fiat nox ━ charlie dalton. ✓

EPÍLOGO, PARTE UNO.

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OTOÑO DE 1961.

RICHARD HABÍA CONOCIDO A ELIZA EN la universidad de Oxford, durante su segundo año. Ambos estaban en la conferencia del profesor Anderson sobre literatura británica y rápidamente Richard supo su nombre, Eliza Keating.

En clase, Eliza era muy abierta sobre sus opiniones de los temas que se discutían. Ya había leído la mayoría de los libros de la clase más de tres veces y parecía tener información privilegiada sobre los personajes, los temas y el simbolismo de los libros. A diferencia de la mayoría de los otros estudiantes que hablaban en clase para expresar su opinión, Eliza realmente sabía de lo que hablaba y en ese momento, Richard se dio cuenta de que podría escucharla para siempre.

Una clase después de que Eliza y otros estudiantes se metieron en una discusión sobre la famosa obra de Shakespeare, Sueño de una noche de verano, Richard decidió hablarle.

—Hey, Eliza.—el chico dijo mientras salían del salón.

Eliza giró sobre sus talones al oír su nombre, los estudiantes todavía revoloteaban a su alrededor mientras ella posaba sus ojos verdes sobre él y arqueaba una ceja.

—¿Si?—preguntó en voz baja mientras sostenía sus libros cerca de su pecho.

—Me preguntaba...—comenzó en voz baja, tratando de mantener su mirada sobre ella y no desmoronarse.—¿Te gustaría salir a tomar un café alguna vez?

Richard esperó nerviosamente su respuesta; sus manos estaban metidas sobre sus bolsillos. El rostro de Eliza se relajó al escucharlo, pero no sabía qué responder.

—Como en una cita.—continuó sin rodeos.

—Lo siento.—comentó Eliza dulcemente, inclinándose hacia adelante para poder preguntar en voz baja.—¿Te conozco?

Richard bajó la cabeza y Eliza lo miró con preocupación y posó una mano sobre su brazo.

—¡Lo siento! ¡No quise sonar grosera!—ella trató de asegurarle.—Yo solo... no te conozco.—susurró ella aún más bajo, sonando vacilante. Richard rió entre dientes.

—Está bien.—él le aseguró, sus nervios volvieron a su cuerpo cuando se dio cuenta de que ella lo estaba tocando. Lentamente, se deslizó fuera de su agarre y caminó hacia atrás, chocando con un estudiante mientras trataba de escapar.—Yo... tengo que irme.—respondió y corrió por el pasillo, fuera de su vista.

Eliza estaba decidida a arreglar las cosas con Richard en la siguiente clase que tuvieran juntos. Era lindo, amable y no parecía amenazante. Quería conocerlo mejor.

En la siguiente clase, él se sentó en la parte de atrás, pero a ella no le importó, solo quería hablar con él. Mientras ella se acercaba, el rostro del chico se iluminó mientras que la ansiedad lo invadió. Eliza dejó sus libros en el escritorio junto a él y le preguntó amablemente si se podía sentar junto a él. Richard estuvo de acuerdo y susurró si como respuesta y estuvo sentado de forma rígida toda la clase. El profesor Anderson continuó con su discusión de la obra Sueño de una noche de verano y Richard no pudo evitar entrar en trance cada vez que Eliza hablaba de la obra.

—Conoces muy bien la obra.—Richard dijo después de que terminó la clase.

—Si, tengo buenos recuerdos de ella. Me mantiene cerca de alguien a quien extraño mucho, así que la he leído varias veces.—explicó con una pequeña sonrisa en los labios mientras se volvía hacia él.

—Eso es, um.—Richard tragó saliva.—Eso es lindo.

—Lo es.

Eliza salió de la clase y Richard la siguió.