Death Note : One shots.

[Nate River]

Titulo: Brabucón. 

Mack, entre saltitos, llegó a Wammy's  House. Ya se le estaba haciendo costumbre visitar diario aquel lugar después de la escuela, pues el tiempo allí se le pasaba volando, además de que sus notas académicas habían aumentado considerablemente desde que empatizó con cierto chico de cabellos blancos llamado Near. 

Al principio el personal del orfanato la miraba con recelo ya que era un lugar bastante especial, sin embargo, con el paso del tiempo, incluso era extrañada los días que no iba de visita. Los niños y los encargados la adoraban, había sido un pedacito de sol para aquellos que estaban sumidos en la tristeza de tener una gran mente a cambio de la soledad en el mundo. 

Una vez que le abrieron las rejas del orfanato, se detuvo varias veces para saludar a algunos amigos. Incluso se encontró con Matt y Mello, quienes le informaron dónde se encontraba el albino.   Mack se dirigió  a la biblioteca, el lugar habitual de Near para jugar en silencio. Subió unas cuantas escaleras y llegó al segundo piso. El segundo piso no era tan visitado y por ello mismo era el lugar favorito de Near. 

Lo encontró en el suelo, armando un castillo de dados. El lugar estaba sumido en completo silencio, con el aire empapado de un olor a libro viejo que sencillamente volvía loca a Mack, la luz era tenue y el ambiente, a su parecer, era perfecto. 

- Hola - dijo Near sin levantar la vista -, llegaste más temprano que de costumbre. 

- El entrenamiento se canceló - respondió Mack sin darle mucha importancia - ¿ Puedo jugar? 

- Haz tu tarea primero - la regañó, a pesar de que ella era un año mayor que él. 

- A veces siento que te comportas como mi padre . 

La pelinegra sacó su libreta de calculo. Era un completo desastre en la materia y Near se había convertido en su única salvación para poder acabar su ultimo año de preparatoria.

- Considerando su historial, soy más maduro que él, por lo que fácilmente podría actuar como tu padre - Near se levantó para sentarse junto a ella -. Sin embargo, no me apetece fingir algo así. 

- ¿Por qué no?  

- Porque eres mi amiga, no mi hija. Sería incomodo tratarte como tal, al menos para mí. 

Ella asintió mientras reía ante la clara incomodidad del albino y ambos comenzaron a trabajar en la tarea de Mack. 

Las horas pasaron entre pequeños jugueteos y problemas. Cada vez resolverlos era más facil para la chica y se sentía realmente agradecida con él por ello. No sabía que hubiera sido de ella si nunca hubiera conocido a Near.

 Eran las 7 de la tarde, cuando alguien  entró ruidosamente a la biblioteca desierta. Mack estaba leyendo un libros mientras Near armaba un rompecabezas. El ruido repentino los molesto, sin embargo no le tomaron importancia hasta que un cuerpo musculoso apareció en su campo de visión. La primera en aterrorizarse al levantar la vista fue Mack, pues el cuerpo voluminoso pertenecía  a su novio, Cameron. El muchacho lucía furioso. 

- C-Cameron... 

Al oír la aterrada voz de Mack, Near se dignó a ver quién los había interrumpido. Lo que vio, no le agradó en absoluto. Aquel muchacho parecía un gorila en apariencia y actitud. Veía a Mack con rabia, incluso parecía que de sus fosas nasales salía humo por la forma en que respiraba.