10 - Mascaras robadas.

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Maratón 2/3

Narra Yanagi.

Miré hacia todos los lados buscando a mi hermana, pero no estaba por ningún lado, ni siquiera estaba con sus amigas. Ellas se veían un tanto confundidas, se acercaron a mi con una pequeña sonrisa y un ceño fruncido, se veían nerviosas.

— Hola... ¿Y Ayano? — pregunté confundido.

— No sabemos , creímos que estaba contigo — contestó Midori-chan un tanto desilusionada.— ¿Quién estará en la clase de ella?

— ¡Yo sé! —dijo Saki de repente.— Seiyo-senpai esta en su clase, podemos ir a preguntarle, de seguro esta ahorita en el club de cocina — dijo con tranquilidad y comenzó a caminar en dirección al club, nosotros nos apresuramos a seguirla.

Al llegar vimos a todos los miembros del club menos a Ayano, mi preocupación creció más y más. Amao-kun se dio cuenta de nuestra presencia y se acercó a nosotros con una bandeja llena de galletas de chocolate.

— ¿Qué tal, chicos? ¿Qué los trae por acá? —preguntó amablemente y nos ofreció las galletas que aceptamos gustosos.— ¿Saben dónde esta Aya-chan? Fui a buscarla a su salón antes de que comenzara la clase pero no estaba.

Todos negamos.

— Creo que es mejor que la llame —dije y saqué mi teléfono, marqué y espere a que me contestara. 

Uno... Dos... Tres... Cuatro... Cinco... Seis tonos y nunca contesto.

— Quizás tiene el celular apagado —dijo la pelimorada intentando calmar la situación.— Quizás este en la enfermería, en la azotea... Yo que sé, puede que no haya querido entrar a clases, no debemos preocuparnos demasiado y tomar decisiones apresuradas —se acercó a mí.— Yanagi-senpai, sé que te preocupa demasiado Aya-chan, también estamos preocupados nosotros  pero debes calmarte, cuando acaben las clases la buscamos por todo el instituto y si no la encontramos vamos a su casa.

Acepté resignado y le di un mordisco a la galleta.

***

Ya era la hora de la limpieza, muy pronto nos iríamos a nuestras casas menos los que estaban en clubes. Amao entendió la situación y dejó ir a Saki, al igual que Gema con Midori. Sin embargo, Kizano no dio su brazo a torcer con Kokona a menos que también lo dejaran ir, lo detestaba mucho pero tuve que aceptar, Kokona era amiga de Ayano y le preocupaba mucho.

Salí un momento para ir por unos borradores y me encuentro con la no tan agradable escenita que estaba haciendo Kizano-kun(típico de él). Por curiosidad me acerqué y escuché porque era que el estúpido este hacía tanto escandalo.

— ¡Pésima seguridad en esta escuela! —exclamó con enojo hacia uno de los miembros del club estudiantil, Akō Torayoshi.— Cerré el club con llave y me fui por VEINTE MINUTOS en los cuales unos malditos robaron las mascaras del club y dejaron vuelto nada todo lo que estaba dentro de el salón, vestuarios desgarrados, utilería dañada.—una pequeña vena apareció en su cuello. Bueno, lo que dice si es razón para hacer escandalo.— ¡Exijo que encuentren al culpable y lo hagan pagar por hacerle daño a mi bello club! —exclamó y salió de ahí— ¡Quítense! ¡SE CANCELA EL SHOW!

— ¡Kizano, es-espera! —gritó el director y lo siguió preocupado, esto se pondría bueno. 

El director detuvo al dramático y no paraba de rogar, hasta parecía que quería arrodillársele. 

Respiro profundamente.

— Esto retrasa totalmente la obra que se iba a hacer el domingo, ¡Mis fans esperaban ver mi increíble belleza y talento! —dijo con egocentrismo. Cállate mariquita. 

Vi como empujo levemente al chico y se fue dedicando miradas de muerte, su séquito(el grupo de Musume y los miembros del club), qué fastidio de chico, lo detesto.

Fui por unos borradores nuevos y regresé al aula, los dejé a un lado y terminé todo lo que tenía que hacer.

Narra Kokona.

Seguí rápidamente a mi líder con preocupación, se veía realmente alterado. Paró cuando estuvimos cerca del territorio de los delincuentes y se sentó en el cesped. Todos comenzamos a echarle aire, hacer masajes e incluso darle agua para que se calmara, no era algo que me gustara pero estaba obligada a hacerlo.

— ¿Se encuentra mejor, Kizano-senpai? —pregunté con temor. Me miró con enojo pero luego se calmó y miró hacia otro lado mientras maldecía.

— Ya se acabo el tiempo de la limpieza y comienzan las actividades del club, vámonos ya —contestó haciendo un mohín, dejó a los demás a cargo de uno de los miembros del club. Lo seguí y cada uno fue por su bolso, salimos y ya en el pasillos nos esperaban los demás.

— Bien, antes quiero aclarar unas cosas —dijo Yanagi seriamente.— para ti, chico fresa, si te pones a quejarte en el camino te golpearé, si te pones a alabarte te golpearé, si eres un molesto te golpearé, ¿Entendido? —Sin esperar respuesta comenzó a caminar fuera del instituto. 

Seguimos a Yanagi sin rechistar pero cierto pelimorado no pudo evitar soltar pequeños gruñidos por las advertencias de Yanagi. Suspiré y me hice al lado de Saki dejando atrás al chico.

— ¿Cómo crees que este? —preguntó con cierta preocupación, Ayano era muy importante para nosotras y era DEMASIADO raro que ella se ausentara a clases.

— Ni idea, espero que no sea algo grave —contesté y traté de convencerme de que nada malo había pasado.

Al llegar a la casa de nuestra amiga vimos todo normal, las ventanas abiertas y un dulce olor salía de ellas. Confundidos nos acercamos a la puerta, Yanagi sacó la llave de repuesto pero antes de que pudiera meter la llave la puerta fue abierta y salió la señora Aishi. Todos quedamos boquiabiertos a excepción de mi líder, ella estaba acá...

Ninguno hablaba hasta que ella por fin decidió romper el silencio.

— ¿Qué tal, chicos? ¿Cómo están? —preguntó con su dulce voz y nos miro a todos con una gran sonrisa.

Dios...

¡ELLA ES MÍA! [Ayano x Harem]Where stories live. Discover now