👅 50. Una deliciosa combinación

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Nota de la autora:

MirChav – Ladi Choi

♥👅♥ 👅♥

Le han brindado una oportunidad al jefe dominante . . . 👉♥👈

El sumiso en este momento ya ni se acuerda de quien lo abandono . . . 👉♥👈

Un clavo saca a otro clavo, la pregunta es ¿qué tan delicioso clavara el jefe dominante? 👉♥👈

♥👅♥ 👅♥

Mientras el cuerpo aguante y la plataforma lo permita aquí continuaremos, no reporten la historia por favor. Nos leemos en el próximo capítulo, lamidas para tod@s 👅 l@s quiero

fin de la nota –

👅 👅 👅


👅 50. Una deliciosa combinación 

 Una deliciosa combinación 

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- ¿Puedo hacerte mío ya? - preguntó con un sonido en su voz de auténtica desesperación, de hambre, de sed, de necesidad, al mismo tiempo que sus manos se enterraban en mis caderas fuertemente, nuestras miradas se cruzaron, se enlazaron y desde ese momento no dejamos de mirarnos, como si nuestras almas se hubieran vuelto una

- Solo si me prometes, que jamás morirás – recién lo encuentro y siento que me moriría con él

- No moriré, solo porque tú me lo pides, tus palabras son órdenes para mí – dijo con seguridad, sonreí levemente, desde que lo conozco ha sido un hombre que cumple sus promesas

- Entonces si, - esa era mi respuesta a su pregunta obscena - hazme sentir, hazme volar, hazme tu destino, hazme tuyo – pronuncié al mismo tiempo que mis caderas olvidaban la vergüenza de hace unos instantes e iniciaban a mecerse lentamente hacia adelante y hacia atrás buscando la satisfacción - aahh – mis gemidos suaves comenzaron a brotar de mi boca sin poder yo detenerlos – aahh - uno tras otro, la carne de mi vara endurecida se frotaba de forma obscena contra su ombligo producto del vaivén de mis caderas, esto es delicioso pensé para mí mismo

- Aahh – él también gemía al mismo ritmo que yo, disfrutando del vaivén de mis caderas contra su carne – aahh- gemidos mezclados con nuestras propias respiraciones agitadas inundaban la habitación – aahh- él acompañaba el ritmo de mis movimientos con sus propias manos – déjame hacerlo a mí – imploró con una voz profunda al mismo tiempo que aún sentado como estaba en aquel sofá levantó su pelvis hacia arriba con fuerza e ímpetu elevándome con cada empuje

- Ah, ah, ah - no pude evitar gimotear con cada uno de los empujes de su miembro en mi interior – ah, ah, ah – me hacía saltar con cada unos de sus movimientos pélvicos con tanta fuerza que al caer me ensartaba aún más en su tronco

¿Eres tú, mi destino?Where stories live. Discover now