Reí en su pecho, acariciando su espalda con la yema de mis dedos. 

- Hoy estás mas dulce de lo usual, ¿sucede algo, Ryuzaki? 

- Puedes llamarme Lawliet, no está la shinigami y en nuestra habitación no hay cámaras. 

Me despegué de él y bajo su atenta mirada, me senté en la cama. Volví a cubrirme los pechos, avergonzada y tras oír un pequeño ruido, su camisa blanca cayó sobre mí. Un potente olor a dulces y café me embriagó. 

- No me molesta que estés así, pero si en verdad te incomoda estar cerca de mí así, puedes usar mi camisa. 

- Gracias. 

Una vez bajo esa tibia y enorme prenda, mis ojos se perdieron en la blancura de sus hombros. L tenía la piel más más integra y suave que alguna vez pudiera haber visto. Su físico definitivamente era una de las cosas más maravillosas que podía contemplar. Estaba sentado junto a mí, ligeramente encorvado y con la vista clavada en la ventada cerrada que había al frente. Tenía la apariencia de alguien que estaba consumido totalmente en sus pensamientos. 

- Pasarán muchas cosas, Kath. 

- Sé que el caso está siendo muy complicado, Elle. Tanto tú como yo pensábamos que Light era Kira y siéndote sincera aún lo creo. Pero por algo eres el mejor detective del mundo, ¿no? ya descubriremos quién es el asesino y todo estará bien. Siempre ha sido así. 

- Estoy seguro de que Light es Kira, pero necesito comprobarlo... 

- Encontraremos la forma de acorralarlo. 

Me acerqué a él y tiré de su brazo, haciendo que terminara tendido en la cama, me subí encima de él y comencé a pasar mis manos por su abdomen, trazando sus músculos con mis dedos y recorriendo la v que se perdía dentro de su pantalón. Nada de lo que hacía era con intenciones sexuales y ambos sabíamos eso. Nos gustaba estar así, se sentía demasiado intimo. 

- Tengo un plan. 

- ¿Cuál? 

- No puedo decírtelo. 

Fruncí ambas cejas, pero no lo miraba, seguía concentrada en su piel. 

- Siempre me dices todo, ¿Qué sucede? 

- Haré algo muy arriesgado y puede que no resulte bien. 

- Te recuerdo que alguien nos está esperando - agarré mi vientre plano. Tenía como un mes embarazada y apenas se notaba un pequeño bultito -. Tienes que tener cuidado. 

- Lo sé, Kath, lo sé - Elle suspiró y se talló los ojos. Con las dos manos me agarró las caderas y comenzó a hacer circulos con sus pulgares -. Me molesta un poco que compliques tanto las cosas. Si no estuvieras, no me sentiría mal al pensar en un plan tan arriesgado. 

- No es mi culpa que te hayas enamorado - sonreí, divertida. 

- No me arrepiento de nada. 

- ¿Cuál es tu plan? 

- No te lo puedo decir o no dará resultado, solo te pido que no creas que todo es lo que parece. 

Quité sus manos de mis caderas, molesta. 

- Odio cuando no eres claro. 

- Necesito que las reacciones de todos sean reales, incluida la tuya. Light es demasiado inteligente. 

- Sigo sin entender nada... 

- No necesitas hacerlo, Kath - Elle se levantó despacio, aún conmigo encima y me abrazó. Sus dedos recorrieron mi espalda, mientras sus labios se posaban delicadamente sobre mi frente. 

Desde que nos conocíamos, cuando se trataba de tocarme, Lawliet lo hacía con la mayor suavidad del mundo; a veces pensaba que me veía como si fuera de cristal, capaz de quebrarme si no me cuidaba correctamente. 

- Sé que no lo digo mucho y que me faltó demostrarlo más, pero te amo. Eres lo que le devolvió el sentido a mi existencia, ¿sabes? No sabía que había estado perdido hasta que te encontré. 

- También te amo, Lawliet - murmuré, dándole un beso con la mayor lentitud que podía. Mis manos se aferraron a sus hombros desnudos -. No puedo imaginar a nadie más a mi lado el resto de mis días. 

Él desvió la vista. 

- Más vale que no lo hagas o me pondré celoso - solté una pequeña risa y él frunció el ceño -. No estoy diciendo nada gracioso, Kath. 

- está bien, ya entendí, ya entendí - levanté las manos en rendición. 

Nos quedamos en silencio unos minutos, disfrutando con simpleza la presencia del otro. Lawliet me llenaba en todos los sentidos existentes de la palabra y , desde el fondo de mi corazón, sabía que yo lo llenaba él. No podríamos ser la pareja más normal del mundo, sin embargo, el amor que sentíamos el uno por el otro era prueba suficiente de que no importaba entrar en un estereotipo, porque lo único que importaba era ser feliz. 

- Lawliet. 

- ¿Humh? 

- ¿Dormirías conmigo esta noche? 

Él sonrió ligeramente y asintió. Ambos nos recostamos en la cama, nos metimos debajo de las sabanas y quedamos de cucharita. Sus fríos dedos recorrieron delicadamente la curva de mi cintura y bajaron hasta mi vientre, donde acarició con lentitud el lugar donde estaba creciendo nuestro primogénito.

- Si es niña, ¿podrías ponerle Elaine? 

Me reí ante el tono algo inseguro de su voz y me giré para verlo. 

-Llegando el momento, veremos qué nombre ponerle, mi amor. Y lo haremos juntos. 

Lawliet sonrió con nostalgia y asintió. Me abrazó con fuerza y nos quedamos así, juntos hasta que lentamente me desvanecí en sus brazos con la idea de que así sería el resto de mi vida, con él junto a mí. 

Pero al día siguiente, sin esperarlo, mis ilusiones de una vida junto a él se desvanecieron entre mis brazos; él se desvaneció entre mis brazos. En medio de una ola de pánico y confusión, fui testigo del ultimo aliento de L . 

- Estaremos bien, amor - le susurré mientras veía sus ojos apagarse poco a poco. Las lagrimas resbalaban por mis mejillas con fuerza, inagotables -. Elaine y yo estaremos bien. 

Sus ojos se abrieron un poco y después sonrió ligeramente. 

- Te amo, Elle. 

Y sus ojos se cerraron. 

Solté un grito después de dejar de sentir sus latidos y lo abracé con fuerza, intentando aferrarme a lo ultimo que quedaba de él, a la pizca de calor que aún tenía. Sentí que el mundo se me venía encima y me asfixiaba, ¿Cómo sería feliz sin él en mi vida? Me negaba a creer que el destino fuera tan cruel. La vida no debería estar tan jodida para los que siempre han sido buenos. 

Apreté mis puños, arrugando la camisa de Lawliet y, borrosamente, observé a Light sonreír con malicia en dirección a nosotros. No paré de llorar ni de gritar en ningún momento, sin embargo, pude ver claramente la traición en los ojos del castaño. La completa satisfacción de su victoria. 

Light Yagami había ganado. 




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Sinceramente no me gustó cómo quedó este Os, pero meh:v tampoco quería volver a escribirlo desde el inicio. ¿Alguien quiere hacer algún pedido? 






Death Note :  One shots.Where stories live. Discover now