genial.

Coloque la bata sobre mi cuerpo aún mojado y dejé caer mi pelo sobre éste. Salí del baño y la diferencia de temperatura me hizo maldecir a aquel -aquella que estuviera llamando.

-¿Si? -respondí al llegar al teléfono.

-¿Hayley? Llevo llamándote al móvil media hora

-Oh, Phie -me apoyé en la pared- me estaba duchando y el móvil está cargando.

-Joder, Hayley, me habías asustado. -suspiro- bueno, te llamo para informarte de que he hablado con Steve.

-¿Y bien? -mordí mis uñas.

Oí un suspiro procedente de mi amiga, éste mas profundo.

-Harry pasará por consulta mañana a las 12.

Sonreí.

-Pero Hayles -Phie de vez en cuando solía llamarme así- ten en cuenta que Harry tiene más tratamiento que los demás. No va a ser tan fácil como todos los que han pasado por tu mesa. ¿Recuerdas a Zack?

La sonrisa de mi rostro se esfumó. Zack fue uno de mis peores pacientes. Estaba metido en el mundo de la droga, y ésta le hacia robar, pegar e incluso, matar. Las veces que me llegó a amenazar fueron bastantes. Yo creo que hasta preparó un plan para matarme.

Pero, como casi-todos los pacientes que pasan por mi mesa, acabó soltándolo todo; sus padres murieron en un accidente cuando él tenía 5 años y tuvo que vivir con su tía, la cual le mandó a una residencia, quitándose del cargo de cuidarle. En esa residencia le enseñaron a pegar, matar, robar. Pasó por consulta a los 25 años, y a los 5 empezó con la mala vida. Imaginaos lo difícil que tiene que ser borrar 20 años de la vida de una persona.

-Sin hablar de Jasmine -prosiguió Sophie, siempre que no quería que hiciera algo comenzaba a sacar cosas malas de ese tema, hasta que yo conseguía verlo como algo repugnante.

-Sophie si estás intentando que me niegue a tratar a Harry estás perdiendo el tiempo. Harry pasará por consulta el tiempo que haga falta, las veces que hagan falta, y no me vas a hacer cambiar de opinión. Mañana te veo.

Y sin dejar que ésta responda, colgué.

**

Me levanté de la cama y mire el reloj.

"9:30"

El único que pasaría por mi oficina esta mañana sería Harry y hasta las 12 no lo hacía.

Cogi mis pantalones negros ceñidos y los conjunté con una camiseta de cuadros negra y gris la cual metí por dentro. Me hice una trenza al lado y decidí ir a Cafe Grumpy a desayunar.

Abrí la puerta y me senté en una de las mesas de al lado del ventanal, pasados dos minutos una chica me atendió.

Mi pedido no tardó mucho en llegar, solía ir mucho a Cafe Grumpy porque era un sitio tranquilo. Por no hablar de sus cafés.

Solían hacer formas en éstos, Heartbreaker es uno de mis favoritos, Consiste en un corazón partido; Lo probé por primera vez cuando James me dejó, desde ese momento cada vez que vengo pido uno. Que irónico.

A las 11 ya me encontraba en mi oficina, comencé a investigar algo más sobre Harry. No quería cagarla como diariamente hacía.

El tiempo pasó rápido, cuando pude darme cuenta estaban llamando a la puerta.

-Adelante -grité sin dejar de mirar la pantalla del ordenador.

Levante la vista de la pantalla y le vi. No sabia quien de ellos era el ladrón y quien el policía.

Pero cuando dio un paso al frente lo supe.

Él era Harry Styles.

Villain {Harry Styles fanfiction} -TERMINADA-Where stories live. Discover now