Dos chicos cruzaron sus miradas, sus cuerpos, sus almas, sus corazones, ¿acaso son el destino del otro?
Nuestra vida es un conjunto de decisiones que nos acercan a nuestra persona destinada, pero, si nos equivocamos terminaremos muy lejos de ella.
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Momentos antes, justo detrás de la puerta de la recamara principal de la familia Wang se daba una plática muy peculiar a obscuras y entre susurros casi inaudibles, se puede ver a la señora Wang con la oreja pegada a la puerta pendiente de lo que ocurre afuera de su habitación
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- ¿Qué haces pegada a la puerta mujer? – le preguntaba su amoroso esposo, parado junto a ella, aunque ya sospechaba lo que su esposa intentaba hacer solo le pregunto para confirmar lo que se temía -
- ¡Shhhh, cállate! no me dejas oír – Su esposa coloco su dedo índice frente a sus labios en señal de silencio y continuaba pegada a la puerta más que atenta -
- ¿Oír qué? – el papa de Yibo se reía de la actitud de su mujer y pregunto mientras cruzaba los brazos -
- ¿Cómo que que?, ¿crees que esos dos me hacen tonta?, eso de que apenas se están conociendo no me la creo – su esposa intentaba deducir la verdadera relación entre los dos chicos, pues le habían negado rotundamente que eran novios -
- Pues claro que no, no te diste cuenta de la actitud de ambos cuando dijeron que "tenían que irse por que tenían cosas que hacer" – el Sr. Wang hizo una seña de comillas con sus dedos, pues se había dado cuenta cual era el apuro de esos dos chicos por irse, obviamente tenían hambre pero no de comida precisamente -
- Si lo note, pero fingí locura – su esposa puso los ojos en blanco, pues entendió lo que su marido insinuó con esa seña y termino por reírse bajo como si de una travesura se tratara -
- ¿Pero entonces que esperas?, están en cuartos separados – se recargo sobre la puerta mirando a su mujer -
- Quiero saber que tanto se conocen y si la "cosa" va en serio – la señora realmente estaba comprometida con su investigación pues hablaba sin despegar la oreja de la puerta -
- ¿Y como lo vas a saber? - se tocaba la barbilla mientras entrecerraba los ojos con la duda reflejada en ellos -
- Calla, espera y veras – y justo en ese momento los dos Sres. Wang abrieron los ojos y boca enormemente al escuchar un sonido extraño proveniente del pasillo, la señora le hizo la seña de silencio a su esposo, mientras que este término también pegando su oreja a la puerta, los dos intrigados por lo que pasaba afuera -
Iiiiinnnnngggg – rechinido -
- Esa es la puerta de yibo – menciono la señora a su esposo muy segura de lo que decía -
- ¿Cómo sabes? – pregunto el, pues solo escucho el ruido pero no estaba seguro ni que era ese sonido -
- Conozco todos los rechinidos de esta casa (sssshhh) – puso sus ojos en blanco en señal de que el ruido era obvio de donde provenia, pues ella limpiaba diariamente todos los recovecos de su casa, ¿cómo no sabría de donde era ese ruido?, era absurda su pregunta -
