5 - Un chico extraño.

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Al siguiente día.

Narra Ayano.

Saludé a Taro y saqué mi libro de literatura, hoy era nuestra última clase, su examen era dentro de dos horas. Abrí el libro y le empecé a explicar el último tema, se veía muy concentrado en lo que le explicaba, me alegraba de ello.

Taro de vez en cuando se perdía pero volvía al margen, era un chico muy inteligente a decir verdad, se me hace raro que le vaya mal en literatura, algo debe tenerle distraído para que este así, sin embargo, eso no me incumbe a mi, no somos amigos o algo parecido.

— Bien, entonces... el artículo de la divulgación científica debe tener... blah... blah...blah —empezó a explicar sin equivocarse, se veía realmente confiado, era el tema que más duro le daba. Ya estaba listo para el examen.

— ¡Excelente!—exclamé alegre.—estás listo, Taro, mucha suerte—vi que un leve sonrojo comenzó a esparcirse por sus pálidas mejillas, ¿Por qué los hombres se ven tan bien sonrojados? Que envidia.— lo harás genial, eres muy inteligente.

Lo vi apretar sus manos un poco, esta nervioso. De un momento a otro me abrazo, un abrazo cálido, correspondí a su abrazo con gusto, era casi igual como el de Amao solo que este lleno de agradecimiento. No estuvimos abrazados mucho tiempo porque una pelinaranja enojada nos separo.

— ¿Qué están haciendo?— preguntó enojada mirándonos.— Baka, no me dijiste que tenías novia— empezó a reclamarle a Taro, muy enojada se veía, su actitud no me gustaba para nada. A pesar de que te guste un chico no puedes prohibirle o reclamarle algo como tener citas con chicas, abrazarlas u otra cosa, es su derecho. 

Taro trataba de explicarle lo que sucedía pero Najimi-chan no le escuchaba para nada. Osana me miró muy mal y se acercó a mi a paso amenazante.

— ¿Quién eres tú? ¿Qué hacías abrazando a Taro? ¿Por qué estabas con él?— una bomba de preguntas empezaron a salir de su boca, me estaba empezando a intimidar. Mientras más retrocedía ella más se acercaba con preguntas.— Respon-

Alguien la interrumpió.

— ¡Osana, ya basta!— le dijo Najimi-kun, no me di cuenta de que el estaba ahí. La menor lo miró un poco asustada pero también enojada.— deja a Taro-kun respirar un poco, joder. Vámonos Aishi-san—tomó mi mano y me sacó de la biblioteca no sin antes dedicarle una mirada de reproche a Taro. 

No se a donde me llevaba, se veía muy enojado pero me trataba con delicadeza. Su agarre era sutil, su mano era suave... Estábamos yendo a la parte de los casilleros. Mientras llagábamos hice contacto visual con un chico a mi parecer lindo, tenía un poco el cabello largo y de un tono añil, piel pálida y alto... se me hacía conocido, ¿Dónde lo he visto?

— Aishi-san— me llamó Osano-kun, ya habíamos parado.—¿estás bien? Eealmente lo siento, mi hermana es un poco estúpida y re pesada, en serio lo la-

Dejo de hablar cuando me vio sonreír y negaba lentamente.

—¿Algo te d-da risa? ¿te estás burlando de mí?—dijo visiblemente molesto, negué rápido.

—No jeje, no debes disculparte, todo esta bien—ladeé la cabeza y sonreí, al momento me vio sorprendido y sonrojado al instante.

— ¿Por qué haces eso?

— ¿Hacer qué?

— Olvídalo, baka— se fue rápidamente dejándome con la palabra en la boca, que raro.

「✧✦✧」

— ¡Aya-chan!— me llamó Midori, saltó sobre mí y me dio un fuerte abrazo.— te extrañé tanto, pasaron como tres años desde la última vez que nos vimos— dijo toda dramática.

— Pero... si ayer nos vimos.

— ¿En serio...?

Asentí.

— Oh— hizo una cara pensativa y luego se echo a reír, no pude evitar reír junto a ella, su risa era muy contagiosa.

La abracé y empezamos a caminar por todos los pasillos de la escuela mientras hablábamos un rato. Midori era alguien enérgica e interesante, ella es la persona con la que te puedes desvelar toda una noche y no cansarte. Seguíamos hablando hasta que choque con alguien, era el mismo chico que vi en la mañana.

— L-lo laman-to mucho, yo- yo no quería chocarte— mientras se disculpaba, el no podía evitar tartamudear, se ve tierno. No sé si fue que me inscribí en una escuela de pura gente guapa o es mi imaginación.

— No debes disculparte—tomé sus manos y me miro fijamente a los ojos, un escalofrió recorrió mi espinal dorsal.— y-yo fui la iba distraída, lo siento mucho...

— Oko Ruto—completó la frase.

—Lo siento mucho Ruto-kun.

Narradora omnisciente.

La azabache dejo de mirar al chico por ver al pelinaranja. Lo notaba algo extraño, venía sosteniendo su estomago y pálido. La joven lo miro extrañada, se acercó lentamente a él mientras lo llamaba, el chico no le respondía nada. Comenzó a soltar pequeños gruñidos, siguió tocándose el estomago. Ayano al darse cuenta de eso, dijo que lo llevaría a la enfermería, Midori decidió ayudarlo también. Antes de que pudiesen tomarlo de los brazos, el pelinaranja se desplomo en el suelo y susurro un pequeño e casi inaudible "Ayuda"

Un pequeño grito salió de los labios de Ayano y corrió para  mirar como estaba. Midori se fue a avisarle a alguna de las profesoras, alumnos se empezaron a amontonar en un circulo expectantes de lo que sucedía. Ayano seguía intentando que el mayor despertara, luego de unos segundos llegó la profesora de gimnasia y la enfermera. Se llevaron a Osano con ayuda de algunos estudiantes a la enfermería, ya habían llamado una ambulancia al ver el raro color que comenzaba a notarse en su piel. La azabache decidió acompañarlo al hospital, se sentía mal por verlo así.

Desde lejos, un desconocido veía con una pequeña sonrisa al pelinaranja, sentía tanta satisfacción de verlo tan dolido, solo espera que muriera... Así uno menos de la lista de rivales. Aunque, también estaba enojado por la preocupación que la azabache mostraba por el chico, le hacía hervir la sangre.

Unos pensamientos llegaron de repente, recordando a la que fue su antigua enamorada.

Narra el desconocido.

Mi hermosa Sakura... Dijo amarme, prometió estar conmigo siempre.

¡Mentirosa!

Lo prefirió a él, entonces, yo preferí matarla. Le di tantas razones para que me amará, pero siempre fue una total interesada. Tuve que darle una lección, por fallarme, por enamorarse de quien no debía.

Besé sus lágrimas, deliciosas... Tomé el cuchillo que se encontraba en la mesa y se lo mostré mientras le sonreía, comenzó a llorar más fuerte.

Llora para mí, pequeña perra.

Tracé un pequeño corazón en su mejilla que al instante empezó a sangrar... Así se puso mi corazón cuando ella decidió amarlo. Luego de torturarla un rato, arranque su corazón y lo abracé... Ella debía ser solo mía, y si no era mía, no era de nadie.

Continuará.

Holaaa, ¿les gusto? :D

Quisiera pedirles que si se podrían pasar por una mini historia que hice, ya esta en mi perfil, jsjs.

Tengan un lindo día o noche UwU.

¡ELLA ES MÍA! [Ayano x Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora